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Desde su primera emisión, el 5 de febrero de 1972, Sábados Felices se ha mantenido al aire de forma ininterrumpida por 49 años. Casi medio siglo, el programa ya alcanzó el récord Guinness por ser el espacio cómico con más años en la televisión, un título honorífico que obtuvo cuando completó los 44 años y quince días al aire.
Jaime el Flaco Agudelo, Hugo Patiño el Príncipe de Marulanda, Carlos el Mocho Sánchez, Óscar Meléndez, Jacqueline Henríquez la señorita Pía y Hernando Latorre el Chato fueron algunos de los humoristas que comenzaron en el programa y llegaron a través de las pantallas a los colombianos, por aquellos tiempos en televisión a blanco y negro. Hoy, después de tantas risas y chistes, el espacio sigue vigente, tanto que puede decir que ha sobrevivido hasta una pandemia.
Hugo Patiño, quien aún hace parte de Sábados Felices, ha sido parte desde el inicio de este programa, al que le ha dedicado su vida. “Llegué a Sábados Felices porque conocía a Samuel Torres y a muchos otros que estaban en el programa. He visto cómo van llegando humoristas que hoy día están con nosotros y nos han ayudado a consolidarnos hasta lo que somos hoy. El que no funciona no vuelve, pero del resto, ya son 49 años de historia y tengo que agradecerle al público por su cariño”, afirma el humorista, uno de los más veteranos del colectivo.
El programa se ha convertido en una escuela, en la que se han formado y crecido algunos de los mejores humoristas colombianos y que en varias oportunidades han llegado a tener gran reconocimiento internacional. Humoristas de la talla de César Corredor, como Barbarita; Pedro González, como don Jediondo; Fabiola Posada, conocida como la Gorda Fabiola, así como otras generaciones de cómicos, han hecho posible que Sábados Felices sea un símbolo del humor colombiano.
“En ese espejo retrovisor de mis 34 años tengo que ver unos grandes inicios de compañeros que se posicionaron en el humor como Alerta, la Gorda Fabiola, Jeringa; después llegó otra etapa que fue la de Polilla, el Gordo Sánchez, Piroberta y Los Siameses. Luego, entró otra generación entre los que está Boyacoman. El programa comenzó a incluir a actrices como Lucerito Gómez, que en paz descanse, para hacer los sketches y pienso que eso partió en dos el programa, porque antes era ver humoristas empíricos a jugar a ser actores y era muy divertido. Después los actores entraron a tomar un rol de comediantes que hacían humor con más altura y con mucho más profesionalismo. Guardo muchísimas enseñanzas y a mucha gente a la que admiro. Hoy somos cerca de 45 personas con un diferente sello, porque cada uno tiene su don”, cuenta César Corredor.
A lo largo de los años, el programa se ha ido transformando al ritmo que lo hace el humor. Cada cuentachistes se ha adaptado a no contar sátiras relacionadas con el racismo, la religión ni de tipo escatológico. No solo es una transmisión para Colombia, sino también para Caracol Internacional. En esa línea, lo que se cuente debe ser universal para que se pueda entender lo mismo en distintas partes. Ese hecho, sin duda, lo han comprendido muchos de los artistas del humor que se han presentado en programas como El Show de Don Francisco.
Piroberta tiene una de esas anécdotas universales en Guatemala. “Me llamaron para estar en un canal de televisión y en una de esas me preguntaron que por qué estaba aburrido y yo les dije: “Porque me tocaba abrir el hueco”, en ese momento en el estudio hubo un silencio total y resulta que se les dice “hueco” a los gais, luego el presentador dijo que era humor colombiano y seguimos”, recordó el humorista.
Las anécdotas y los momentos del elenco los han convertido en una familia que tiene un único propósito: divertir. Cuando miran atrás recuerdan cuando muchos aún competían entre ellos y se veían como rivales, pero tiempo después han logrado ser grandes compañeros y tener admiración por el desarrollo profesional de los demás y sin darse cuenta ya están celebrando otro aniversario del programa.
Por su parte, Jhovanoty, uno de los humoristas de la nueva generación, asegura: “Para mí ha sido un crecimiento. Cuando yo entré era muy joven y me encuentro con las personas que siempre he admirado y ahora estoy ahí con ellos y para mí es una satisfacción muy grande. Antes de entrar al programa me decían algo totalmente diferente, pero todos se han portado muy bien y han ayudado a mi carrera y a mi crecimiento profesional”.
Sábados Felices se ha ido renovando y por eso se han gestado iniciativas como Bingos felices, Pille el detalle, La selección Colombia del humor o el concurso por el mejor chiste de la noche.
Además, para el programa de celebración de los 49 años de historia, también se hará un homenaje protagonizado por el elenco, los integrantes del espacio, quienes compartirán con los espectadores sus experiencias y anécdotas.
“Vamos a hacer varios homenajes. Caracol Televisión se ha portado muy bien con nosotros y el hecho de que nos rinda este reconocimiento es muy satisfactorio. Además, el saber que no solamente contamos con un grupo de compañeros, sino que todo el canal nos respalda es muy importante”, expresa Jhovanoty.
Con toque burlesco, Boyacoman expresa su alegría de ser parte de la historia de un programa que ha acompañado a tantos colombianos. “Ya estamos volviendo al set, el Gato nos presenta y tratamos de abrazarlo, pero nos huye por esto del coronavirus. Estamos grabando sin público, agradeciendo a esas risas que alcanzamos a grabar y estamos felices de ser parte de este programa tan maravilloso”.
Quien tampoco desaprovechó la oportunidad para contar un chiste fue Gustavo Villanueva, conocido por sus personajes de Triki Trake y la Bruja Dioselina.
“Eso es lo bonito del humor, porque puedes transformar cargas negativas y de dolor en algo positivo, incluso hasta la muerte misma, sabiéndolo manejar, se puede transformar; la muerte de mi padre es un ejemplo de eso; que en paz descanse, él tuvo una muerte muy tranquila porque se fue quedando dormidito, dormidito... Los que se fueron gritando eran los pasajeros que llevaba detrás”, contó el humorista, una de las piezas claves de este engranaje que ha hecho reír a Colombia durante casi medio siglo.