Verónica Zumalacárregui, deleitando con sazón mediterránea
La periodista española recorrerá en esta nueva temporada de “Me voy a comer el mundo” para El Gourmet cuatro países de la región mediterránea y cada capítulo se estrenará los miércoles de febrero.
Sarah Valentina Gutiérrez Manrique
El Gourmet presenta los nuevos episodios de “Me voy a comer el mundo” con la periodista y escritora española Verónica Zumalacárregui, donde además de probar y documentar la gastronomía local, también se ahonda en la temática cultural del país con la compañía de guías procedentes del territorio.
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El Gourmet presenta los nuevos episodios de “Me voy a comer el mundo” con la periodista y escritora española Verónica Zumalacárregui, donde además de probar y documentar la gastronomía local, también se ahonda en la temática cultural del país con la compañía de guías procedentes del territorio.
La conductora española regresa con nuevos episodios recorriendo otras cuatro ciudades del mundo, para conocer su cultura gastronómica, presente en los distintos mercados, restaurantes y en los hogares de sus anfitriones.
En estos cuatro episodios estreno, Verónica recorrerá países mediterráneos como Turquía y Croacia, el país africano de Marruecos y el pequeño país de Georgia. Allí, la periodista conocerá de primera mano las comidas y costumbres típicas de cada región.
Además, Zumalacárregui habla sobre la publicación de su primer libro, “La vuelta al mundo en 15 mujeres”, donde a partir de sus experiencias como periodista gastronómica, tuvo la oportunidad de conocer a diversas mujeres en cada expedición y decidió publicar un libro relatando la historia de cada una y cómo marcaron su vida.
¿Ya había visitado estos países antes?
Lo genial de esta temporada es que he visitado países que no conocía, a excepción de Marruecos, donde he ido varias veces, pero en esta ocasión, tuve la oportunidad de visitar el desierto de Merzouga, también estuvimos en Croacia, Turquía, Georgia y fue una experiencia muy linda de vivir y registrar con las cámaras.
Lo bello de estos viajes está también en poder acercarse a las comunidades locales y hablar con ellas, conocer de verdad cómo es la cultura a través de la comida, de sus costumbres, su religión, y esto es lo que verán en cada capítulo.
¿Qué le llamó la atención de cada uno de los destinos?
Cada uno tiene una peculiaridad diferente, por ejemplo, en Marruecos, es interesante ver cómo esta comunidad vive y come en el desierto.
Georgia es un país poco conocido y creo que pronto las personas lo encontrarán y empezarán a visitarlo. Me gusta ir a lugares poco turísticos, descubrirlos de cierta manera, y en Georgia la gastronomía es deliciosa y bastante diversa.
En Turquía me ha encantado la mezcla entre lo ancestral y lo moderno, esa combinación que tiene de historia y de apertura hacía lo nuevo se da por la ubicación entre Asia y Europa.
Por otro lado, Croacia también es un país precioso, sobre todo en la zona costera que visitamos en Dubrovnik y más allá de lo que es la parte turística, conocimos su parte rural, cerca de la montaña; como te había mencionado, disfruto bastante ir a lugares poco concurridos, incluso cuando hago mis viajes personales. Quiero ver a las personas reales y no los shows que le venden al turista.
¿Cómo es su proceso de previa reportería para visitar estos sitios turísticos?
Realizo una búsqueda previa para investigar qué se come en cada lugar, cuáles son las tradiciones típicas, y sobre todo, cuál es el comportamiento cultural culinario, como en España que la tradición está ligada a las cañas y tapas, y es lo que se come todos los días. Me gusta ver cómo se comporta la culinaria en su día a día en cada uno de los territorios que visito.
Gracias a los anfitriones del programa, quienes son personas locales que hablan español, llegó a lugares que no habría podido conseguir por internet; también está el componente televisivo, así que tienen que ser lugares atractivos a la vista, no necesariamente tiene que ser bonito pero si debe tener algo que lo haga destacar.
A la hora de hacer periodismo gastronómico, ¿qué es importante para tener en cuenta?
Al ser un programa cultural gastronómico, es muy importante para mí reflejar esos comportamientos reales, como, qué come un estudiante, a dónde va, qué tiene en su nevera, así que lo siento también como un estudio sociológico.
La parte gastronómica llega a la hora de probar la comida, descubrir nuevos platillos y mostrarle al espectador cómo sabe, qué textura tiene, qué contiene y que ellos puedan imaginarse cómo es y si les gustaría o no probarlo.
Este programa no es necesariamente un show de recetas, está más enfocado en lo cultural, pero no descartamos la idea de poder contar algunas.
Ha recorrido varios países probando una gran variedad de comida, ¿hay algún ingrediente que la haya sorprendido en este viaje por el Mediterráneo?
Me he traído algunas especias deliciosas de Georgia, y estás tienen un significado muy especial ya que este país fue parte esencial de la Ruta de la Seda, por lo que varios comerciantes llegaban aquí y entre sus variedades, traían especias; estas especias no son tan fuertes como las que se pueden encontrar en Asia, como las de la India.
Hay uno de estos condimentos que me he traído de allí y que últimamente uso en todas mis comidas, y es un cilantro molido que tiene un sabor más acido que los que consumimos en España. En cada uno de mis viajes, mis ingredientes favoritos para traer conmigo a casa son las especias y los frutos secos, traigo cosas que perduren en el tiempo y que no se puedan romper en mi maleta.
¿Probó los platillos insignia de cada país que visitó para esta temporada?
Si, en Georgia probé el Khachapuri, un pan relleno de queso que siempre se sirve en la comida; en Turquía comimos Kebab y Dolma, vegetales rellenos; en Croacia, el Kulen, un platillo con cerdo.
En Turquía aprendí que el Kebab es un tipo de carne asada en general, y no es solo la que se ve en España de poner un trozo en un soporte y cortar para agregarlo a un pan. El concepto de esta comida es de fast food cuando se puede preparar de cualquier forma.
¿Qué opina sobre convertir comidas tradicionales en fast food en países extranjeros?
Creo que estos platos se exportan al ser, de cierta manera, los más fáciles de reproducir, por ejemplo, la gastronomía mexicana va más allá de los tacos y las tortillas de maíz, pero en países como España, esto es lo que encuentras como algo fácil y rápido de hacer, a menos de que visites un restaurante de más categoría.
Otro ejemplo es la comida italiana con la pizza, en Colombia, las arepas, el punto está en que en estos lugares hay una gastronomía más profunda que no es tan fácil de reproducir y a la que está más a la mano conseguir su materia prima en gran parte del mundo.
Ha publicado su primer libro “La vuelta al mundo en 15 mujeres”, ¿por qué un libro de historias y no uno de gastronomía?
Porque creo que a la Vero gastronómica ya la conocen muy bien, está en “Me voy a comer el mundo”, “Abuelita linda”, “Las rutas de Verónica”, y más, quiero que vean que hay una Verónica más allá de la gastronomía y de la televisión.
En los recorridos que hemos realizado, he conocido muchas mujeres que tienen grandes historias que pensé bastante tiempo en publicar y que no se acomodarían a un programa gastronómico, pero que merecen la pena de contar.