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Tras la tormenta de problemas legales que han oscurecido la carrera de "El Sol" de México, el cantante Luis Miguel ha tomado cartas en el asunto para ordenar su vida y volver a ser el ídolo de masas que durante décadas enamoró al público con sus baladas. (Leer Luis Miguel: "Ha llegado el momento de que mi verdad salga a la luz").
El artista alcanzó recientemente un acuerdo con su exrepresentante William Brockhaus, quien le reclamaba un millón de dólares por incumplimiento de contrato, tal y como confirmó el miércoles su abogado, que no reveló los detalles del mismo. (Leer Luis Miguel paga fianza y recupera la libertad).
Este pacto le ha ahorrado tener que presentarse ante un juez de Los Ángeles este jueves y comenzar a enmendar el daño que sus conflictos jurídicos han causado a su imagen y trayectoria.
La orden de arresto emitida en abril por una corte angelina, después de que la estrella no acudiera a una audiencia programada por la denuncia de su exmánager, marcó un punto de inflexión.
El declive profesional que venía protagonizando desde 2014, cuando sufrió problemas de salud y empezó a cancelar conciertos, llegó a su punto álgido y se convirtió en carnaza para la prensa, lo que Luis Miguel siempre trató de evitar. (Leer El "divorcio" de Luis Miguel con el Auditorio Nacional de México).
Pero el artista todavía tiene que solucionar otros dos procesos con su compatriota Alejandro Fernández, uno de los mayores exponentes de la música ranchera y junto a quien debía irse de gira, y la discográfica Warner Music México, a la que debe dinero.
Según Gustavo Adolfo Infante, periodista mexicano especializado en el mundo del entretenimiento, los problemas legales del cantante, ganador de cinco Grammy y cuatro Grammy Latino, se deben a que "no estaba bien asesorado" a la hora de gestionar sus asuntos.
"En lugar de contratar a profesionales, decidió contratar como mánager a un amigo o a un amigo de su hermano. Y eso se nota", asegura.
Hermetismo
Autor de éxitos como "La incondicional", "No sé tú" o "Cuando calienta el sol", Luis Miguel ha consagrado toda su vida a cantar, desinteresándose por los temas administrativos y contractuales.
Nacido en Puerto Rico el 19 de abril de 1970, comenzó a cantar a los 11 años casi forzado por su padre, Luis Rey, figura que marcó profundamente sus primeros años de profesión. (Contexto Luis Miguel está en "decadencia" por desterrar a sus grandes colaboradores).
El padre de Luis Miguel "era una persona realmente difícil de tratar, conflictiva, tormentosa, dura", que sabía que su hijo era "una mina de oro", explica Paty Chapoy, conocida periodista del mundo del entretenimiento y presentadora desde hace más de 20 años de TV Azteca.
"Esa etapa fue muy difícil", apunta, "hasta que tuvo la madurez a los veinte y pico (años) de (decidir) que su papá ya no lo representara".
Por entonces, el cantante se había convertido en lo que es hoy: un hombre "hermético", "tremendamente meticuloso", que "guarda su intimidad de una forma impresionante" pero es perseguido por "la soledad", en palabras de Chapoy.
Esta obsesión por separar siempre su vida privada de la profesional ha hecho de él un personaje inaccesible, que obliga a sus colaboradores a firmar cláusulas de confidencialidad para blindarse, aunque venerado por sus fans.
Su relación a finales de los años 1990 con la cantante estadounidense Mariah Carey, con la que se dejó fotografiar por medio mundo, fue la excepción que confirma la regla. Con Aracely Arámbula, madre de dos de sus tres hijos, fue mucho más cauto. Apenas se conocen detalles de su unión.
Renacer
Sus cientos de miles de seguidores siempre han percibido como mágico el misterio que le rodea y parecen perdonarle incluso sus problemas legales.
"La admiración y el amor que tienen por Luis Miguel van más allá de cualquier cosa", subraya Chapoy.
Pero consciente del colapso que se avecinaba, Luis Miguel decidió afrontar su situación, contratando a un equipo de abogados en México y Estados Unidos para solucionar sus procesos por la vía rápida.
Además, se prepara para grabar un nuevo disco después de varios años de parón, que probablemente le lleve de gira otra vez, y en paralelo ha modificado sus hábitos para reponerse de sus problemas de salud, asegura la prensa local.
Su renacer también pasa por un cambio de actitud radical con respecto al público. En las últimas semanas han proliferado en las redes sociales fotos del artista con sus fans, algo inaudito hasta ahora.
El colofón llegará con la serie que Netflix prepara sobre su vida, que todavía no tiene título ni fecha de estreno.
"Durante décadas, muchas personas han hablado de mi vida. Pero ha llegado el momento de que mi verdad salga a la luz", asegura el cantante en el tráiler difundido la semana pasada.
"Versiones hay muchas. Verdad solo hay una", advierte el nuevo Luis Miguel.