“The Umbrella Academy”: cuando tener poder no te hace mejor
La serie retrata los conflictos internos de cada superhéroe y cómo tienen que aprender a manejarlos para evitar un apocalipsis.
Yenifer Rodríguez M.* / @yenifer_RM
“The Umbrella Academy” —la nueva serie de superhéroes de Netflix que está basada en el cómic homónimo de Gerard Way, vocalista de My Chemical Romance, ilustrado por el brasileño Gabriel Bá— desarrolla la historia de unos niños que nacieron de forma extraña y fueron adoptados por Reginald Hargreeves, un empresario industrial multimillonario, quien los formó y explotó sus superpoderes para luego fundar una academia que serviría, según él, para salvar al mundo de cualquier peligro. (Le puede interesar: "The Umbrella Academy", 12 diferencias entre los cómics y la serie de Netflix).
Pero nada salió según los planes. Sus personalidades chocaron, la familia se fracturó y cada quien tomó su rumbo. Sin embargo, Luther (Tom Hopper), Diego (David Castañeda), Allison (Emmy Raver-Lampman), Klaus (Robert Sheehan), Vanya (Ellen Page) y Cinco (Aidan Gallagher) se vuelven a encontrar tiempo después, a raíz de la muerte de su padre, y todo vuelve al caos.
Esta producción, desarrollada por Steve Blackman, podría ser como cualquier otra de superhéroes, pero en lugar de enfocarse en los poderes que intentan potenciar a quienes los poseen, volverlos mejores personas y salvar al mundo, lo que hace es centrarse en una saga familiar en la que, según su elenco, prima “la explotación infantil”. Ver a cada integrante de la familia como una forma de “hacer dinero, de mercadear”. No hay amor, no hay unidad, aunque sea ese factor el que al final los puede salvar. (Puede leer: Netflix en marzo de 2019: esto es lo nuevo para ver).
“No se basa en los superpoderes, se basa más en el abuso infantil y cómo estos niños, que fueron utilizados como un producto, terminaron afectados. Afectó sus últimos años y cómo al interactuar entre sí se ve reflejado ese trauma, cómo eso les afecta como adultos. Todos están luchando a su manera”, detalla Ellen Page, quien interpreta a Vanya, a El Espectador.
Pero también expone otras situaciones que suelen ser comunes entre las familias: se muestran las disfuncionalidades, los defectos y lo que afecta a cada uno, como la soledad, la marginación por cuenta de su apariencia o de sus poderes.
“Los superhéroes somos marginados. Y creo que todos los días, en algún momento de nuestra vida, nos sentimos inseguros (...) Esa es una de las cosas más grandes y atractivas del programa. Creo que estos personajes —cuenta Page— son muy fáciles de relacionar con las personas que han pasado por este tipo de cosas”.
Y así lo confirma David Castañeda, quien hace el papel de Diego: “Ninguno de ellos está entusiasmado con sus poderes, porque creo que ahora que todos han ido por diferentes caminos, después de diecisiete años, han tratado de iniciar una nueva etapa, una nueva vida fuera de la academia. Sus poderes han sido lo que los ha matado. Y creo que al principio todos pensaron: ‘¡Oh, tengo este poder increíble!’. Luego creo que, cuanto más viejos se hicieron, se dieron cuenta de que tener ese poder no los hacía mejores, no sabían qué hacer con eso”.
Gerard Way alcanzó la fama por ser el líder y vocalista de My Chemical Romance, una banda que marcó su éxito con sencillos como “Helena” o “I Don’t Love You”. Pero las pasiones de Way, más allá de la música, se concentraron en el dibujo. Desde muy pequeño, cuando estaba en el colegio, iba a la tienda de cómics, un lugar que “se convirtió en mi lugar seguro” y desde ahí empezó su fijación.
“En realidad los cómics fueron mi carrera alternativa, porque estaba en una banda y pensé que iba a estar en una banda y me echaron, porque no era un buen guitarrista y dije: ‘Bueno, tengo que encontrar algo más que hacer’. Así que dije: ‘Me convertiré en escritor’. Entonces, fui a la escuela de arte y luego luché para intentar meterme en los cómics, y de repente estaba en una banda otra vez. Me perdí de los cómics”, relata Way.
El paso de Way por la música marcó, de cierto modo, “The Umbrella Academy”, que se publicó en 2007. El concepto de familia disfuncional viene de ahí, de los tropiezos que hay que pasar para lograr un objetivo, de las giras, los temperamentos de otro. “Estar en una banda —subraya Way— fue una gran inspiración. Es una familia. Vives con ellos, los conoces y te conviertes en una familia disfuncional y al final del día, sin importar lo que pasa, te siguen queriendo, te preocupas por el otro. Además de eso, muchas de las cosas que experimentamos se convirtieron en una academia, al igual que los niños: hay trauma, hay expectativas”.
Diez años después, en 2017, Netflix anunció la adaptación de esta novela gráfica. En el proceso estuvieron presentes Gerard Way y el ilustrador Gabriel Bá, quien participó como productor en la serie. Ellos, junto con Blackman, se encargaron de cada detalle para que en pantalla se viera lo más fiel posible a la historia plasmada en el papel.
“Nuestra preocupación al hacer una adaptación es obtener la esencia de la historia, tratando de respetar su fortaleza. Hablamos con los escritores y trabajamos alrededor de las herramientas que tenemos en este nuevo idioma (el streaming)”, afirma Bá, quien destaca que no es fácil generar una edición similar al cómic, por eso se debe entender la historia y sus personajes para esbozar un libreto más nutrido y convertirlo en un programa, una serie “con una gran historia para presentarlo a una nueva audiencia. Todo comienza con contar la historia de nuevo”, pero de otro modo. (Le recomendamos leer: Netflix confirma que serie colombiana “Distrito salvaje” tendrá segunda temporada).
*La periodista viajó a Brasil por invitación de Netflix.
“The Umbrella Academy” —la nueva serie de superhéroes de Netflix que está basada en el cómic homónimo de Gerard Way, vocalista de My Chemical Romance, ilustrado por el brasileño Gabriel Bá— desarrolla la historia de unos niños que nacieron de forma extraña y fueron adoptados por Reginald Hargreeves, un empresario industrial multimillonario, quien los formó y explotó sus superpoderes para luego fundar una academia que serviría, según él, para salvar al mundo de cualquier peligro. (Le puede interesar: "The Umbrella Academy", 12 diferencias entre los cómics y la serie de Netflix).
Pero nada salió según los planes. Sus personalidades chocaron, la familia se fracturó y cada quien tomó su rumbo. Sin embargo, Luther (Tom Hopper), Diego (David Castañeda), Allison (Emmy Raver-Lampman), Klaus (Robert Sheehan), Vanya (Ellen Page) y Cinco (Aidan Gallagher) se vuelven a encontrar tiempo después, a raíz de la muerte de su padre, y todo vuelve al caos.
Esta producción, desarrollada por Steve Blackman, podría ser como cualquier otra de superhéroes, pero en lugar de enfocarse en los poderes que intentan potenciar a quienes los poseen, volverlos mejores personas y salvar al mundo, lo que hace es centrarse en una saga familiar en la que, según su elenco, prima “la explotación infantil”. Ver a cada integrante de la familia como una forma de “hacer dinero, de mercadear”. No hay amor, no hay unidad, aunque sea ese factor el que al final los puede salvar. (Puede leer: Netflix en marzo de 2019: esto es lo nuevo para ver).
“No se basa en los superpoderes, se basa más en el abuso infantil y cómo estos niños, que fueron utilizados como un producto, terminaron afectados. Afectó sus últimos años y cómo al interactuar entre sí se ve reflejado ese trauma, cómo eso les afecta como adultos. Todos están luchando a su manera”, detalla Ellen Page, quien interpreta a Vanya, a El Espectador.
Pero también expone otras situaciones que suelen ser comunes entre las familias: se muestran las disfuncionalidades, los defectos y lo que afecta a cada uno, como la soledad, la marginación por cuenta de su apariencia o de sus poderes.
“Los superhéroes somos marginados. Y creo que todos los días, en algún momento de nuestra vida, nos sentimos inseguros (...) Esa es una de las cosas más grandes y atractivas del programa. Creo que estos personajes —cuenta Page— son muy fáciles de relacionar con las personas que han pasado por este tipo de cosas”.
Y así lo confirma David Castañeda, quien hace el papel de Diego: “Ninguno de ellos está entusiasmado con sus poderes, porque creo que ahora que todos han ido por diferentes caminos, después de diecisiete años, han tratado de iniciar una nueva etapa, una nueva vida fuera de la academia. Sus poderes han sido lo que los ha matado. Y creo que al principio todos pensaron: ‘¡Oh, tengo este poder increíble!’. Luego creo que, cuanto más viejos se hicieron, se dieron cuenta de que tener ese poder no los hacía mejores, no sabían qué hacer con eso”.
Gerard Way alcanzó la fama por ser el líder y vocalista de My Chemical Romance, una banda que marcó su éxito con sencillos como “Helena” o “I Don’t Love You”. Pero las pasiones de Way, más allá de la música, se concentraron en el dibujo. Desde muy pequeño, cuando estaba en el colegio, iba a la tienda de cómics, un lugar que “se convirtió en mi lugar seguro” y desde ahí empezó su fijación.
“En realidad los cómics fueron mi carrera alternativa, porque estaba en una banda y pensé que iba a estar en una banda y me echaron, porque no era un buen guitarrista y dije: ‘Bueno, tengo que encontrar algo más que hacer’. Así que dije: ‘Me convertiré en escritor’. Entonces, fui a la escuela de arte y luego luché para intentar meterme en los cómics, y de repente estaba en una banda otra vez. Me perdí de los cómics”, relata Way.
El paso de Way por la música marcó, de cierto modo, “The Umbrella Academy”, que se publicó en 2007. El concepto de familia disfuncional viene de ahí, de los tropiezos que hay que pasar para lograr un objetivo, de las giras, los temperamentos de otro. “Estar en una banda —subraya Way— fue una gran inspiración. Es una familia. Vives con ellos, los conoces y te conviertes en una familia disfuncional y al final del día, sin importar lo que pasa, te siguen queriendo, te preocupas por el otro. Además de eso, muchas de las cosas que experimentamos se convirtieron en una academia, al igual que los niños: hay trauma, hay expectativas”.
Diez años después, en 2017, Netflix anunció la adaptación de esta novela gráfica. En el proceso estuvieron presentes Gerard Way y el ilustrador Gabriel Bá, quien participó como productor en la serie. Ellos, junto con Blackman, se encargaron de cada detalle para que en pantalla se viera lo más fiel posible a la historia plasmada en el papel.
“Nuestra preocupación al hacer una adaptación es obtener la esencia de la historia, tratando de respetar su fortaleza. Hablamos con los escritores y trabajamos alrededor de las herramientas que tenemos en este nuevo idioma (el streaming)”, afirma Bá, quien destaca que no es fácil generar una edición similar al cómic, por eso se debe entender la historia y sus personajes para esbozar un libreto más nutrido y convertirlo en un programa, una serie “con una gran historia para presentarlo a una nueva audiencia. Todo comienza con contar la historia de nuevo”, pero de otro modo. (Le recomendamos leer: Netflix confirma que serie colombiana “Distrito salvaje” tendrá segunda temporada).
*La periodista viajó a Brasil por invitación de Netflix.