Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Entre eufóricos gritos, aplausos y música de mariachi, la ciudad de Guadalajara, en el occidente de México, festejó el domingo el triunfo en los premios Óscar de su hijo predilecto: Guillermo del Toro.
(Lea: Guillermo del Toro, Mejor Director y Mejor Película en el Óscar 2018)
El cineasta de 53 años obtuvo el máximo galardón de Hollywood a mejor director por "La forma del agua", un filme que en total ganó cuatro estatuillas incluyendo mejor película.
Seguidores y amigos del también productor y escritor nacido en Guadalajara se dieron cita en centros comerciales, en donde escucharon mariachis para hacer sentir su apoyo.
(Galería Premios Óscar 2018: imágenes de la alfombra roja)
"Se agradece que siga conservando la amistad a pesar de ser una persona tan connotada, tan encumbrada, que tenga como orgullo ser tapatío (de Guadalajara) y que lo exhiba, que sea su estandarte", dijo a la AFP David López Ochoa, amigo de juventud del cineasta.
Cuando Guillermo del Toro obtuvo el premio a mejor director, los gritos y aplausos fueron seguidos por cientos de papelillos que caían del cielo como si se tratara de una fiesta nacional o un triunfo de la selección mexicana de fútbol. (Leer "Una mujer fantástica" hace historia para Chile en los Óscar 2018).
"Muy justo, agradecido por ver este momento, ver a Guillermo triunfar, levantando esa estatuilla. Yo creo que llega en el mejor momento, creo que es una película que yo considero es su mejor obra hasta ahora", dijo a la AFP César Cosío, amigo y vecino de la infancia de Del Toro, quien sigue muy vinculado a Guadalajara.
El cineasta se vio obligado a abandonar la ciudad junto a su familia en 1998 como consecuencia del secuestro de su padre, que tras ganar la lotería había montado un exitoso negocio.
La alegre escena de triunfo se repitió cuando "La forma del agua" ganó el Óscar a mejor película. El filme también se llevó el premio al mejor diseño de producción y banda sonora. (Galería 16 latinos que han ganado el Premio Óscar).
Terminada la ceremonia en Hollywood, los amigos y seguidores del cineasta en Guadalajara se trasladaron al monumento a La Minerva, uno de los más emblemáticos de la capital de Jalisco, para festejar el logro.
Allí se les unieron otros seguidores de Del Toro quienes dieron una "vuelta olímpica" llevando entre brazos una réplica de casi dos metros de la estatuilla dorada.
"Estamos orgullosos de una persona que está llevando el país a otro nivel, a pesar de las circunstancias que estamos viviendo", expresó Jorge Daniel Gutiérrez, admirador del cineasta.
Los automovilistas que circulaban alrededor ondearon banderas mexicanas e hicieron sonar sus bocinas. (Leer también "Coco", la otra cuota latina en los Óscar 2018).
La tradicional canción mexicana "Cielito lindo" no faltó en la celebración: "¡Ay Ay ay ay canta y no llores, porque cantando se alegran, cielito lindo, los corazones!", entonaban los seguidores del director mientras cargaban la réplica de la estatuilla y una imagen de Del Toro.
Con este logro, Guillermo del Toro es el tercer cineasta mexicano en llevarse la estatuilla al mejor director.
En 2014, su compatriota Alfonso Cuarón lo hizo con la cinta "Gravedad". En 2015 y 2016 Alejandro González Iñárritu lo logró con "Birdman" y "El Renacido".