Premios Platino: ¿qué significa para los realizadores colombianos?
Más allá de competir por un galardón, esta ceremonia permite a la industria evaluarse en la escena iberoamericana. “Virus tropical” continúa fortaleciendo el género de la animación, mientras que “Pájaros de verano” llega a competir con “Roma”.
Lilian Contreras Fajardo
Virus tropical y Pájaros de verano son las dos películas colombianas que compiten por el Premio Platino 2019. Estos galardones, creados hace seis años, tienen como objetivo principal reconocer las mejores producciones iberoamericanas, pero también generar conversación por medio de las nominaciones y una ceremonia que este año se llevará a cabo en la Riviera Maya, México. La favorita es Roma, obra con la que Alfonso Cuarón ganó hace unos meses el Óscar a mejor película extranjera, mejor fotografía y mejor director. Este filme, que está disponible en Netflix desde diciembre pasado, seguramente no necesita más promoción, pero no es el caso de otros, porque si hay un fenómeno que une al cine mundial es que las historias que no son producidas por un gran estudio de Hollywood tienen pocas posibilidades de sobrevivir a la exhibición.
Santiago Caicedo, director de Virus tropical, dice que es fundamental llevar la película a todos los festivales y ponerla a competir en premios para que siga viva. “Nos demoramos cinco años haciéndola y tiene una vida en salas muy corta. Estamos en la lucha absoluta de decir ‘esto existe, esto lo hicimos con mucho cariño, habla de cosas importantes; por favor véanlo, que es lo que está pasando en Colombia’”, explica.
Inspirada en el cómic de Power Paola, la cinta narra, de forma animada y autobiográfica, los desafíos de una niña ante la ausencia de su padre exsacerdote y sus hermanas mayores. El filme se estrenó mundialmente en el Festival de Cine de Berlín de 2018 y desde entonces no ha parado de viajar por el mundo y ganar reconocimientos como el Quirino de la Animación Iberoamericana. La cinta animada duró pocas semanas en cartelera nacional, pero ya encontró otros caminos de distribución como Señal Colombia y Amazon Prime.
Esta nominación es una oportunidad para hablar del cine animado en el país, una conversación que también se dio el año pasado con El libro de Lila. Según Caicedo, en los últimos años se ha despertado el interés por el género y tanto el Gobierno como las empresas se han dado cuenta de que “la animación es algo interesante en lo que vale la pena invertir”. Sin embargo, sostiene que aún falta crear una industria y lugares de estudio y capacitación.
El director está a gusto con que la película siga rotando, porque no es un proyecto con final establecido. La viñeta de Power Paola se transformó en una narrativa transmedia que involucra diversos medios y plataformas , como una banda sonora y otros productos que permiten crear nuevas capas del universo Virus tropical.
Por el contrario, los Premios Platino significan para Pájaros de verano el final de un ciclo exitoso que comenzó en mayo de 2018 en Cannes y continuó en Hollywood con la nominación al Óscar en la categoría mejor película extranjera. Para Cristina Gallego, codirectora junto a Ciro Guerra, también significa la oportunidad de fortalecer su rol como directora luego de haber trabajado dos décadas en la producción.
“El abrazo de la serpiente me dio una confianza grande para pensar algo que nunca había pensado en la vida y es que podía dirigir o que quería dirigir”, dice.
El equipo de producción de Pájaros de verano llega a México con la posibilidad de competir en categorías en las que normalmente Colombia no figura: dirección de montaje, arte, fotografía y sonido, además de las recurrentes en dirección y filme de ficción. Por eso, en la Riviera Maya se reunirán, incluso con sus familias, para dar un cierre espiritual.
Gallego y Guerra también compiten en los Platino (con su productora Ciudad Lunar) con el documental Yo no me llamo Rubén Blades, dirigido por el panameño Abner Benaim, quien ve en esta ceremonia una oportunidad para reconocer “la producción iberoamericana como una sola entidad”. También celebra que, gracias a la difusión de fronteras entre el cine y la televisión, este proyecto se pueda ver en plataformas como iTunes y HBO. “No tengo miedo de que el cine vaya a desaparecer, ni nada por el estilo. Esa experiencia de asistir a una sala de cine sigue siendo única. Hay que aceptar que estos cambios no afectan la esencia del contenido ni su razón de ser”.
De forma similar piensa el director Andrés Baiz, quien comenzó su carrera en el cine y desde hace cuatro años está enfocado en Narcos, la serie de Netflix, cuya cuarta temporada se concentra en México y está nominada en estos premios iberoamericanos. Baiz, tras haber dirigido veinte episodios en total, cree que es mejor director porque ha forjado y formado su identidad. Para él, que ha estado presente desde la primera edición de los Platino, es muy “satisfactorio cuando tus creaciones son valoradas a nivel internacional”.
La periodista asiste a los Premios Platino en México por invitación de Egeda.
Virus tropical y Pájaros de verano son las dos películas colombianas que compiten por el Premio Platino 2019. Estos galardones, creados hace seis años, tienen como objetivo principal reconocer las mejores producciones iberoamericanas, pero también generar conversación por medio de las nominaciones y una ceremonia que este año se llevará a cabo en la Riviera Maya, México. La favorita es Roma, obra con la que Alfonso Cuarón ganó hace unos meses el Óscar a mejor película extranjera, mejor fotografía y mejor director. Este filme, que está disponible en Netflix desde diciembre pasado, seguramente no necesita más promoción, pero no es el caso de otros, porque si hay un fenómeno que une al cine mundial es que las historias que no son producidas por un gran estudio de Hollywood tienen pocas posibilidades de sobrevivir a la exhibición.
Santiago Caicedo, director de Virus tropical, dice que es fundamental llevar la película a todos los festivales y ponerla a competir en premios para que siga viva. “Nos demoramos cinco años haciéndola y tiene una vida en salas muy corta. Estamos en la lucha absoluta de decir ‘esto existe, esto lo hicimos con mucho cariño, habla de cosas importantes; por favor véanlo, que es lo que está pasando en Colombia’”, explica.
Inspirada en el cómic de Power Paola, la cinta narra, de forma animada y autobiográfica, los desafíos de una niña ante la ausencia de su padre exsacerdote y sus hermanas mayores. El filme se estrenó mundialmente en el Festival de Cine de Berlín de 2018 y desde entonces no ha parado de viajar por el mundo y ganar reconocimientos como el Quirino de la Animación Iberoamericana. La cinta animada duró pocas semanas en cartelera nacional, pero ya encontró otros caminos de distribución como Señal Colombia y Amazon Prime.
Esta nominación es una oportunidad para hablar del cine animado en el país, una conversación que también se dio el año pasado con El libro de Lila. Según Caicedo, en los últimos años se ha despertado el interés por el género y tanto el Gobierno como las empresas se han dado cuenta de que “la animación es algo interesante en lo que vale la pena invertir”. Sin embargo, sostiene que aún falta crear una industria y lugares de estudio y capacitación.
El director está a gusto con que la película siga rotando, porque no es un proyecto con final establecido. La viñeta de Power Paola se transformó en una narrativa transmedia que involucra diversos medios y plataformas , como una banda sonora y otros productos que permiten crear nuevas capas del universo Virus tropical.
Por el contrario, los Premios Platino significan para Pájaros de verano el final de un ciclo exitoso que comenzó en mayo de 2018 en Cannes y continuó en Hollywood con la nominación al Óscar en la categoría mejor película extranjera. Para Cristina Gallego, codirectora junto a Ciro Guerra, también significa la oportunidad de fortalecer su rol como directora luego de haber trabajado dos décadas en la producción.
“El abrazo de la serpiente me dio una confianza grande para pensar algo que nunca había pensado en la vida y es que podía dirigir o que quería dirigir”, dice.
El equipo de producción de Pájaros de verano llega a México con la posibilidad de competir en categorías en las que normalmente Colombia no figura: dirección de montaje, arte, fotografía y sonido, además de las recurrentes en dirección y filme de ficción. Por eso, en la Riviera Maya se reunirán, incluso con sus familias, para dar un cierre espiritual.
Gallego y Guerra también compiten en los Platino (con su productora Ciudad Lunar) con el documental Yo no me llamo Rubén Blades, dirigido por el panameño Abner Benaim, quien ve en esta ceremonia una oportunidad para reconocer “la producción iberoamericana como una sola entidad”. También celebra que, gracias a la difusión de fronteras entre el cine y la televisión, este proyecto se pueda ver en plataformas como iTunes y HBO. “No tengo miedo de que el cine vaya a desaparecer, ni nada por el estilo. Esa experiencia de asistir a una sala de cine sigue siendo única. Hay que aceptar que estos cambios no afectan la esencia del contenido ni su razón de ser”.
De forma similar piensa el director Andrés Baiz, quien comenzó su carrera en el cine y desde hace cuatro años está enfocado en Narcos, la serie de Netflix, cuya cuarta temporada se concentra en México y está nominada en estos premios iberoamericanos. Baiz, tras haber dirigido veinte episodios en total, cree que es mejor director porque ha forjado y formado su identidad. Para él, que ha estado presente desde la primera edición de los Platino, es muy “satisfactorio cuando tus creaciones son valoradas a nivel internacional”.
La periodista asiste a los Premios Platino en México por invitación de Egeda.