“Los colonos”, el genocidio Selknam y la historia oculta de Chile
La película chilena “Los colonos”, dirigida por Felipe Gálvez, se estrenó el pasado 25 de enero en salas de cine de Colombia. El cineasta habló para El Espectador sobre su ópera prima como director, los retos de rodar en Tierra del Fuego, la historia oculta del genocidio Selknam y las referencias al género cinematográfico del western.
Mateo Medina Escobar
Un frío extremo y un clima azaroso se toman la pantalla desde el primer momento de “Los colonos”. Tres personajes se vuelven el foco de atención: un chileno mestizo llamado Segundo, interpretado por Camilo Arancibia, un excapitán inglés de apellido MacLenan, interpretado por Mark Stanley y un mercenario estadounidense de nombre Bill, interpretado por Sam Spruell. El inicio de la cinta me recuerda a “El bueno, el malo y el feo” (1966), de Sergio Leone, la diferencia es que, de estos personajes, creo que no hay ninguno bueno.
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Un frío extremo y un clima azaroso se toman la pantalla desde el primer momento de “Los colonos”. Tres personajes se vuelven el foco de atención: un chileno mestizo llamado Segundo, interpretado por Camilo Arancibia, un excapitán inglés de apellido MacLenan, interpretado por Mark Stanley y un mercenario estadounidense de nombre Bill, interpretado por Sam Spruell. El inicio de la cinta me recuerda a “El bueno, el malo y el feo” (1966), de Sergio Leone, la diferencia es que, de estos personajes, creo que no hay ninguno bueno.
“Los colonos” es una cinta que inicia con un paisaje inmenso que te deja sin aliento y que hace memoria a las películas del oeste como “Más corazón que odio” (1956), de John Ford, y “Los siete magníficos” (1960), de John Sturges. La diferencia es que este nuevo filme, en lugar del desierto cálido estadounidense, se ubica en el extremo sur del continente americano, específicamente en el archipiélago frío de Tierra del Fuego, lo que hoy es territorio de Chile y Argentina.
La película muestra una parte de la historia de Chile poco contada, el genocidio del pueblo indígena Selknam por “el bien de la civilización y el progreso”. “Me parecía que era un momento que me permitía reflexionar sobre muchas cosas del presente, es interesante averiguar cuando un país decide borrar una página de su historia”, explica Felipe Gálvez, director y coguionista de “Los colonos”, quien habló para El Espectador.
“Hoy la imagen de los Selknam está en los aeropuertos, se han transformado en una imagen souvenir y pop de Chile, pero no se habla de qué pasó con ellos. No se habla del genocidio. Esa es la violencia que puede suceder cuando una página se borra de la historia”, asegura el cineasta. La cinta es la ópera prima como director de Gálvez, quien lleva más de 16 años trabajando en el área del montaje. Esta producción nació de una idea hace más de una década.
Durante cuatro semanas y media el equipo de la película se adentró en la tierra más austral del continente. Entre los retos, se encontraron con un clima impredecible, vientos vertiginosos y una geografía complicada de andar. Todo eso era completamente nuevo para Gálvez, quien antes de “Los colonos” no había estado en el set de una producción más de un día.
“Hay un guion que yo creo que era muy fuerte, pero no se sabía cómo iba a quedar ejecutado. Esta producción tuvo que ver mucho con la confianza”, explica el cineasta, que trabajó con actores con experiencia como Stanley y Spruell, pero también con intérpretes novatos como Arancibia y Mishell Guaña, quien encarna a la indígena Kiepja.
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“Cuando se me ocurrió, pensé que no era buena idea que fuera mi primera película, conllevaba mucho trabajo. Pero después no se me ocurrió una idea mejor. Entonces dije: igual la hago. Se me cayó el pelo haciéndola y acá estoy nueve años después”, menciona Gálvez. “Me pareció interesante abordar este tema del genocidio indígena en Chile porque me permitía hacer un western y hacer una reflexión del cine”, explica el cineasta sobre el género en el enmarco su película.
“En la cinta puedo hablar del lugar que ocupó el cine en los genocidios indígenas de América. El género del western también fue un género de propaganda política, lo que hizo fue promover y defender la idea de civilización en los pueblos americanos y de matar a los pueblos indígenas”, asegura el chileno.
El director le da un nuevo aire al género del western, también conocido como cine del viejo oeste, que retrata a menudo la conquista de las tierras más allá de la frontera, como son conocidos los dominios de los nativos indígenas. El género se popularizó en Estados Unidos, Canadá, México y algunos países de Europa, como Italia.
“La película está llena de referencias al western y pasa por cintas como las de John Ford, pero también pasa por el cine de Stanley Kubrick y John Houston”, explica el cineasta. “Es una cinta que se va transformando, en parte es un western, que pasa a otros géneros como la aventura, el horror, el drama y finalmente desencadena en un thriller político”.
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“Es una historia que no es de personaje, tú no vas siguiendo a una persona. A mí me interesa mucho la audiencia, como he sido montajista toda mi vida he trabajado en el desarrollo de cómo el espectador va siguiendo y entendiendo la película”, explica el realizador, quien dice que le da más importancia a la trama y al código del cine en la producción.
Asimismo, el director asegura que hay dos espectadores para “Los colonos”. “De los que vean esta historia universal, unos son de los países que han sido colonizadores y los otros de los colonizados. Lo interesante es que las naciones americanas hemos sido las dos cosas”, termina diciendo Gálvez. La película tuvo su estreno en el Festival de Cannes y próximamente estará disponible en la plataforma de streaming MUBI.