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Ramiro Navarro: “el cine con celulares es la democratización más pura del arte”

El productor de cine argentino, que este año estrenó películas como “Simón de la montaña” y “Mi amigo el pingüino”, es uno de los invitados internacionales de SmartFilms 2024. Navarro habló para El Espectador sobre su carrera.

Mateo Medina Escobar
28 de septiembre de 2024 - 03:00 p. m.
Ramiro Navarro es productor de películas como “Simón de la montaña” y “Mi amigo el pingüino”.
Ramiro Navarro es productor de películas como “Simón de la montaña” y “Mi amigo el pingüino”.
Foto: Cortesía SmartFilms - Wilvar ovalle celis

El productor Ramiro Navarro, que inició su carrera en el audiovisual con la película “El camino del vino” (2010), está de visita en Bogotá. El productor estrenó este año tres películas que él mismo las califica como “diametralmente opuestas. ‘Mi amigo el pinguino’, que es muy Hollywood; ‘Simón de la montaña’, una película superchiquita, de presupuesto mínimo, pero con una potencia brutal; y ‘Mensaje en una botella’, una película nacional e internacional al mismo tiempo, y de plataforma. De alguna manera en estas tres películas estoy en el mejor de los mundos, como en todas las facetas”.

Navarro es uno de los invitados de la décima edición de SmartFilms, el festival de cine hecho con celulares que se lleva a cabo hasta hoy. Junto a él están otros invitados como Robin Jonas, productora ejecutiva de películas como “Pulp Fiction”, “Django Sin Cadenas” y “El Discurso del Rey”; Roberto Enríquez, protagonista de la serie “VIS A VIS”; y Jose Javy Ferrer, director de videos musicales para artistas como Daddy Yankee, Don Omar y Nicky Jam.

¿Cómo inició su carrera en la producción?

Yo vengo de Mendoza, una provincia de Argentina que por excelencia es una capital del vino, del Malbec. Yo arranqué desde otro lugar para ser productor, arranque desde el lugar del vino y la gastronomía. Empecé como mozo en el Hotel Hyatt, que en ese momento era el primer hotel cinco estrellas de la provincia. Gracias a la educación que tuve de mi papá y mi mamá, de alguna manera, terminé siendo uno de los mejores empleados del hotel y me ofrecieron la oportunidad de ir a un hotel en Colorado, Estados Unidos, a hacer un entrenamiento.

Conocí un montón de estados como California, Maine, Nueva York, Florida. Toda esa carrera que hice hasta después empezar a estudiar cine me enseñó algo muy importante, que fue lo que posteriormente definí como la excelencia en el servicio. Vuelvo a Argentina y mis primos, que tienen una productora, me dan la oportunidad de trabajar con ellos. Pasó por muchos departamentos y ya en Mendoza abro mi productora. No era solo una productora de cine y publicidad, sino una productora de servicios cino estrellas de cine y de publicidad.

¿Cuál es su percepción del cine que se hace en Colombia?

Lo conozco porque primero he venido varias veces al Bogotá Audiovisual Market, BAM. Colombia para nosotros en Latinoamérica es una referencia. Porque ustedes empezaron con incentivos fiscales, que a lo largo del camino es algo muy importante para una película. Colombia fue un precursor en eso, han hecho las cosas extremadamente bien.

¿Qué piensa de SmartFilms, el festival de cine hecho con celulares?

Películas hechas con celulares es algo que con lo que uno está totalmente ajeno. Me hizo reflexionar mucho a mí como productor, porque yo pensaba cuando veía todos estos chicos y la potencia de esto que Yesenia Valencia, como directora del festival, supo desarrollar. Le agradezco por invitarme a descubrir esto. Ellos me venían diciendo “te vas a encontrar un festival diferente”. Yo vengo de estar en San Sebastián y Cannes. Te juro que envidiarían la potencia y la energía que tiene este festival.

¿Qué opina de las películas hechas con celular?

Uno está ahora en una misión y una visión puesta para producir ciertas películas, que son industriales y con determinado equipo técnico, pesadas por así decirlo. Veo en estos chicos algo que en el cine industrial no sucede, que es que para hacer una película industrial toca ir arrancando por los dos millones de dólares a los 20 o 30. Hay que tener ciertos músculos de producción y estructura para poder abarcar estos presupuestos, mucha experiencia para que inviertan en vos.

Pero lo que yo veía ayer, lo que pensaba y digo “wow”. Un celular es un dispositivo que tanto un chico rico de una clase social muy alta, como un chico de unas clases sociales muy baja, pueden tenerlo. Entonces eso es la democratización más pura del arte. Esto te equilibra al narrador de historias. Ya no están en diferentes condiciones.

Un punto de la historia va a estar contada desde el celular y eso es un gran nivelador. Me hizo pensar mucho en la versatilidad y la agilidad que tienen estos chicos y de la dinámica. Yo creo que estoy en este festival más para aprender que para enseñar. Estoy con muchas ganas de ver los cortos, porque quiero ver a estos nuevos talentos. Nosotros somos el presente y un poquito el futuro, pero estos chicos ya son el futuro.

Mateo Medina Escobar

Por Mateo Medina Escobar

Profesional en Medios Audiovisuales. Fue periodista y colaborador audiovisual en la Unidad de Investigación Periodística del Politécnico Grancolombiano. Es coautor del libro “Entre Periodistas”.@tamdemesmmedinae@elespectador.com

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