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En una época de superstición y magia, una joven aprendiz cazadora, Robyn Goodfellow, llega a Irlanda con su padre para acabar con la última manada de lobos. Sin embargo, conoce a Mebh, una chica de espíritu libre que en la noche se convierte en loba. Aquí es donde nace la magia entre Mebh y Robyn, quienes se hacen amigas, a pesar de las grandes diferencias de cada una.
Wolfwalkers es la historia dirigida por Tomm Moore y Ross Stewart, basada en el cuento irlandés que lleva el mismo nombre. Una historia que vuelve a los inicios de la animación en 2D para presentar a la audiencia de grandes y chicos un viaje en el que se enseña el valor de la amistad y el cuidado del medio ambiente.
Tomm Moore habló con El Espectador y contó más sobre esta película, que les da el protagonismo a dos mujeres que buscan destruir los estereotipos.
¿Por qué lanzar una película en cine en una época en la que muchos otros estudios han cancelado sus estrenos y además exhibirla en Apple TV+?
Estaba muy emocionado y sentía que la historia debía mostrarse y estar súper libre, porque trata de una cultura y de amantes de los lobos, que deben ser comprensivos y compasivos de los peligros y sufrimientos de la realidad. Traté de poner especial atención en la colaboración entre las personas, la preservación y conexión del medio ambiente y las especies que están en vía de extinción. Ya fue estrenada en cines en el Reino Unido.
¿Se siente más presión al lanzar una película o después de haber sido nominado a un Óscar?
Siento que solo ha sido una nominación y el premio no ha llegado aún. Sin embargo, eso cambió mi vida, me hizo cambiar el foco acerca de la posición y de lo que estoy haciendo. Ahora es necesario hacer un trabajo con mucho más respeto para la audiencia. Espero hacer la diferencia y la nominación con mi anterior película fue el resultado de un trabajo arduo.
¿Cuál fue el reto más grande para la realización de “Wolfwalkers”?
Hubo momentos terribles y difíciles. La realización de los protagonistas fue compleja y algunas veces me obsesionaba con lo que pasaba y tenía que decirme “todo está bien”. Sin embargo, fue muy divertido porque sentí que hice un viaje por varios pueblos de Irlanda. La audiencia lo podrá descubrir.
¿Cuál considera que fue la mejor técnica de animación para esta historia?
La técnica de animación fue lo natural de los personajes y el espíritu del tiempo a través del dibujo a mano. La audiencia podrá descubrir una historia de muchos atrás y ver todo tal cual. Los personajes tienen formas básicas, pero con movimiento y fluidez. Considero que el folclor de la cultura irlandesa es algo que rescatamos del libro y la idea era contar una hermosa y emocionante historia desde un estudio.
¿Cómo decidieron hacer una animación clásica alejada de las grandes creaciones en computador? ¿Por qué hacerlo así?
La decisión fue tomada porque trabajar la animación con las manos puede ser mucho más fácil y si se usa un papel es similar al background. Además, lo que queríamos transmitir era mejor con esta técnica. Mucho de lo que se ve en los personajes era la parte de atrás, en cierto modo el boceto a mano en un papel y luego lo que puso el pintor. Entendemos que la técnica de animación en computador es mucho más eficiente.
¿Qué representa el villano Lord Protector? ¿El personaje fue inspirado en alguien de la vida real?
Cuenta lo que hay dentro del mundo. Es la historia que podemos recordar que no es muy divertida. Tiene elementos y es un antihéroe. Es un retrato del mundo y de su dimensión. Está pintado en su propio mundo, pero no está inspirado en alguien de la historia. Honestamente, lo decidí así porque es un personaje complejo con temores y puede llegar a ser similar a alguien de la historia o incluso de hoy.
¿Cómo fue la creación de cada personaje?
Fue muy extraño y me enfoque mucho en la emoción y la realidad. Soy muy contemporáneo; a pesar de eso, la historia era muy necesaria para mi desarrollo personal. Creo que fue muy lindo el proceso. El tiempo pasa muy rápido y fueron 16 meses para pintar y realizar propaganda. La animación parece sencilla, pero no lo es, pues cada elemento que aparece en escena está lleno de detalles.