La muerte de Akira Toriyama, un golpe a la nostalgia
El legado del creador de uno de los animes más universales trascendió continentes, idiomas y culturas. Homenaje al padre de Goku, Vegeta, el Maestro Roshi y Piccolo, entre otros.
Daniela Suárez Zuluaga
El luto por la muerte de Akira Toriyama se extendió por todos los continentes y sacudió el mundo del anime. El japonés, creador de Dragon Ball, logró marcar la infancia de millones de personas que hoy recuerdan las batallas de Goku contra Vegueta, Freezer o Cell. La creación icónica del ilustrador rompió las fronteras de los dibujos animados y llegó a los videojuegos, cartas, revistas, entre otros formatos.
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El luto por la muerte de Akira Toriyama se extendió por todos los continentes y sacudió el mundo del anime. El japonés, creador de Dragon Ball, logró marcar la infancia de millones de personas que hoy recuerdan las batallas de Goku contra Vegueta, Freezer o Cell. La creación icónica del ilustrador rompió las fronteras de los dibujos animados y llegó a los videojuegos, cartas, revistas, entre otros formatos.
“Murió el maestro encargado de entretener con su creación a gran parte de la infancia y juventud. Se va alguien a quien no conocimos, pero admiramos. Nos queda grabada en el corazón esa gran obra que es Dragon Ball a todos aquellos que crecimos viéndola. Mientras que otros niños soñaban con ser astronautas, policías o bomberos, soñaba con ser un sayayín. Gracias eternas, maestro Toriyama, pronto nos veremos en el otro mundo para entrenar con Kaiosama”, dijo Julio César Caballero, gerente de Comic-Con en Colombia en entrevista para El Espectador. Según dice, la muerte del artista japonés es equiparable con la de Stan Lee, creador de Spider Man.
De “Dragon Boy” a “Dragon Ball”
Y es que Toriyama, nacido el 5 de abril de 1955 en Nagoya, Japón, siempre fue un fanático de las películas de kung fu, protagonizadas por Jackie Chan, esa fue su inspiración para crear en 1980 el primer guiño a lo que más adelante se convertiría en un fenómeno mundial. El manga se llamaba Dragon Boy, y relataba la historia de Tangtong, un joven con habilidades para las artes marciales que tenía la misión de escoltar a una princesa de vuelta a su país natal.
“Cuando era pequeño no teníamos tantas formas de entretenimiento como las que hay hoy, así que todos dibujábamos. En la primaria, todos estábamos dibujando mangas o personajes animados y mostrándolos entre nosotros”, contó el artista japonés en entrevista con Stormpages, aclarando que siempre le interesó este campo artístico.
Dragon Boy, escrito y dibujado por Toriyama, se publicó por primera vez en la revista Fresh Jump en 1983, y aunque puede parecer un dato irrelevante, lo cierto es que sin Dragon Boy muchos de los personajes principales de Dragon Ball no hubiesen existido. Esta creación presentó los primeros prototipos de Las Esferas del Dragón y dio vida a personajes como Goku, Milk, Woolong y el Maestro Roshi.
Luego de este primer acercamiento, el artista japonés creó lo que hoy conocemos como Dragon Ball y se publicó en la revista Shōnen Jump entre 1984 y 1995. La serie narra la historia de Son Goku, que se está entrenando en artes marciales, conoce a una chica de pelo azul llamada Bulma y se une a ella en la búsqueda de las siete Esferas del Dragón, unos artefactos mágicos que pueden conceder cualquier deseo a quien las reúna.
De los “mangakas” a la televisión
Lo que para Toriyama comenzó como un hobby terminó por cambiarles la vida a él y a toda una generación. En febrero de 1986, Dragon Ball llegó a la televisión y su éxito fue inmediato, tanto así, que no demoró en expandirse por diferentes continentes.
“Al principio, cuando Dragon Ball se convirtió en programa de televisión no me conflictuó nada, no suelo meterme en el trabajo de los demás. Pero tengo que admitir que al ver el resultado final algunos detalles me chocaron, porque di por hechas muchas cosas que al final no se hicieron como esperaba”, dijo Torikama en una entrevista a un medio japonés luego de afirmar que veía la serie con sus hijos mientras almorzaban, y que se contrariaba con las características de algunos personajes que él mismo había creado.
Desde ese momento los niños y jóvenes de la época comenzaron a ser parte de un mundo de acción, peleas fluidas, dinámicas y visualmente sorprendentes. De repente todos los niños querían ser Goku y tener todas sus habilidades, pero la serie abarcaba mucho más que las batallas y los villanos.
Su éxito en Latinoamérica fue inminente, según Correa, “porque en la época en la que salió no existían tantos canales o plataformas de streaming, y la gran mayoría de los jóvenes se conectaban a ver el anime. Además, las voces del doblaje ayudaron bastante, ya que el trabajo de los actores de doblaje Mario Castañeda (Goku) y René García (Vegueta) es brillante”.
De hecho, varios de los actores que prestaron su voz para los personajes han sido invitados especiales dentro de las ediciones de la Comic-Con en Bogotá. El año pasado fue el turno para Mario Castañeda.
Un golpe a la nostalgia
“Siento que Toriyama, a través de Dragon Ball, nos enseñó que con esfuerzo, disciplina, entrenamiento y tenacidad se pueden cumplir las metas y superar las adversidades de la vida. A lo largo de la serie vemos las diferentes evoluciones de Goku, donde adquiere más poder en la medida que va acumulando más experiencia. Los resultados no son instantáneos, son el fruto de muchas jornadas de arduo entrenamiento. A diferencia de los héroes de Norteamérica, que sus poderes los adquieren de forma instantánea por picaduras o accidentes en laboratorios”, comenta Correa.
Así como Correa, muchos jóvenes -y otros no tanto- recuerdan esas tardes en el colegio jugando a ser Goku o Vegueta, imaginando tener poderes para enfrentar a sus enemigos en la vida real y enfrentándose a sus amigos en las interminables batallas de los juegos de consola. Dragon Ball es parte de su infancia, y con Toriyama se va una parte de ella.
Más allá de “Dragon Ball”
La muerte de su creador conmovió al mundo, y aunque haya sido el artífice de esta obra, Toriyama no solo hizo Dragon Ball. De hecho, su primer éxito fue Dr. Slump, y después de alcanzar el éxito trabajó en varias producciones de anime para televisión y en videojuegos, entre los que se destacan el diseño de personajes en títulos como Famicom Jump II: Saikyō no Shichinin (1991), Tobal No. 1 (1996) y su secuela Tobal 2 (1997), Blue Dragon (2006), entre otros. El último juego para el que trabajó fue el título para iOS Fantasian, lanzado en 2021.
Asimismo, el legado del artista japonés sirvió de inspiración para muchos otros, que gracias a su talento crearon otras historias que también marcaron la industria del anime. “Akira Toriyama se puede considerar el padre del manga “adolescente de acción”. Su obra puso las bases replicadas por muchos mangakas para crear grandes historias del mundo del anime y el manga como Naruto, Jujutsu Kaisen, My Hero Academia, Black Clover, entre otros”.