“La Consagración”: un intento fallido de terror religioso
La Consagración es una fallida película de suspenso y terror que ha llegado a las salas de cine del país. Una especie de thriller religioso con tintes de terror, que cuenta la historia de una joven inglesa llamada Grace, interpretada por Jena Malone, quien recibe la trágica noticia del presunto suicidio de su hermano sacerdote en un convento escocés. Grace, que se considera atea, pone a prueba sus creencias y poco a poco empieza a descubrir una conspiración religiosa que aparentemente está relacionada con traumas de su infancia.
Juan Camilo Ardila - Twitter: @juanardila87 - CineVista
Si hay algo que podemos agradecerle enormemente a esta película es su duración. En una época en donde pareciera que cada largometraje debe durar dos horas o más, este film dirigido por el cineasta Christopher Smith cuenta con el tiempo ideal: 90 minutos. También se le agradece al director, que ha demostrado casi siempre su solvencia al momento de construir ambientes lúgubres y misteriosos, que esta película tiene una puesta en escena en la que la religión y lo sobrenatural se complementan eficazmente, gracias a saber poner la cámara en los lugares correctos, al manejo de las luces y sombras y a una dirección artística satisfactoria. Una pena que hasta aquí llegue todo lo bueno del film.
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Si hay algo que podemos agradecerle enormemente a esta película es su duración. En una época en donde pareciera que cada largometraje debe durar dos horas o más, este film dirigido por el cineasta Christopher Smith cuenta con el tiempo ideal: 90 minutos. También se le agradece al director, que ha demostrado casi siempre su solvencia al momento de construir ambientes lúgubres y misteriosos, que esta película tiene una puesta en escena en la que la religión y lo sobrenatural se complementan eficazmente, gracias a saber poner la cámara en los lugares correctos, al manejo de las luces y sombras y a una dirección artística satisfactoria. Una pena que hasta aquí llegue todo lo bueno del film.
El problema grave que tiene “La Consagración” radica, como en toda la corta filmografía de Smith, en su guion torpe. Estamos ante un buen cineasta, pero también ante un escritor que nunca logra cumplir sus ambiciosas promesas narrativas. A este director le gusta sorprender al público a base de plot twists (giros en la trama), anteponiéndolos sobre la historia que está contando.
Basta con recordar su mejor película hasta la fecha, “Triangle” (2009), en la que sus incoherencias permanentes en la narración evitan que ese largometraje hubiese sido una auténtica joya. Aun así, esa película es bastante buena por su efectismo, a la hora de utilizar muy bien el concepto de los bucles temporales para generar terror y suspenso. Sin embargo, sobre “Consecration” no podemos decir lo mismo: El pésimo manejo de los flashbacks, lo predecible que es el guion y lo tedioso que se hace la historia de misterio en el convento, consiguen que esta película parezca más un olvidable capítulo de la icónica serie American Horror Story, que una buena película de terror para la pantalla grande.
Cada escena de la última película de Smith está construida para desorientar al espectador, pero lo que más logra es que se desconecte de la trama, que le importe poco o nada lo que le esté ocurriendo a la protagonista. Además, los más fieles aficionados al terror no deberían tardar demasiado en resolver el rompecabezas de la vida de Grace y la muerte de Michael. Y una vez que ya el puzle esté armado, el atractivo inicial de la historia se desaparece completamente y te hace preguntarte qué hubiera pasado si “La Consagración” hubiese sido escrita por Robert Eggers.
Además de que la trama principal carece de peso dramático y de coherencia narrativa, La Consagración suma una subtrama policial que no contribuye a la historia. Smith parece que hubiese construido el misterio, pero no tenía claro cómo juntar las piezas para revelarlo. La película mejora levemente en el tercer acto, cuando se revela el giro final, pero ya hemos llegado cansados y aburridos pese a su escasa duración. Además, la sorpresa develada en sus minutos finales desafía la incredulidad del espectador y, aunque el concepto sea inteligente, la falta de lógica y de emoción evita que esa idea conecte con el público.
El final de “La Consagración” también insinúa un debate más profundo sobre la fe y el fanatismo en la iglesia católica. Pero esa posible insinuación llega muy tarde para salvar la película y entonces vuelves a ratificar que no hay nada peor en una película que intentar ser lo que no es. Un largometraje puede ser aburrido y fallido, pero si además es pretencioso, ya es hasta ofensivo con la persona que le está dedicando hora y media de su tiempo para verlo.
Sin lugar a dudas, pese a que esta película presenta algunos destellos de lo que pudo haber sido y no es por su desordenado guion, los aficionados de “Triangle” debemos seguir esperando a que Smith nos vuelva a sorprender con una buena película de suspenso y terror. Ojalá la espera finalice en su próximo estreno.
Ficha técnica
- Director: Christopher Smith
- Guionista: Laurie Cook, Christopher Smith
- Productor: Alastair Burlingham, Stuart Ford, Ed Fraiman, Linda McDonough, Adam Nagel
- Reparto: Jena Malone, Danny Huston, Ian Pirie
- Música: Claire Freeman
- Fotografía: RobHart, ShaunMone
- Cinematografía: Rob Hart, Shaun Mone
- País: Reino Unido, Estados Unidos
- Año: 2023
*Este texto hace parte de la oferta del CineVista, cedido especialmente para EL Espectador