‘Soy parte de una dinastía’: Beto Villa Jr
Hace su debut en la pantalla chica con Emiliano, un juglar en la ‘Tierra de Cantores’, la nueva producción del Canal Caracol.
Sara Araújo Castro
La casa en la que creció Beto Villa Jr. en Valledupar es un templo de la música. Pocos como él llevan en sus genes la conciencia de que la cajita mágica que llegó de Europa es el medidor de los sentimientos de su región. Su papá es un incomparable acordeonero, que lleva orgullosamente el título de rey vallenato.
Beto hijo también se ha dedicado a la música como cantante. Pero ahora tiene la oportunidad de demostrar que su relación con este género va más allá de lo nuevo. Él sabe lo que es un juglar, tiene conocimiento de la tradición y viene de ella. Desde ahí trabaja a su personaje Emiliano, protagonista de la primera saga de Tierra de Cantores, nueva novela del Canal Caracol. Villa, quien debuta en televisión, mas no en la música, habló con El Espectador.
¿Cómo ha sido volver a lo más clásico a través de este personaje?
Soy una persona que pertenece a una dinastía, a un rey vallenato, como lo es Beto Villa, y a un juglar, como lo es Carlos Antonio Villa, que es mi tío abuelo, y nosotros somos defensores del vallenato tradicional. Mi próximo trabajo discográfico va a ser precisamente defendiendo esas razones, un vallenato que se adapte en arreglos musicales y en avances a nivel de producción a la era que estamos viviendo, pero conservando la esencia, sus raíces, sus costumbres y el olor a campo.
¿Será que la actuación se nos robará a un músico?
Creo que lo tomó prestado por un momentico para hacer público que el vallenato que enamora en Colombia y en el exterior es algo que se mete dentro del corazón de las personas. Algunas veces las hace llorar, otras veces las hace reír, pero igualitas no las deja después de que lo escuchan.
¿Qué ha sido lo más retador de interpretar a Emiliano? ¿Hay algún personaje real en el que se haya inspirado?
Darle vida a Emiliano para mí fue un reto grande. Ha sido una responsabilidad el tener que representar ingredientes de varios juglares; no puedo decir que fue una sola personalidad la que me inspiró ni un sólo estilo artístico, sino que me fijé en cosas de mi papá, de mi abuelo Abel Antonio Villa, en Emiliano Zuleta, en el maestro Alejandro Durán y en Luis Enrique Martínez, por nombrar a algunos. Sobre todo recordé el hablado que tenía mi abuelo con mi papá, cómo se expresaba, porque cuando mi papá hablaba con él le cambiaba el acento. Mi abuelo era una persona que a pesar de no ser muy letrada tenía una sabiduría innata, tenía poesía en sus palabras.
¿Cómo ha sido su relación con su papá en torno a la música? ¿Y ahora en la actuación?
Mi papá está muy orgulloso de las cosas que hemos trabajado. No tenemos mucho tiempo para compartir últimamente. Él está ahora con el reencuentro de Los Betos. Me dice que le gusta y también a los otros maestros porque está dejando el vallenato en alto. Para su nueva producción, él piensa invitar a varios artistas, como Jorgito Celedón, Iván Villazón, Silvestre Dangond, a Diomedes Díaz y va a invitarme a mí, para que interprete al lado de estos grandes una canción con él. A mí me pasa lo mismo con él. En el trabajo musical que voy a sacar próximamente con la producción de Carlos Huertas, con quien ya teníamos un trabajo adelantado, el acordeón que elegí es el de mi papá. Con este, quiero que escuchen la dinastía Villa.
¿Cómo le ha ido cantando en la telenovela?
Muy bien, lo he sentido muy bien porque no tuve problemas al adaptarme a la interpretación de los juglares, de cómo cantaban los maestros, porque eso es lo que me gusta.
¿Cuál es el intérprete que ha marcado su estilo?
Soy fiel seguidor del Cacique de la Junta, Diomedes Díaz. También me encanta la cadencia y el sabor que le impregna Beto Zabaleta como cantante a Beto Villa, mi papá. Es una fórmula, casi que como un matrimonio, eso me inspira también a sentir que hay magia en el vallenato, es como si naciera el uno para el otro musicalmente. Respecto al manejo artístico, respeto y admiro mucho a mi amigo Silvestre Dangond.
¿Cómo se siente con la interpretación del Cesar y de la cultura vallenata que hacen en ‘Tierra de Cantores’?
Muy satisfecho y honrado, porque sé que a los maestros les gusta que en la televisión, en una novela vallenata, estemos reconociendo las raíces y no solamente se le esté dando importancia al vallenato que conocen hoy comercialmente sino a sus inicios.
¿Cuál es el vallenato que serviría para narrar este momento de su vida?
Hay una canción que grabó mi papá en los inicios de la carrera de Iván Villazón cuando sacaba una disco que se llamaba La compañía. Él estaba comenzado apenas y mi papá estaba encargándose de su carrera. Allí hay una canción que se llama Vivo enamorado de ti… “Yo vivo enamorado de ti, así como vive el día del sol, como los poetas del amor, como las flores del colibrí, que bello es recordar estos momentos, bonitos que he vivido contigo, ojalá nos alcance el cariño porque vendrán los mejores tiempos…”.
La casa en la que creció Beto Villa Jr. en Valledupar es un templo de la música. Pocos como él llevan en sus genes la conciencia de que la cajita mágica que llegó de Europa es el medidor de los sentimientos de su región. Su papá es un incomparable acordeonero, que lleva orgullosamente el título de rey vallenato.
Beto hijo también se ha dedicado a la música como cantante. Pero ahora tiene la oportunidad de demostrar que su relación con este género va más allá de lo nuevo. Él sabe lo que es un juglar, tiene conocimiento de la tradición y viene de ella. Desde ahí trabaja a su personaje Emiliano, protagonista de la primera saga de Tierra de Cantores, nueva novela del Canal Caracol. Villa, quien debuta en televisión, mas no en la música, habló con El Espectador.
¿Cómo ha sido volver a lo más clásico a través de este personaje?
Soy una persona que pertenece a una dinastía, a un rey vallenato, como lo es Beto Villa, y a un juglar, como lo es Carlos Antonio Villa, que es mi tío abuelo, y nosotros somos defensores del vallenato tradicional. Mi próximo trabajo discográfico va a ser precisamente defendiendo esas razones, un vallenato que se adapte en arreglos musicales y en avances a nivel de producción a la era que estamos viviendo, pero conservando la esencia, sus raíces, sus costumbres y el olor a campo.
¿Será que la actuación se nos robará a un músico?
Creo que lo tomó prestado por un momentico para hacer público que el vallenato que enamora en Colombia y en el exterior es algo que se mete dentro del corazón de las personas. Algunas veces las hace llorar, otras veces las hace reír, pero igualitas no las deja después de que lo escuchan.
¿Qué ha sido lo más retador de interpretar a Emiliano? ¿Hay algún personaje real en el que se haya inspirado?
Darle vida a Emiliano para mí fue un reto grande. Ha sido una responsabilidad el tener que representar ingredientes de varios juglares; no puedo decir que fue una sola personalidad la que me inspiró ni un sólo estilo artístico, sino que me fijé en cosas de mi papá, de mi abuelo Abel Antonio Villa, en Emiliano Zuleta, en el maestro Alejandro Durán y en Luis Enrique Martínez, por nombrar a algunos. Sobre todo recordé el hablado que tenía mi abuelo con mi papá, cómo se expresaba, porque cuando mi papá hablaba con él le cambiaba el acento. Mi abuelo era una persona que a pesar de no ser muy letrada tenía una sabiduría innata, tenía poesía en sus palabras.
¿Cómo ha sido su relación con su papá en torno a la música? ¿Y ahora en la actuación?
Mi papá está muy orgulloso de las cosas que hemos trabajado. No tenemos mucho tiempo para compartir últimamente. Él está ahora con el reencuentro de Los Betos. Me dice que le gusta y también a los otros maestros porque está dejando el vallenato en alto. Para su nueva producción, él piensa invitar a varios artistas, como Jorgito Celedón, Iván Villazón, Silvestre Dangond, a Diomedes Díaz y va a invitarme a mí, para que interprete al lado de estos grandes una canción con él. A mí me pasa lo mismo con él. En el trabajo musical que voy a sacar próximamente con la producción de Carlos Huertas, con quien ya teníamos un trabajo adelantado, el acordeón que elegí es el de mi papá. Con este, quiero que escuchen la dinastía Villa.
¿Cómo le ha ido cantando en la telenovela?
Muy bien, lo he sentido muy bien porque no tuve problemas al adaptarme a la interpretación de los juglares, de cómo cantaban los maestros, porque eso es lo que me gusta.
¿Cuál es el intérprete que ha marcado su estilo?
Soy fiel seguidor del Cacique de la Junta, Diomedes Díaz. También me encanta la cadencia y el sabor que le impregna Beto Zabaleta como cantante a Beto Villa, mi papá. Es una fórmula, casi que como un matrimonio, eso me inspira también a sentir que hay magia en el vallenato, es como si naciera el uno para el otro musicalmente. Respecto al manejo artístico, respeto y admiro mucho a mi amigo Silvestre Dangond.
¿Cómo se siente con la interpretación del Cesar y de la cultura vallenata que hacen en ‘Tierra de Cantores’?
Muy satisfecho y honrado, porque sé que a los maestros les gusta que en la televisión, en una novela vallenata, estemos reconociendo las raíces y no solamente se le esté dando importancia al vallenato que conocen hoy comercialmente sino a sus inicios.
¿Cuál es el vallenato que serviría para narrar este momento de su vida?
Hay una canción que grabó mi papá en los inicios de la carrera de Iván Villazón cuando sacaba una disco que se llamaba La compañía. Él estaba comenzado apenas y mi papá estaba encargándose de su carrera. Allí hay una canción que se llama Vivo enamorado de ti… “Yo vivo enamorado de ti, así como vive el día del sol, como los poetas del amor, como las flores del colibrí, que bello es recordar estos momentos, bonitos que he vivido contigo, ojalá nos alcance el cariño porque vendrán los mejores tiempos…”.