La magia entre dos cines: el comercial y el independiente
El animador español Raúl García y el productor brasilero Rodrigo Teixeira fueron invitados al Bogotá Audiovisual Market (BAM), el mercado audiovisual de la capital que celebra su 15° edición y que termina hoy. Ambos hablaron para El Espectador sobre su experiencia en el audiovisual, un mundo que recorren entre la industria de gran presupuesto y la independencia.
Mateo Medina Escobar
No pude evitar pensar en el cortometraje de Pixar “Día y noche” (2010) cuando Raúl García, animador español que ha trabajado para empresas como Disney y la propia Pixar, me contó su experiencia con proyectos de gran presupuesto y otros más independientes. “Es como el día y la noche. La industria estadounidense y de gran presupuesto te permite una libertad económica. Disney pone a tu disposición lo que necesites y todo el dinero del mundo (...) En el mundo independiente el dinero manda y tienes que ver cómo hacer que funcione como puedas”.
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No pude evitar pensar en el cortometraje de Pixar “Día y noche” (2010) cuando Raúl García, animador español que ha trabajado para empresas como Disney y la propia Pixar, me contó su experiencia con proyectos de gran presupuesto y otros más independientes. “Es como el día y la noche. La industria estadounidense y de gran presupuesto te permite una libertad económica. Disney pone a tu disposición lo que necesites y todo el dinero del mundo (...) En el mundo independiente el dinero manda y tienes que ver cómo hacer que funcione como puedas”.
García ha trabajado en proyectos dentro y fuera de la industria. Al igual que aquel cortometraje de Pixar que muestra la magia del día y la noche, las diferentes formas de trabajo en el audiovisual también tienen sus ventajas y desventajas. El español trabajó en “El rey león” (1994) y cuenta que para esa cinta, Disney era capaz de llevar a los animadores a un safari por África o traerles un león al estudio para que pudieran animar mejor a los personajes.
“En el mundo de la animación soy un ser un poco extraño, porque ando dentro y fuera de la industria a la vez. Trabajo para grandes estudios, pero también trabajo en pequeños proyectos, mis propios y en algunos que creo que son interesante apoyarlos”, dice García, que asegura que tuvo la suerte de llegar a Disney en un momento en que la empresa entendió que había talento más allá de Estados Unidos.
Mientras que García ya tenía entre sus créditos películas como “¿Quién engañó a Roger Rabbit?” (1988), “Aladdín” (1992), “Pocahontas” (1995), “El jorobado de Notre Dame” (1996) y “Hércules” (1997), el brasilero Rodrigo Teixeira, cansado de trabajar en el sector bancario, emprendía su camino en el cine. Hoy en día es un reconocido productor que ha colaborado con cineastas como Noah Baumbach, Greta Gerwig, Gaspar Noé, Luca Guadagnino, Robert Eggers, James Gray y Mia Hansen-Løve.
Teixeira y García fueron invitados a la 15° edición del Bogotá Audiovisual Market (BAM), el mercado audiovisual más importante de Colombia, cuyo objetivo es conectar al talento local con los mercados y profesionales del resto del mundo. Tanto el productor brasilero, como el animador español, se han movido entre el cine independiente y el de gran presupuesto.
“Con las películas de gran presupuesto normalmente se tienen muchos jefes, hay que dialogar mucho con ellos. Es una responsabilidad mucho mayor, los procesos son más profesionales. Mientras que en un proyecto de un presupuesto más bajo, el equipo es más pequeño. Tiene un toque diferente, es una forma más artesanal de hacer cine y eso me gusta más”, explica Teixeira.
Aunque el brasilero se inclinó tardíamente por el cine, lleva 50 títulos como productor y una carrera de más de 20 años. García, por su parte, recuerda que desde niño se inclinó por la animación. Ambos profesionales destacan las posibilidades que les ha dado el cine de gran presupuesto y el independiente, aunque reconocen que es este último el que prefieren.
Raúl García habla de “Extraordinary Tales” (2013), una antología de cortometrajes basados en las historias de Edgar Allan Poe. “Es una película fruto de mi amor por la animación y el género de terror. La hice durante nueve años y realmente nunca pude producirla como un largometraje, tuve que hacerla como una colección de cortos a los que sí pude lograr la financiación”. La cinta, que comenzó con una adaptación de “El corazón delator”, era demasiado de nicho como para conseguir un gran presupuesto.
“Para mí Poe ha sido una figura muy especial en mi vida. Me planteé hacer bastantes grabaciones de actores para las voces en la animación”, recuerda García, quien mientras trabajaba en esa producción, encontró un casete con la voz de Béla Lugosi, un ícono del cine de terror, que narraba esa historia. “Logré rescatar ese material inédito que ni su familia sabía que existía y lo restauré, eso me dio la primera clave para hacer estos cortos”. Con el éxito de ese cortometraje, el animador logró hacer los siguientes, sumando la ayuda de otros reconocidos de la industria como Guillermo del Toro, Roger Corman, Julian Sands y Christopher Lee. “Un elenco de fantasía”.
Teixeira, que poco sabía de dirección, guion, fotografía o actuación, se fue desde el inicio por el lado de la producción. Aunque diga que no sabe mucho de la técnica o el arte, tiene un buen ojo para elegir sus proyectos. Las películas que ha producido se encuentran entre mis favoritas: “Frances Ha” (2012), “Llámame por tu nombre” (2017), “El faro” (2019) y “Ad Astra” (2019), por mencionar algunas. “Trabajo en las películas que iría a ver”, dice. El productor recuerda que visitando los sets de aquellas producciones no se imaginaba los futuros iconos con los que estaba trabajando, como la nominada al Óscar y más reciente presidenta del jurado de Cannes, Greta Gerwig, el director italiano Luca Guadagnino o el genio del terror Robert Eggers.
El brasilero también se ha movido entre el cine independiente y el de gran presupuesto, como en 2012 con “Frances Ha”, su primera película internacional. Con ese proyecto y un presupuesto de US$3 millones entró a la movida mundial y presenció el inicio de la dupla creativa de Noah Baumbach y Greta Gerwig. “Estoy muy orgulloso de haberlos conocido ahí. Greta siempre fue una persona que me trató con mucho respeto y cuidado. Ver que tiene una carrera de tanta importancia me gusta mucho”.
Más adelante se adentraría en el cine de gran presupuesto con “Ad Astra”, que sobrepasaba los US$80 millones y contaba una historia en el espacio protagonizada por Brad Pitt. “Es un filme de Hollywood a pesar de tener una lógica de producción independiente. Trabajé con 400 personas en mi equipo”, recuerda el productor, quien además presenció reuniones con personal de la NASA para explicar cuestiones técnicas del viaje espacial, la vestimenta y el sonido en ese ambiente.
Aunque que sea con poco o mucho presupuesto, el cine encuentra sus maneras de expresarse. Teixeira y García han sido testigos de las formas en las que se desarrolla esta industria en el mundo y su visita a Colombia se dieron cuenta del potencial que viene surgiendo en el país. El BAM se ha convertido en un espacio de inicio para la industria nacional. “Estamos cultivando continuamente. Se pueden hacer negocios concretos en el BAM, pero, sin duda, se detonan montones de iniciativas que empezarán un camino fructífero y que seguiremos acompañando desde otros mecanismos que no son solo el BAM”, dijo Claudia Triana, directora de Proimágenes Colombia, entidad dedicada al fomento y consolidación del audiovisual en el país y que organiza el BAM.