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En “Hard” interpreta a Sofía, ¿cómo avanza el personaje en los nuevos capítulos?
Sofía empieza a entender cuál es el lugar que ocupa. Ella vive en un mundo donde hay muchos prejuicios, muchas de sus personas cercanas la juzgan y ella misma fue educada para ver la vida de cierta forma. De repente, entra en un mundo inimaginable, así que para mí la historia tiene que ver con los retos que la llevan a entender los prejuicios. Es decir, ella es una mujer viuda que, de un momento a otro, hereda una productora porno; algo totalmente vetado según la moral, así que debe empezar a redescubrirse, entenderse como mujer y cambiar la estructura de su vida.
Cada vez Sofía está más dedicada a la compañía SofiaX. ¿Qué tanto le cuesta mantener el secreto?
Esa es una gran dificultad. Ella está tratando de romper sus patrones, cambiar su comportamiento, pero vive en una estructura social que cada tanto le recuerda el estado donde estaba antes y la forma como la criaron. Es una mujer que tiene cuarenta años, tiene toda la vida organizada y de repente debe ser otra persona. En estos nuevos episodios Sofía no solo lucha contra sí misma, sino con quienes la rodean, al mismo tiempo que se fortalece como profesional y empresaria. De hecho, la vemos más creativa laboralmente, porque está abierta a una serie de posibilidades de hacer de la industria porno un lugar feminista, pensando en satisfacer el placer de las mujeres.
Para usted, ¿qué significa protagonizar una serie sobre la sexualidad desde el punto de vista femenino?
Me parece maravilloso porque está muy acorde al momento que estamos viviendo. Creo que la trayectoria de Sofía es muy significativa, porque representa cómo vamos tomando conciencia de nuestros prejuicios, porque realmente los tenemos muy arraigados; no nos damos cuenta de eso. Hay palabras o actitudes que tienen un prejuicio impregnado, y en este justo momento el mundo está en deconstrucción y cada ser humano está tratando de reconectarse consigo mismo. Para mí, como actriz, es increíble darle voz a esta figura que empieza a enfrentarse, a reconocerse a sí misma.
Varias series de HBO producidas en Brasil, como “El negocio” o “Magnífica 70”, giran en torno al sexo. ¿Por qué cree que tienen ese enfoque?
La industria porno en Brasil es muy fuerte; la de todo el mundo, en realidad. El porno es algo que todos han visto seguramente alguna vez, pero no de lo que se habla en un bar, entonces creo que con las series el tema se vuelve más natural y, por lo tanto, empieza a tener legitimidad y eso puede ser beneficioso porque el placer debe ser visto como algo tranquilo, ligero; el placer debe ser visto sin prejuicios. Espero que ayude a la sociedad a repensar su posición, especialmente en Brasil, donde parece que nos hubiéramos devuelto cuarenta años en los últimos cuatro. Me hace muy feliz que HBO tenga esta iniciativa de reflexionar sobre este universo tabú y presentar personajes femeninos dueños de sus actos.
Tras actuar en “Hard”, ¿cambió en algo su forma de ver la industria pornográfica?
Realmente sí. Había muchos aspectos que no conocía, fetiches que no me imaginaba que la gente tenía. De hecho, pensaba que los fetiches estaban relacionados con los actos sexuales, pero no siempre es así. También pude aprender sobre el placer femenino; generalmente el porno está hecho para hombres, igual que la sexualidad, porque está construido por hombres y para hombres. Saber que en realidad hay mujeres que están tratando de proponer otro tipo de porno pensando en las mujeres, en el erotismo y la seducción y la estimulación es satisfactorio. No sabía que no sabía nada de esta industria.
¿Para construir a Sofía, tomó algunos elementos de su personalidad?
Mi teoría es que, como actriz, tengo que buscar en mí algo del personaje. Obvio, no tengo la experiencia de Sofía, no viví su historia, ni entiendo completamente su situación, pero busqué dentro de mí algo que podría ser un trauma, un gran dolor, Eso fue un gran desafío, porque generalmente nos atrevemos a hablar de nuestras cualidades, pero no tanto de eso que nos hace daño o nos causa avergüenza. También me pregunté si yo, Natália, tendría de novio a un actor porno. Yo no sé, tal vez no… tal vez me sentiría como Sofía y seguro alguien me diría que tengo prejuicios, y sí, es verdad.
Ha actuado en comedias, dramas y acción. ¿En qué género se siente más cómoda?
Nunca me siento completamente cómoda, siempre me queda la sensación de que cada personaje que interpreto no es una persona que conozco, como que siempre empiezo de cero. Yo trabajo desde los ocho años, así que sé trabajar, no me da miedo memorizar un texto y tampoco me da miedo la cuestión técnica. Pero el momento de hacer que la gente realmente crea en mi personaje es lo que me aterroriza, no importa si es drama, comedia o acción. Ahora, me gusta más la comedia porque es una manera ligera de observar las cosas, hacer que la gente reflexione, porque también hay que cuestionarse qué nos causa risa. Es un medio de arte muy sofisticado, aunque sea popular.
Ahora que es popular en Latinoamérica, ¿cómo se ve como actriz?
Me siento muy contenta, muy feliz. Por lo general, pienso que el mejor trabajo es el que estoy haciendo, así que me da mucha alegría. Estuve toda la cuarentena en mi casa y, como trabajo desde niña, eso fue como que me hubieran quitado algo. Voy a hacer una película y una novela… estoy feliz con mi trayectoria, con los altos y bajos, porque no es fácil empezar a trabajar desde tan corta edad, muchos colegas no siguieron, entonces ver mi carrera en perspectiva y ver que sigo subiendo y haciendo trabajos con gente que admiro me llena de gratitud.