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Pornografía infantil 'Made in Colombia'

El programa ‘séptimo día’ denuncia casos de un comercio silencioso que ya deja más de 900 víctimas. La conexión cúcuta-miami es la evidencia de un negocio que se reinventa todos los días.

Alejandra Rodríguez Camacho*
08 de febrero de 2015 - 02:00 a. m.
El Ministerio de Comunicaciones ha bloqueado 5.300 páginas por vender o compartir contenido sexual con menores de edad. / AFP
El Ministerio de Comunicaciones ha bloqueado 5.300 páginas por vender o compartir contenido sexual con menores de edad. / AFP
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“Hacíamos lo que pidieran los usuarios… pagaban por medio de tokens. Por ejemplo, dele un beso y damos 200 tokens. Tocaba esperar a que primero pagaran y ahí sí uno hacía lo que le dijeran”. Un token es una especie de moneda digital que vale un dólar, que el consumidor paga para que los niños permanezcan frente a la cámara. Un espectáculo puede costar entre 100 y 200 tokens, según el acto.

Esteban (nombre cambiado para proteger su identidad) cuenta sin ningún asomo de vergüenza lo que tenía que hacer frente a las cámaras en su trabajo. Tiene 14 años y en noviembre de 2014 la Policía lo encontró en Cúcuta, junto a otros tres menores de edad, transmitiendo en vivo escenas sexuales para más de cinco mil usuarios en todo el mundo.

Pero claramente ellos no estaban solos. Detrás de su espectáculo, casi que tras bambalinas, estaban los tres hombres que les pagaban por realizar diariamente el mismo show frente a la cámara web. ¿Cuántos usuarios podían tener conectados durante una escena? Todos los días entre 4 y 5 mil usuarios desde Rusia, Norteamérica y hasta países asiáticos. El negocio funciona así: las escenas sexuales con niños se graban con una cámara casera y luego se enlazan con alguna de las 5.000 páginas de sexo en vivo que actualmente se encuentran en la red.

“Esta es solo la punta del iceberg. Aquí capturamos a cuatro personas, pero estamos seguros de que hay más y que muchos otros niños pasaron por esta sala de chat”, relata el teniente Daniel Ortiz, de la Policía de Infancia y Adolescencia de Norte de Santander.

La modalidad es tristemente novedosa y lucrativa. El porno infantil ahora se mueve a través de redes sociales y chats para adultos. En estos espacios se vale hacer cualquier cosa, con tal de tener al usuario conectado y pagando.

“Es un delito que sabemos que está produciendo muchas ganancias, es el tercer delito que más produce dinero en el mundo”, explica Angie Salazar, subdirectora de la Agencia de seguridad ICE, brazo de la Embajada de los Estados Unidos en la lucha contra la pornografía infantil en Colombia.

El consumo en el mundo ha aumentado y en Colombia varias personas han apostado por abastecer este cruel comercio. Las capturas en los últimos tres años casi se han triplicado y la internet está atestada de videos sexuales de niños de todas las edades. Muchos de ellos, colombianos.

En el último año, el Ministerio de Comunicaciones ha bloqueado 5.300 páginas por vender o compartir contenido sexual con menores de edad. Se estima que unas 4.100 siguen funcionando.

“Es un tema demasiado serio, sensitivo, porque como hemos mencionado, las víctimas en este caso son niños que no saben en qué los están utilizando”, explica Álvaro Zabaleta, uno de los detectives de la Dirección de Delitos Sexuales de la Policía de Miami, quien desde allí viene trabajando de la mano con las autoridades colombianas.

Básicamente, las policías de otros lugares en el mundo buscan capturar a los consumidores y brindarle a Colombia las pistas necesarias para llegar a los productores. Pero no ha sido fácil.

Entre más pequeños…

En febrero del año pasado, la Policía no podía creer que una mujer en Cali estuviera utilizando a una niña de 3 años y a un niño de 8 en una página que era altamente visitada en Estados Unidos y varios países europeos.

La mujer, identificada como Sandra Valencia, se dedicaba desde el año 2010, según las investigaciones, a alimentar chats para adultos. “Primero empezó haciendo estríper, después sus clientes empezaron a pedirle más y ella no le vio problema en utilizar a los niños, a quienes trataba como a una pareja normal”, asegura Jaime Andrés Micán, uno de los investigadores que estuvieron al frente de este caso. Después de tres meses, las autoridades ya estaban muy cerca de la productora de pornografía infantil en Cali, que fue detectada desde Estados Unidos.

Los detalles que descubrieron se podrían catalogar como uno de los casos más aberrantes vistos en Colombia en materia de abuso sexual a menores. Esta noche a las 9 p.m., por el Canal Caracol, vea los detalles.

 

ESPECIAL PARA EL ESPECTADOR

* Periodista de Séptimo Día.

Por Alejandra Rodríguez Camacho*

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