“Mi amigo robot”, una película sin diálogos que compite por el ruido de los Óscar
El español Pablo Berger, director de la película “Mi amigo robot”, nominada a mejor película animada en los Premios Óscar de este año, habló para El Espectador sobre el proceso de la cinta. El director contó la historia que lo llevó a realizar su primer filme animado y cómo es que, aunque es una adaptación de una novela gráfica, es su proyecto más personal.
Mateo Medina Escobar
El barrio East Village en Manhattan, First Avenue y el Central Park en la Nueva York de los años 80, son algunos de los escenarios de la película “Mi amigo robot (Robot Dreams)” (2023). La diferencia de esta ciudad animada es que carece de seres humanos, en su lugar, animales de todo tipo conducen y caminan por las calles de la Gran Manzana. Un robot con aspecto humanoide se convierte en el compañero y amigo de un perro solitario.
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El barrio East Village en Manhattan, First Avenue y el Central Park en la Nueva York de los años 80, son algunos de los escenarios de la película “Mi amigo robot (Robot Dreams)” (2023). La diferencia de esta ciudad animada es que carece de seres humanos, en su lugar, animales de todo tipo conducen y caminan por las calles de la Gran Manzana. Un robot con aspecto humanoide se convierte en el compañero y amigo de un perro solitario.
El giro de la historia llega en la primera parte de la película, e incluso es revelada desde el tráiler de la cinta. En un viaje a la playa Ocean, ubicada a casi dos horas de la ciudad, el robot se descompone y termina varado en medio de la arena. La imposibilidad del perro de mover a su amigo y el cierre de la playa por la temporada de invierno separa a los dos personajes. La pregunta de si volverán a encontrarse es la incógnita de toda la historia.
“‘Mi amigo robot’ nace tas la lectura del libro del que está adaptado, pero no pensé inmediatamente en llevarla al cine”, cuenta el director de la cinta, Pablo Berger, quien habló para El Espectador. El cineasta se basó en la novela del mismo nombre de la estadounidense Sara Varon. “Leí el libro en 2010 y se convirtió en una de mis novelas gráficas favoritas”.
Berger es el director de otros tres largometrajes: “Torremolinos 73″ (2003), “Blancanieves” (2012) y “Abracadabra” (2017). “Cuando tenía que ponerme en marcha con mi cuarto proyecto, un día tomando café tomé la novela gráfica y la releí. Esta vez cuando llegué al final se me saltaron las lágrimas. Estaba absolutamente conmovido, algo que no me había pasado en otras ocasiones. Fue en ese momento cuando decidí hacer la película. Eso pasó en 2018″.
Si bien la película está basada en la novela gráfica, el director español le agregó varios elementos de su vida personal, como la ubicación de la historia, que pasó de ser una ciudad cualquiera en EE. UU., aunque fue en Nueva York donde el cineasta vivió por una década. “Hice sustituciones. La hice mía de tal manera que me acordé de un montón de personas que ya no estaban conmigo, gente que he querido mucho y que ya no están. Como mis padres y amigos. El proyecto era también un homenaje para ellos.
‘Mi amigo robot’ es mi película más personal. Me siento como Dog, ese perro solitario que vive en East Village. Que se enamora y le destrozan el corazón, que se vuelve a enamorar, que hace amigos, que los pierde. En total fueron 10 años de mi vida en Nueva York. Yo ahí estudié cine (…) La ciudad fue fundamental en mi formación como persona y creador”.
Agrega que “en la novela gráfica hay una ciudad americana indefinida, pero en el momento que empecé a escribir el guion enseguida me di cuenta de que tenía que hacer de protagonistas al robot, al perro y a Nueva York. Ese es uno de los atractivos de la película. Pienso que el espectador que venga a ver ‘Mi amigo robot’ en el cine lo que va a hacer es viajar en el tiempo a una Nueva York que ya no existe, la de los años 80″.
La película no tiene diálogos, lo que facilita su comprensión para el público de todo el mundo. Y aunque no se escuchen palabras de los personajes, la música y los sonidos se convierten en otra parte importante de la cinta. “Yo trabajo con la misma Music Editor en todas mis películas, Yuko Harami. Ella es intermediaria entre el compositor Alfonso de Vilallonga y yo”, explica Berger.
“Cuando hablas del sonido de Nueva York tienes que pensar que es una ciudad llena de barrios, llena de diferentes etnias y eso había que plantearlo en la banda sonora de la película de una manera muy natural. Cuando Dog y Robot salen por primera vez a las calles de la ciudad se escucha música latina, punk rock, y también música callejera como lo son el bucket drumming, el hip hop y la new wave. Era importante todos esos tipos de música en el sonido de la ciudad”.
La canción más representativa de la película es “September”, de la banda Earth, Wind & Fire, que suena a lo largo de toda la cinta y se convierte en un himno de la amistad de los dos personajes. El español explica que “aparte de las canciones también hay una banda sonora original de Alfonso de Vilallonga. “Desde el primer momento pensamos en el jazz hecho con un cuarteto, donde el piano sea el protagonista para crear melodías muy emotivas”.
El camino de “Mi amigo robot”
“Curiosamente, para una película de animación ha sido un proceso muy rápido. El proyecto empezó en 2018, cuando contacté con Sara Varon. La escritura del guion fue un proceso muy importante. También cuando haces una cinta animada el storyboard es vital, en eso estuvimos cerca de un año trabajando”, asegura el español, que con “Mi amigo robot” dirigió su primera película animada.
El cineasta explica que una vez tuvieron el mapa del tesoro, que es como se refiere al storyboard de la película, se incorporaron los animadores. Berger explica que se montaron dos estudios de animación, uno en Madrid y otro en Pamplona, con casi 200 artistas y animadores. Esa etapa del proyecto tomó dos años para animar a los personajes que hoy se ven en la pantalla grande. “Luego de eso llegó la posproducción, que fueron alrededor de ocho meses, para un total de cinco años de trabajo”, cuenta el realizador.
Una vez completada la película, que es una coproducción entre España y Francia, Berger y su equipo comenzaron el proceso de aplicar a diferentes escenarios de cine. Para fortuna de “Mi amigo robot”, el filme fue seleccionado en algunos de los festivales más importantes. En mayo de 2023, la película se estrenó por primera vez en el Festival de Cine de Cannes. Al siguiente mes, se proyectó en el Festival de Cine de Animación de Annecy, el más significativo de su tipo, allí obtuvo el premio Contrechamp Grand Prix. Más adelante, la película fue seleccionada en otros festivales como el de Toronto (Canadá), SITGES (España) y BFI London (Reino Unido).
La película se ha ganado premios y nominaciones en algunos de los eventos más importantes del cine, entre esos, los Premios de Cine Europeo, donde se llevó el galardón de mejor película animada. También se ganó ese premio en los Goya, junto al de mejor guion adaptado. La película competirá este domingo 10 de marzo en los Premios Óscar por la categoría de mejor película animada contra “El niño y la garza”, “Spider-Man: A través del Spider-Verso”, “Nimona” y “Elementos”.
Las palabras de Sara Varon
El español recuerda el día que la autora de la novela gráfica, Sara Varon, vio la película por primera vez. “Fue en el Festival de Toronto. Ella estaba emocionadísima y le encantó. Nos abrazamos y en lágrimas me dijo ‘es maravillosa. Has contado la misma historia, pero de una manera muy diferente’”.
“Siento que el alma, la esencia y el tema de la historia es exactamente el mismo, pero al ser de dos medios tan diferentes, el cine y la novela gráfica, están contadas de manera distinta”, explica Berger.
El cineasta cuenta que conoció a Varon en 2018 en Nueva York y de inmediato le hizo la propuesta de hacer la película. Ella aceptó enseguida. “Me dio carta blanca. No participó en el proceso creativo, ni en el guion, ni en los diseños artísticos. Pero luego, si vino a visitarnos a Madrid, al estudio de animación y ha seguido con nosotros todo el proceso del estreno y éxito que ha tenido la película”.