“Los que se quedan”: Un relato humano conmovedor que solo brilla
La cinta, escrita y dirigida por el estadounidense Alexander Payne, es candidata a mejor película en los Premios Óscar 2024.
Daniel Rojas Chía
Es poco común que algo a lo que hoy se le puede calificar como “imperfecto”, una imagen granulada con apariencia de haber sido filmada en los años 70′s con una cámara de 35 mm, con tonos degradados y colores opacos sea algo bueno o agradable cuando no se trata de un clásico, pero esta sorprendente cinta ubica al espectador en esta década desde que inician los créditos con el logo de Universal Pictures de la época, para luego presentar una historia tan conmovedora, bella, divertida, y con tanto carácter humano.
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Es poco común que algo a lo que hoy se le puede calificar como “imperfecto”, una imagen granulada con apariencia de haber sido filmada en los años 70′s con una cámara de 35 mm, con tonos degradados y colores opacos sea algo bueno o agradable cuando no se trata de un clásico, pero esta sorprendente cinta ubica al espectador en esta década desde que inician los créditos con el logo de Universal Pictures de la época, para luego presentar una historia tan conmovedora, bella, divertida, y con tanto carácter humano.
Escrita y dirigida por el estadounidense, Alexander Payne, ratifica que el cine de autor es más necesario hoy que nunca, recreando con sensibilidad un clásico de navidad instantáneo, y presentando sus personajes de manera inteligente para que cada uno adapte su rol en la historia y que, con detalles maravillosos, muestran sus facetas y las dinámicas de sus conflictos.
El director y sus temáticas características con la filmografía a su haber como en la maravillosa Entre copas (2004), su inconfundible Los descendientes (2015), o su conmovedora Las confesiones del Sr. Schmidt (2002), entre otras, dejan entrever temas de la condición humana como la soledad, la absolución, el valor de los actos y cómo cada momento puede ser valioso para darle sentido a la existencia proponiendo un ejercicio de reflexión tan profundo, como conmovedor.
En “Los que se quedan”, Payne presenta a Paul Hunham, interpretado por el maravilloso Paul Giamatti, un profesor cascarrabias de un prestigioso colegio en Estados Unidos que se ve obligado a permanecer en el campus durante las vacaciones de navidad para velar por un puñado de estudiantes que no tienen a donde ir. Contra todo pronóstico, la convivencia le llevará a forjar un vínculo con Angus, uno de ellos, interpretado por el debutante Dominic Sessa, un problemático, pero inteligente muchacho con sus propios traumas y dificultades.
A ellos se suma la jefa de cocina de la escuela, que acaba de perder a su hijo en Vietnam, interpretada por la recientemente ganadora del Globo de Oro (y de seguro de muchos premios más) Da’Vine Joy Randolph.
Es realmente atípico encontrar una película que tenga profundas reflexiones, cuyo nombre se mueva dentro de los títulos más comerciales de la industria, esto, gracias a la creciente temporada de premios y nominaciones. Esta cinta tiene la facultad de combinar el humor suficiente y sin excesos con una narrativa serena, pero sin pausas, con un ritmo versátil que permite no perderse de nada y dar el espacio necesario para pensar en todo. Payne no entrelaza las historias, hace que cada una nutra de manera inteligente a la otra ubicando como protagonista al carácter humano que frente a las diferentes dificultades transita el ser humano a diario.
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El perdón, la melancolía de lo que nunca fue, el racismo y el autoconocimiento son solo algunas estaciones por las que transitan los personajes para encontrar respuestas de sí mismos y los aprendizajes necesarios que dan como resultado diálogos refrescantes durante dos horas y trece minutos que pasan volando como la vida.
La idea de la cinta nació durante una proyección en el Festival de Cine de Telluride de 2011, cuando Alexander Payne vio la película Merlusse de 1935 de Marcel Pagnol, según le contó a El País. “Está la historia del profesor que tenía un problema en la vista. Fue la premisa, no la semilla. Porque años después recibí un guion para un episodio piloto de David Hemingson, a quien no conocía, que tenía una historia similar a esa, y lo llamé y lo desafié: ‘¿Qué pasaría si lo reescribieras como una película? ' Y él estuvo de acuerdo. Gracias a él”.
Para definir la época de la película, los creadores habían pensado en la década de 1950, aunque finalmente se decidieron por los años 70. “La década de 1950 es territorio de Peter Weir (La Sociedad de los Poetas Muertos). Y hoy en día no hay escuelas unisex y hay demasiados teléfonos móviles. Así surgió la necesidad de hacerlo como si estuviéramos en 1970, desde los créditos hasta los movimientos de cámara. Pensé que sería divertido, lo haría interesante. Hace una década, ya buscaba algo especial filmando Nebraska (2013) en cinemascope y en blanco y negro. La clave fue que no lo rodamos como si fuera un largometraje de época, sino como si estuviéramos trabajando en 1970, en una película contemporánea. Fue una experiencia radical”.
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La facultad que cada personaje tiene para encontrarse con el espectador es conmovedora y atractiva desde la puesta en escena con una encantadora atención a los detalles hasta la excelente dirección de arte de Ryan Warren Smith y el ojo bizco del profesor Paul Hunham impulsado por la muy destacada dirección de fotografía de Eigil Bryld que logra contener en cada plano la intención y la emoción que exige cada toma, haciendo de “Los que se quedan” una película equilibrada que nunca decae. En Colombia la película se estrena el próximo 22 de febrero.
Vi un Paul Giamatti maravilloso desde todo punto de vista, que, hasta oliendo a pescado, es una de las luces más brillantes de la película y propone el cuestionamiento de no juzgar todo lo que se ve hasta tener el panorama completo. El debutante Dominic Sessa hace más que lo necesario para hacer de aquí en adelante muchas más películas en su carrera; otra de esas tres grandes luces de esta cinta es sin duda Da’Vine Joy Randolph, cuya expresión perfecta e interpretación, completan desde ya, una de las mejores películas de 2024. Juzguen ustedes.