Suranne Jones: “Si una joven lesbiana ve esto, se verá representada en televisión”

La protagonista de la serie “Gentleman Jack” cuenta cómo fue interpretar a Anne Lister, una mujer que creció en las primeras décadas del siglo XIX y que tuvo que dejar, escrita en códigos, el amor que sintió por otra mujer.

Redacción medios
14 de junio de 2019 - 11:13 p. m.
Suranne Jones, la actriz que da vida a Anne Lister, espera que la serie genere conversación por todas las luchas que dio en el siglo XIX, batallas que en muchos lugares del mundo siguen vigentes. / Cortesía
Suranne Jones, la actriz que da vida a Anne Lister, espera que la serie genere conversación por todas las luchas que dio en el siglo XIX, batallas que en muchos lugares del mundo siguen vigentes. / Cortesía

En las primeras décadas de 1800 existió una mujer llamada Anne Lister, quien iba en contra de las normas impuestas por la sociedad. No estaba de acuerdo con los roles que debían cumplir las mujeres en el hogar, ni con el amor que las personas del mismo sexo debían esconder. Su historia la dejó escrita, bajo códigos secretos, en varios diarios cuyos relatos fueron llevados este 2019 a la televisión gracias a que HBO y BBC realizaron en conjunto “Gentleman Jack”, serie creada, escrita y dirigida por Sally Wainwright y protagonizada por Suranne Jones.

La historia está ambientada en 1832, época victoriana en Halifax, West Yorkshire, en la que Anne Lister (1791-1840) tenía la determinación por transformar el destino de su descolorida casa ancestral, Shibden Hall, reabriendo las minas de carbón y tomando nuevas oportunidades de negocio. “Gentleman Jack” narra las intimas relaciones de Lister con su familia y allegados, y su perfil de esposa distinta.

Suranne Jones, la actriz que da vida a Anne Lister, espera que la serie genere conversación por todas las luchas que dio en el siglo XIX, batallas que en muchos lugares del mundo siguen vigentes.

¿Cuánto la entusiasma de narrar la historia de Anne Lister?

Después de muchas entrevistas de prensa y habiendo visto el interés de la gente en ella, estoy llena de esperanza de que vaya a ser bien recibida, o que al menos vaya a ser tema de conversación. La gente parece haberse enamorado de ella por muchas razones diferentes. He hablado con personas de todo el país y de todo el mundo, homosexuales o no, y están intrigados por la increíble mujer que era ella y por su historia. ¿Por qué no se sabe nada acerca de ella? Creo que eso es lo que más ha sorprendido al público. Quiero decir, realmente, si ella estuviera aquí sentada hoy, seguiría siendo una mujer realmente increíble. No es solo que fuera impresionante en 1832 - 34: ella es simplemente increíble, y punto.

La serie está ambientada en un tiempo y un lugar específicos. ¿Qué hace que su historia sea relevante y universal?

Se trata de una mujer de clase trabajadora, que se hace un lugar en la sociedad y se asegura de ser escuchada. Defiende su derecho a ser educada, algo que todo el mundo merece. Defiende quién es, su autenticidad, desafía los roles de género y es una mentora para otros: para Ann Walker, para su hermana y, en cierto modo, para su familia. Creo que todo eso es extremadamente importante para las mujeres de hoy. Si una joven lesbiana ve esto, o si lo ve una mujer junto a su esposa en su casa, a cualquier edad, será genial para ellas verse representadas en televisión. Lo que hace que Anne Lister sea relevante es que ella luchó por lo que merecía, a pesar de que cada paso haya sido muy difícil. Esa valentía también se transmite hoy.

Ha sido el foco de las miradas desde hace mucho. ¿Cómo se preparó para este papel?

Cuando filmamos la serie acababa de terminar un espectáculo en el West End. De hecho, me sacaron a rastras de un espectáculo en el West End, porque física y mentalmente estaba agotada. Así es que comencé esta serie en un momento en que los médicos me habían dicho ‘debes cuidarte’. Y yo había dicho algo como ‘esperen, tengo una gran serie por delante y Anne Lister es todo un personaje’. Recuerdo que, al ir a Yorkshire a instalarnos en una granja, acordé con mi marido de que nos alejaríamos radicalmente de todo y que yo le dedicaría mi vida a Anne Lister, porque no había otra manera de hacerlo. Tenía que cuidarme físicamente. Comer bien. Hacer lo que pudiera con mi hijo, que nos acompañaba y que en ese entonces tenía dos años y medio. Dedicaba todo mi tiempo a hablar con Sally (Wainwright) acerca de lo que entrañaría el siguiente episodio, a tener encuentros con la vestuarista –porque los trajes fueron todos hechos para mí, así es que tuve que tener pruebas constantemente para cada nuevo traje–, a aprender mis diálogos… le dedicamos nuestra vida por completo. Incluso cuando llevaba mi hijo a jugar los domingos, llevaba el guion conmigo y alternaba entre meterme en el espacio de juegos, tirarme por los toboganes, jugar a los piratas... ¡y ensayar mis diálogos! Pero no hay otra manera.

En la serie, Anne Lister está siempre en movimiento. Tiene una inagotable energía física y mental. ¿Tuvo que prepararse físicamente?

Sí. Tuve que cuidarme. Eso implicó muchísimo yoga en las mañanas e ir al gimnasio cuando podía. Yo ya había hecho pesas, y me llevé todas mis pesas a Yorkshire para tratar de mantenerme en buen estado físico. Si tenía una mañana libre, lo cual no ocurría con frecuencia, me iba a nadar con mi marido, y si no íbamos el fin de semana, para mantenernos activos. Para el octavo mes, todo el mundo estaba de rodillas. Sally gritaba, ‘¡Más rápido! Camina más rápido, habla más rápido’, y yo estaba como ‘¿Cómo lo voy a hacer? Solo un día más. Vamos, sí, yo puedo’.

¿Cómo se sintió la primera vez que encarnó a Anne Lister?

La transformación llevó un tiempo. Fui a Cosprop y ellos ya habían recibido todas las prendas masculinas y femeninas de los vestuaristas. Trabajaron todos juntos para ver hasta dónde podíamos jugar con los géneros, dentro del vestuario. Hay algunas primeras fotos mías en trajes completamente masculinos, con pantalones y con el cabello más corto, luego con el cabello suelto... inicialmente no íbamos a usar el cabello largo. Fuimos de a poco, así es que para cuando llegamos a un resultado con el que todos estuvimos de acuerdo, se sintió muy bien. En realidad, los días de descanso en el fin de semana, no me sentía bien. Me llevó alrededor de un mes sin filmaciones volver a empezar a sentirme yo misma, porque quería ponerme la ropa de Anne Lister todos los días. ¡Y había un montón! Aunque a simple vista parezca muy simple, lleva pantis, calcetines, una faja, botas de hombre, calzones de hombre, luego un corsé femenino, una camisa, una bolsa, un chaleco, una chaqueta, el abrigo y el sombrero de copa. Es muchísima ropa. Y hacía muchísimo calor cuando filmamos. Tuve que ir a un quiropráctico, porque en un momento me dolía muchísimo la espalda por el corsé. ¡Uno no debería actuar como Anne Lister con corsés como ese!

¿Cómo fue rodar en Shibden Hall, la casa real de Anne Lister?

Normalmente, en lugares históricos como ese, ni siquiera se puede caminar en el set ni tocar nada. Había ciertas partes de Shibden donde las cámaras eran demasiado pesadas y habrían provocado que el suelo cediera. Para eso se usaron rieles. Pero en la planta baja, podíamos ir donde quisiéramos. Shibden es un lugar hermoso para visitar, y espero que reciban muchos visitantes. Tiene el paisaje que ella diseñó y cambió, y en la parte inferior hay un estanque, que ahora es un estanque de patos; luego tiene un tren con ruedas y un tren ferroviario, la cafetería, un parque infantil… es bastante grande. Durante la filmación solo se cerró la mitad de arriba, donde estaba la casa, por lo que incluso entonces Shibden siguió recibiendo visitantes de todas partes. Suelo ponerme un poco inquieta, así es que en lugar de subir a un coche para llegar hasta donde comíamos, siempre decía ‘no, voy caminando’, y allí iba.

¿Hay historia para una nueva temporada de “Gentleman Jack”?

Creo que concluye con un final precioso, porque como todos sabemos ellas (Anne Lister y Ann Walker) se casaron en 1834. Filmamos su casamiento en el lugar real, lo cual fue mágico. También podría decirse que es un principio natural para la siguiente parte de la historia, porque serán ellas dos y deberán ver cómo manejar su relación dentro de la sociedad, como una pareja casada. Ann Walker se fue a vivir a Shibden en la vida real. Creo que, si sucediera de nuevo, la dinámica de tener a dos esposas en una casa de personas que no tienen permitido reconocer que hay dos esposas sería brillante. Es decir, en la vida real en un momento abrieron un casino, lo cual es extraño. Y además hicieron unos viajes increíbles. Esta serie llega a su fin con toda naturalidad, pero si lo hiciéramos de nuevo sería divertido verlas juntas, haciendo vida de pareja.

Por Redacción medios

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