Pitt y DiCaprio, dos talentos que Tarantino unió
Dos de las figuras más importantes del cine trabajan por primera vez juntos en una película. Brad Pitt y Leonardo DiCaprio desempeñan roles estelares en la más reciente propuesta cinematográfica de Quentin Tarantino.
Fabián W. Waintal
Son tan pero tan pero tan importantes que resulta difícil elegir a quién nombrar primero, para presentarlos. Brad Pitt y Leonardo DiCaprio. Leonardo DiCaprio o Brad Pitt. ¿Cuál suena mejor? Dos superestrellas, juntos, en el mismo lugar es algo que solo Quentin Tarantino puede lograr.
Gracias por ser nuestro usuario. Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a uno de nuestros planes para continuar disfrutando de este contenido exclusivo.El Espectador, el valor de la información.
Son tan pero tan pero tan importantes que resulta difícil elegir a quién nombrar primero, para presentarlos. Brad Pitt y Leonardo DiCaprio. Leonardo DiCaprio o Brad Pitt. ¿Cuál suena mejor? Dos superestrellas, juntos, en el mismo lugar es algo que solo Quentin Tarantino puede lograr.
Y después de desfilar por la alfombra roja en el estreno mundial de Once Upon a Time in Hollywood en el Palacio de Festivales en Cannes, después de sonreírles a las admiradoras que gritaban sus nombres desde la calle, después de posar para la lluvia de flashes, llegó el turno de entrevistarlos. Juntos.
¿Qué tan bien se conocían antes de trabajar juntos por primera vez en “Once Upon a Time in Hollywood” y qué tan bien se conocen ahora?
Brad Pitt (B. P.): Los dos entramos en este mundo al mismo tiempo, tenemos experiencias similares de las que nos podemos reír. Y espero volver a hacerlo, porque fue muy divertido.
Leonardo DiCaprio (L. D.): Los dos crecimos en la misma generación, empezamos casi al mismo tiempo. Fue increíblemente fácil y confortable trabajar al lado de Brad.
B. P.: Yo opino igual. Me reí bastante con él. Fue muy fácil y muy divertido trabajar juntos. Pero tiene que ver con el hecho de saber que del otro lado de la mesa tenía en frente a lo mejor de lo mejor, compartiendo las mismas escenas. Es algo que siempre genera un gran alivio.
¿Cómo fue aquel primer día en que tuvieron que trabajar juntos?
L. D.: Para ser honesto, Quentin [Tarantino] nos había dado toda una historia previa de nuestros personajes. Literalmente nos había traído una biblia de los trabajos que en la ficción, supuestamente, habían tenido juntos, la amistad que compartían y lo que habían pasado también ellos en la industria del cine, como una forma de mostrarnos cómo llegaron hasta donde los vemos ahora en esta nueva era de Hollywood.
B. P.: Como cuenta Leo, los dos tuvimos buenos puntos de referencia.
L. D.: Eso fue lo que también alimentó tanto la comodidad inmediata que sentimos trabajando juntos.
¿Se tentaron en algún momento por intercambiar los roles entre ustedes, cuando leyeron el guión por primera vez?
B. P.: No, al menos yo no pienso de esa forma.
L. D.: Brad no solo es tremendo como actor, también es un profesional. Y cuando Quentin nos ponía en escenarios improvisados, nosotros ya teníamos los pies bien puestos en la historia de nuestros personajes. Realmente fue todo muy fácil. Y creo que falsificamos un gran vínculo cinematográfico en un cine que también trata sobre el cine.
¿Cómo resumirían entonces la película de “Érase una vez en Hollywood” sin revelar ninguna de las sorpresas
B. P.: Es una carta de amor a la comunidad que tanto queremos que por momentos a veces también llegamos a odiar y adoramos; a la ciudad de Los Ángeles, que tanto queremos, a la gente, a los grandes del cine y la televisión y a aquellos desconocidos que también pisaron el mismo suelo antes que nosotros, los que se parecen tanto al personaje de Rick Dalton que interpreta Leo.
L. D.: Lo original de esta película es que muestra una porción de la vida. Es un día en la vida de toda esta gente, la gente que está dentro y fuera del mundo del espectáculo, además de la historia de Charles Manson y cómo fue que realmente cambió la cultura de Estados Unidos, para siempre. Digamos que 1969 no fue solo un año importante que cambió la historia del cine, sino al mundo entero, en términos de movimientos radicales y todo lo que pasó durante ese período.
El elenco superestelar de Érase una vez en Hollywood es el mejor homenaje al mundo del cine, celebrando los 25 años desde el primer éxito de Quentin Tarantino con Pulp Fiction. Y mientras la historia sigue a Leonardo DiCaprio como un ficticio actor famoso de 1969, sumando a Brad Pitt como su doble, además de las sorpresivas participaciones de Al Pacino, Dakota Fanning y Kurt Russell... la mayor sorpresa resulta ser la verdadera historia del asesinato de la esposa de Roman Polanski, Sharon Tate, con la excusa de ser en la ficción la vecina de DiCaprio.
¿Hasta qué punto se identifican con la película de Quentin Tarantino, teniendo en cuenta que la historia trata sobre un actor famoso de Hollywood, aunque sea ficticio y de otra época?
L. D.: En relación con mi personaje, cuando miro mi propia vida, inmediatamente me identifico con mi rol en muchos sentidos, porque yo crecí en la industria del cine y esta persona también vivió un momento de cambios donde él se está quedando atrás (de la fama). Es algo que a mí me hace apreciar todavía más la posición que ocupo, al ver cómo de repente él tiene que luchar con su propio camino y la falta de confianza para conseguir el siguiente trabajo de actor. No sé… yo me conecté con el personaje desde el primer instante. Tengo muchos amigos en esta industria y sé la suerte que tengo por las oportunidades que se me cruzan en el camino. Solo puedo sentir todavía más gratitud, una inmensa gratitud.
B. P.: A mí me gusta ver los dos personajes que creó Quentin, como un solo individuo. Y realmente noto el punto en común de la aceptación. Aceptar tu lugar, tu vida, el lugar que te rodea, tus desafíos, tus problemas. En el personaje de Rick vemos a alguien que en un modo muy gracioso pasa por un momento de su vida donde nada es suficiente. La vida está en su contra, en las mejores escenas que también pude ver con mi amigo Leo. Y con mi personaje de Cliff, ves a un hombre que ya pasó por todo eso y está en un lugar donde acepta su vida, está en paz y sabe que pase lo que pase podrá encontrar la solución cuando la necesite. Esa es la idea que yo tengo al menos.
L. D.: Es como volver atrás en el tiempo, con una mezcla del estilo Tarantino, que le agrega una especie de cuento de hadas. Es una vista nostálgica al pasado, lo que pudimos haber visto en los ojos de nuestros dos personajes, que además se apoyan tanto en la ficción.
Leonardo DiCaprio: ¿cree que su personaje de Rick Dalton en la película es realmente buen actor o es solo un invento de la fama y Tarantino?
L. D.: Bueno, sí, al menos yo pienso que mi personaje de Rick Dalton es un gran actor [risas].
¿Y qué tan bueno es Quentin Tarantino como director?
L. D.: El proceso en que trabaja Quentin es único. Hay muy poca gente en este mundo que sabe tanto no solo sobre la historia del cine, sino también de la música y la televisión. Es como si estuvieras en contacto con la base de datos de un computador. Es asombroso el conocimiento que tiene, parece infinito.
B. P.: Por eso yo pienso que esta película es su carta de amor a nuestra industria. La trasladó a nuestros dos personajes, donde la década del 60 les pasó por encima, igual que la industria.
L. D.: Supongo que nosotros también en algún momento nos sentimos como los personajes, como si miráramos todo desde afuera. Realmente es una carta de amor a la industria del espectáculo y la gente que Quentin tanto aprecia. Nos hizo estudiar a todos, desde Ralph Meeker hasta Eddie Burns y Ty Hardin, todos estos actores que él aprecia tanto desde la perspectiva artística; gente que en su momento contribuyó al catálogo de los logros del cine y la televisión.
B. P.: Quentin ama al cine y le encanta hablar del tema. Y durante el rodaje, el estudio se llenó también de una gran energía como en ningún otro lado. Siento que en cierta forma, para él, es una forma de volver a su casa. No veo otra forma mejor de describirla, pero es una verdadera carta de amor a la misma industria donde nosotros también tenemos la fortuna de trabajar.
¿Qué opinan sobre la obsesión que hoy todavía tenemos sobre aquella época que muestran en el cine con la realidad detrás de tanta furia en contra de la gente detrás del Clan Manson y el asesinato de Sharon Tate?
B. P.: Yo no lo veo como una furia en contra de la gente. Yo lo veo como una furia en contra de la pérdida de la inocencia. En ese entonces, en 1969, cuando ocurrieron los asesinatos del Clan Manson, había un movimiento de amor libre. Había mucha esperanza, con todo tipo de nuevas ideas. El nuevo cine estaba siendo recalibrado. Y cuando pasó aquel evento tan trágico con la pérdida de Sharon [Tate] y tanta gente, lo que dio tanto miedo y por lo cual todavía lo recordamos es porque también era una mirada oscura al peor perfil de la naturaleza del ser humano. Aquel momento fue realmente la pérdida total de la inocencia. Al menos es lo que pienso que además la película muestra tan bien.