“Los anillos de poder” explica la creación de los tres anillos elfos y sus poderes
En el final de la primera temporada se explica cómo fueron forjados los anillos y el poder que cada uno de estos posee.
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Hace muchos, muchos años, J.R.R. Tolkien escribió aquellas frases que se convertirían en versos seminales del género fantástico: “Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo. Siete para los Señores Enanos en palacios de piedra. Nueve para los Hombres mortales condenados a morir. Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro en la Tierra de Mordor donde se extienden las sombras. Un Anillo para gobernarlos a todos”.
(Lea también: “No hay Hogwarts sin ti, Hagrid” y otras escenas del actor de Harry Potter)
El ‘Verso del Anillo’ o ‘Poema del Anillo’, originalmente inscrito en Lengua Negra (Tengwar) sobre el Anillo Único augura el plan de Sauron para extender el mal por la Tierra Media. Un objetivo que precisamente es el que está explorando ahora “El Señor de los anillos: los anillos de poder” que ha terminado su primera temporada adentrándose en el principio del fin de los tiempos de paz.
Durante el octavo y último episodio, Halbrand y Galadriel llegan a Lindon, tierra élfica donde se encuentra la forja de Celebrimbor. El misterioso hombre de las Tierras del Sur, que ha resultado ser tal y como muchos sospechaban Sauron, consigue manipular a los elfos para que se pongan manos a la obra y, con el poco mithril del que disponen, fabriquen un objeto de poderes nunca antes vistos. Se trata de los tres anillos de los elfos que enunció Tolkien.
“Estamos a punto de fraguar una nueva clase de poder. No de fuerza, sino de espíritu. No a partir de la carne sino sobre la carne”, le dice el herrero Celebrimbor a su rey, Gil’galad. El objeto debe ser circular para que siempre reciba la luz del sol.
Primero piensan en una corona, pero el rey no ve con buenos ojos que tanto poder recaiga sobre una sola persona. Por ello, optan por dividir la aleación de mithril, oro y plata en dos mitades más pequeñas, dos anillos. Cuando se disponen a ello, sin embargo, Galadriel reformula sus planes al descubrir la identidad secreta de Halbrand, aunque no hace público que todos han sido engañados por el presunto sureño de linaje regio.
“Debemos hacer tres”, dice la comandante, “Uno siempre corromperá, dos dividirán...”. Celebrimbor completa entonces la frase: “Pero, con tres hay equilibrio”. Una vez de acuerdo, los elfos logran confeccionar los preciados anillos de poder.
(Le recomendamos: Película “She Said” explora la investigación que hizo caer a Harvey Weinstein)
Un poder solo para los elfos
“Los poderes que forjemos deben ser únicamente para los elfos”, indica también Galadriel. Y no le falta razón, pues estos anillos son muy diferentes a los que posteriormente tendrán enanos y hombres. Sauron nunca tocó estos anillos ni participó directamente en su forja, por lo que no fueron contaminados por su mal, aunque, al ser creados a raíz de sus conocimientos, sí que estaban sometidos, en menor medida que el resto, al Anillo Único.
Además, cada uno de los tres anillos lleva consigo una piedra preciosa, similares a las joyas de Feänor (los Silmarils) pero con la esencia de la Tierra Media en lugar de la de Valinor. Algo que le otorgaba a cada uno de los aros unas cualidades únicas.
La primera de las piedras es un rubí empleado para el anillo llamado Narya, el Anillo de Fuego o Anillo Rojo. La joya es capaz de inspirar esperanza y encender el corazón de quienes realicen actos heroicos. El rey de los elfos Gil-Galad primero, el navegante y carpintero Círdan después y finalmente el mago Gandalf serán los encargados de portarlo.
El segundo anillo es Vilya, que lleva un zafiro y es conocido como el Anillo Azul o El Anillo del Aire. Entre sus poderes está el sanar graves heridas y fortalecer a quien lo lleva. Elrond será su portador.
(Le recomendamos: Más allá de Hagrid en “Harry Potter”, ¿Quién fue Robbie Coltrane?)
El último anillo, el Anillo Diamante, Anillo del Agua o el Anillo Blanco, pertenecerá a Galadriel. También llamado Nenya, tiene también propiedades curativas y la habilidadde preservar las cosas sin que se deterioren por el paso del tiempo.
En realidad, al ser forjados antes que el resto de los anillos, la serie ha variado levemente el canon establecido por Tolkien, quien escribió que estos fueron los últimos en materializarse. En cualquier caso, estos tres anillos eran, junto al Anillo Único, los tres más poderosos de la Tierra Media. Por eso Halbrand/Sauron los ansiaba más que nada.
El Señor Oscuro sabe de lo importantes que son estos tres anillos forjados sin su intervención por los elfos en comparación al resto, y en las próximas temporadas de Los Anillos de Poder deberá intentar arrebatárselos a los elfos o, al menos, luchar contra ellos.
Hace muchos, muchos años, J.R.R. Tolkien escribió aquellas frases que se convertirían en versos seminales del género fantástico: “Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo. Siete para los Señores Enanos en palacios de piedra. Nueve para los Hombres mortales condenados a morir. Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro en la Tierra de Mordor donde se extienden las sombras. Un Anillo para gobernarlos a todos”.
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El ‘Verso del Anillo’ o ‘Poema del Anillo’, originalmente inscrito en Lengua Negra (Tengwar) sobre el Anillo Único augura el plan de Sauron para extender el mal por la Tierra Media. Un objetivo que precisamente es el que está explorando ahora “El Señor de los anillos: los anillos de poder” que ha terminado su primera temporada adentrándose en el principio del fin de los tiempos de paz.
Durante el octavo y último episodio, Halbrand y Galadriel llegan a Lindon, tierra élfica donde se encuentra la forja de Celebrimbor. El misterioso hombre de las Tierras del Sur, que ha resultado ser tal y como muchos sospechaban Sauron, consigue manipular a los elfos para que se pongan manos a la obra y, con el poco mithril del que disponen, fabriquen un objeto de poderes nunca antes vistos. Se trata de los tres anillos de los elfos que enunció Tolkien.
“Estamos a punto de fraguar una nueva clase de poder. No de fuerza, sino de espíritu. No a partir de la carne sino sobre la carne”, le dice el herrero Celebrimbor a su rey, Gil’galad. El objeto debe ser circular para que siempre reciba la luz del sol.
Primero piensan en una corona, pero el rey no ve con buenos ojos que tanto poder recaiga sobre una sola persona. Por ello, optan por dividir la aleación de mithril, oro y plata en dos mitades más pequeñas, dos anillos. Cuando se disponen a ello, sin embargo, Galadriel reformula sus planes al descubrir la identidad secreta de Halbrand, aunque no hace público que todos han sido engañados por el presunto sureño de linaje regio.
“Debemos hacer tres”, dice la comandante, “Uno siempre corromperá, dos dividirán...”. Celebrimbor completa entonces la frase: “Pero, con tres hay equilibrio”. Una vez de acuerdo, los elfos logran confeccionar los preciados anillos de poder.
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Un poder solo para los elfos
“Los poderes que forjemos deben ser únicamente para los elfos”, indica también Galadriel. Y no le falta razón, pues estos anillos son muy diferentes a los que posteriormente tendrán enanos y hombres. Sauron nunca tocó estos anillos ni participó directamente en su forja, por lo que no fueron contaminados por su mal, aunque, al ser creados a raíz de sus conocimientos, sí que estaban sometidos, en menor medida que el resto, al Anillo Único.
Además, cada uno de los tres anillos lleva consigo una piedra preciosa, similares a las joyas de Feänor (los Silmarils) pero con la esencia de la Tierra Media en lugar de la de Valinor. Algo que le otorgaba a cada uno de los aros unas cualidades únicas.
La primera de las piedras es un rubí empleado para el anillo llamado Narya, el Anillo de Fuego o Anillo Rojo. La joya es capaz de inspirar esperanza y encender el corazón de quienes realicen actos heroicos. El rey de los elfos Gil-Galad primero, el navegante y carpintero Círdan después y finalmente el mago Gandalf serán los encargados de portarlo.
El segundo anillo es Vilya, que lleva un zafiro y es conocido como el Anillo Azul o El Anillo del Aire. Entre sus poderes está el sanar graves heridas y fortalecer a quien lo lleva. Elrond será su portador.
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El último anillo, el Anillo Diamante, Anillo del Agua o el Anillo Blanco, pertenecerá a Galadriel. También llamado Nenya, tiene también propiedades curativas y la habilidadde preservar las cosas sin que se deterioren por el paso del tiempo.
En realidad, al ser forjados antes que el resto de los anillos, la serie ha variado levemente el canon establecido por Tolkien, quien escribió que estos fueron los últimos en materializarse. En cualquier caso, estos tres anillos eran, junto al Anillo Único, los tres más poderosos de la Tierra Media. Por eso Halbrand/Sauron los ansiaba más que nada.
El Señor Oscuro sabe de lo importantes que son estos tres anillos forjados sin su intervención por los elfos en comparación al resto, y en las próximas temporadas de Los Anillos de Poder deberá intentar arrebatárselos a los elfos o, al menos, luchar contra ellos.