“Menem”, las caras del poder
Prime Video presenta “Menem”, serie de ficción que hace un recorrido por la vida y el gobierno de Carlos Saúl Menem, expresidente de Argentina, quien gobernó entre 1989 y 1999. El actor Leonardo Sbaraglia habla de su interpretación.
Sarah Gutiérrez
Mientras el frío se cuela entre mis dedos, un par de colegas prenden un cigarrillo. Esperamos frente a unos trailers en los que se transporta vestuario, maquillaje, escenografía y también sirven como sala de descanso para los actores.
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Mientras el frío se cuela entre mis dedos, un par de colegas prenden un cigarrillo. Esperamos frente a unos trailers en los que se transporta vestuario, maquillaje, escenografía y también sirven como sala de descanso para los actores.
Nos autorizan la entrada. Allí el ambiente es más cálido. Las luces con las que los maquillistas iluminan al actor argentino Leonardo Sbaraglia le aportan algo de calor al lugar. Lo están caracterizando para interpretar a Carlos Saúl Menem, quien gobernó el país sudamericano en la década de los 90, entre ovaciones y polémicas.
Sbaraglia tiene 53 años, siete menos de los que tenía el exmandatario durante su primer gobierno, que comenzó en 1989, tras suceder a Raúl Alfonsín, quien dejó su puesto en medio de una hiperinflación de casi 5.000 %.
El ascenso de Menem se registró cuando la sociedad argentina aún enfrentaba los estragos de la última dictadura militar (1976-1983). Llegó con la promesa de una ideología política basada en el “desarrollo industrial e inclusión social” que profesaba el peronismo, movimiento al que estaba ligado desde la década de los 50, cuando fundó clandestinamente Juventudes Peronistas, en su natal estado de La Rioja.
Ya en personaje y ajustando detalles como sus manos envejecidas y las características patillas de Menem, Leo Sbaraglia nos recibió amistosamente. ¿Cómo es encarnar a un personaje tan carismático e histórico?, pregunta uno de los periodistas. “Es un gran reto. Es un personaje que es conocido por muchísima gente, no solo a nivel nacional sino internacional”.
La carrera política de Carlos Menem estuvo rodeada de altas y bajas, menciona Diego Raus, licenciado en Sociología y director de la Licenciatura de Ciencia Política y Gobierno de la Universidad Nacional de Lanús en Argentina en entrevista para El Espectador: “Menem quedó como la figura presidencial que estabilizó la economía hasta finales de los 90; luego, con la crisis social que produjeron esas reformas (informalidad, desempleo, pobreza), Menem se encasilló como el presidente que llevó al descenso la vida social”.
Su presidencia estuvo permeada de escándalos políticos por corrupción, así como también lo estuvo por un carisma arrollador desde su primer mandato. “Mucho de lo que lograba era través de su personalidad, de cómo se vinculaba y convencía a la gente. Para la serie hablé con sus amigos, su familia y enemigos. Con los mozos de la Casa Rosada de aquella época”, señaló a Infobae el productor de la serie Mariano Varela.
La crisis económica que enfrentó no solo Argentina sino otros países de Latinoamérica como Bolivia, Ecuador, Brasil y Uruguay a finales de los 80, llevó al presidente radicalista Raúl Alfonsín a adelantar las elecciones que estaban previstas para diciembre a mayo, en 1989. Con un 57 % de votos a favor, Carlos Menem se consagró como dirigente. “Ambos llegan a un acuerdo, donde el partido de Alfonsín apoyaría en el Congreso las leyes necesarias para salvar la crisis”, explica Raus.
Con una deuda externa que ascendía a US$60.000 millones, Menem llevó a su gabinete al economista Domingo Cavallo, implementando así el Consenso Washington, que le apuntaba a una estabilidad macroeconómica a partir de la privatización de servicios públicos y la apertura a comercios exteriores. “La estrategia que implantó para disminuir la inflación se conoció como ‘uno a uno’”, dijo María Clara Calle en France 24, “dado que mantuvo la paridad entre el peso argentino y el dólar estadounidense. Luego a esos tiempos se les conoció como los años de “pizza con champán”.
Menem en la cultura popular
“Como actor, este ha sido uno de mis retos más grandes: interpretar a alguien que está en la cultura y en el imaginario popular de la audiencia”, comentó Sbaraglia. La serie, que aún no tiene una fecha de estreno oficial, ha liberado algunas imágenes del actor en su personificación junto a Griselda Siciliani, quien personificará a Zulema Yoma, su primera esposa.
La producción se enfoca en los primeros años de la llegada de Carlos Menem a la Casa Rosada y su residencia en la quinta presidencial de Los Olivos, de donde expulsó a sus hijos: Zulemita y Carlitos Jr., junto a su esposa Zulema; hecho que fue televisado a finales de 1990. La residencia también fue la pasarela de estrellas como Madonna y los Rolling Stones.
“¿Desde qué punto de vista abarca a Menem?”, lancé la siguiente pregunta. “Eso es cuestión del guion, que también cuenta con muchas subjetividades. Mi misión es entrar a su cabeza e intentar entenderla”. El actor dice que más allá de defender a “capa y espada” su vida, el reto estaba en mostrar en escena la esencia misma de Carlos Saúl Menem.
Sbaraglia no solo se transformó en el Carlos Menem presidente, también fue el Carlos Saúl aficionado a los deportes como el fútbol, recordando el momento estrella del mandatario jugando con la selección argentina, y grabando tomas ficticias de personaje en acción jugando baloncesto en una cancha de techo cerrado, escondiéndose de los curiosos que deseaban ver la escena.
Pero así mismo, también se convirtió en el Carlos Menem que estuvo detrás de casos comprobados de corrupción en la era de las privatizaciones y de contrabando de armas hacia Ecuador y Croacia, por lo cual fue judicializado en 2001 y condenado a seis meses de detención domiciliaria, lapso en el que también celebró las nupcias con la chilena Cecilia Bolocco, su segunda esposa, ex Miss Universo.
El reto de enfrentarse al público como un personaje que vive en el imaginario popular de todo un país no preocupa a Sbaraglia, quien apunta que de no ser por el trabajo en conjunto con Ariel Winograd, director de la producción, no se habría animado a participar.
La entrevista tuvo que ser cortada a mitad de la respuesta de Leo Sbaraglia sobre cómo manejaba su entrada y salida de personaje fuera del set. “Esto fue como dar un salto al vacío. He tenido personajes bisagras en mi carrera y este ha sido uno de ellos; Menem fue una invitación a revaluar mi trabajo como actor y mi coraje para lograr estar a la altura”.