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Borat, el periodista kazajo ficticio de Sacha Baron Cohen, está de vuelta y pone la mira en los negadores del Holocausto y los partidarios del presidente Donald Trump y su abogado Rudy Giuliani.
La cinta “Borat Subsequent Moviefilm”, que se estrena el viernes en Amazon Prime, sigue a la primera exitosa película del comediante británico de 2006, que recaudó 260 millones de dólares, le valió una nominación al Óscar y popularizó montones de frases del personaje.
Filmada en secreto este verano cuando Estados Unidos comenzó a relajar su confinamiento por el coronavirus, la cámara sigue a Baron Cohen mientras interacciona con la gente de a pie y los políticos a través de su torpe y altamente ofensivo alter ego.
Aunque los detalles de la trama se mantienen en secreto, se sabe que una de las escenas involucra a Giuliani, quien llamó a la policía en julio después de que le hicieran una sórdida “entrevista” en una habitación de hotel con una joven atractiva y coqueta.
En la película, el encuentro parece dejar al exalcalde de Nueva York, de 76 años, en una situación muy embarazosa, atrapado literalmente con las manos dentro de los pantalones.
Giuliani dijo el miércoles que la escena era “una completa fabricación”.
“Me estaba metiendo la camisa después de quitarme el equipo de grabación. En ningún momento antes, durante o después de la entrevista fui inapropiado”, tuiteó.
“Si Baron Cohen dice lo contrario, es un gran mentiroso”.
Giuliani, un estrecho aliado de Trump, dijo antes al New York Post que pensaba que el encuentro sería una entrevista seria para comentar los esfuerzos del gobierno para combatir la pandemia.
“Solo un poco después me di cuenta de que era Baron Cohen. Pensé en toda la gente a la que había engañado anteriormente y me sentí bien conmigo mismo porque no me atrapó”, indicó, asegurando ser “fanático de algunas de sus películas”.
“Felicitamos a Trump”
Giuliani es la víctima más destacada dentro del círculo del presidente, pero no es el único objetivo republicano de la cinta.
Sacha Baron Cohen describió en un reciente artículo de opinión en la revista Time cómo quedó temiendo por su vida después de colarse en un mitin sobre los derechos al porte de armas en el estado de Washington.
La premisa del filme es que Borat, caído en desgracia por los eventos de la precuela, busca redimir su nombre y el de su país presentando un regalo al vicepresidente Mike Pence, que aparece brevemente en la película.
La campaña de mercadeo incluyó una cuenta de parodia del gobierno de Kazajistán en la que hay mensajes como: “Felicitamos a Trump por aplastar el covid que le dieron los demócratas” y felicitando por su debate a Mike Pence, el vicepresidente “Pussygrabber”, en referencia a las grabaciones de Trump durante su pasada campaña en las que se jactó de agarrar a las mujeres “por el coño”.
Baron Cohen apareció disfrazado del personaje el lunes de noche en el show de Jimmy Kimmel, a quien aplicó un “cuestionario de la peste del kazajo normal” antes de realizar un examen físico poco ortodoxo.
Muchas de las víctimas de Baron Cohen en la película fueron una vez más miembros involuntarios del público.
Múltiples sujetos del filme original, incluidos un par de estudiantes universitarios borrachos, demandaron a los cineastas por timarlos para que aparecieran en la película.
Esta nueva película también llevó ya a un recurso en la justicia por el testimonio de una sobreviviente del Holocausto, que falleció en el verano boreal poco después de hablar con Borat.
Judith Dim Evans aparece en la película para aleccionar al protagonista sobre el Holocausto y es presentada de manera positiva. Pero su hija puso una demanda porque su madre no quería ser incluida en una comedia que abordara la tragedia.
“Al enterarse, después de dar la entrevista, de que la película en realidad era una comedia destinada a burlarse del Holocausto y de la cultura judía, la Sra. Evans se horrorizó y se molestó”, dice el recurso, al que accedió la AFP.
Sacha Baron Cohen, que es judío, es un crítico abierto del antisemitismo y las teorías de la conspiración y sobre todo de su propagación en redes sociales.