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No es de extrañar que en la década de los 90 y del 2000 varios niños sintieran un temor profundo hacia el famoso Ronald McDonald, payaso imagen de uno de los restaurantes de comida rápida más reconocidos del mundo: Mc Donalds. Su parecido con el Pennywise de 1990 es innegable, teniendo en cuenta que Ronald fue protagonista en un par de videos terroríficos, en los que siendo una simple estatua se movía, o incluso hacía caras; ninguno dudaba de su esencia diabólica, y mucho menos después de ver esta película en la que un grupo de chicos se da cuenta de que su pueblo está siendo invadido por una fuerza malévola que va detrás de ellos, para matarlos descuartizándolos.
It originalmente es un libro escrito por Stephen King, el sadismo que se maneja en esta obra literaria se encuentra bastante implícito en la primera película, cosa que molestó a los lectores de la pieza original, quienes decían que el filme no mostraba el terror expresado en el texto. Sin embargo, para muchos, esta película en esa época fue traumática, sobre todo para los niños que sentían amor por los payasos y deseaban con fuerza su presencia en las fiestas.
La manera en la que Pennywise seduce a los niños para asesinarlos se pensó desde el punto de vista más terrorífico que sádico. Primera diferencia con la película actual. El famoso payaso que salía de los sifones y las tuberías, y que cuando lograba su objetivo a través del globito rojo flotante asesinaba a su presa, se mostraba como un payaso sombrío y turbio, mientras que el Pennywise renovado se enfoca más en asustarlos y asesinarlos de una manera más explícita.
La forma de sus colmillos es una característica aterradora en ambas películas, pero en la primera, simplemente se muestra para causar temor, mientras que en la actual es un arma mortal que quita brazos, piernas y hace gritar. Teniendo en cuenta el enfoque audiovisual y el tratamiento que se le dio a ambas películas, It actual saca a relucir algo que en los 90 era fundamental: la amistad y el trabajo en equipo, se evidencia más que en la primera película y además tiene un toque de humor impecable. Segunda diferencia entre las dos.
Hay un equilibrio evidente entre el susto y la risa en la película actual, un cambio radical en el guion que busca, a diferencia de la primera, dejar ver un poco más ese sadismo característico de la obra literaria, pero a la vez encontrar un balance ente lo divertido y lo sádico, con el objetivo de que el espectador se enganche con la historia y se enamore de los personajes. Uno de los actores que logró atrapar más al público fue Richie Tozier, interpretado por Finn Wolfhard, quien con sus comentarios y ocurrencias inundaba la sala de cine con risas después de los peores sustos. Una tercera diferencia entre estas dos películas es la manera en la que se muestran ciertas problemáticas, en la primera se censuran un poco más que en la segunda, y con problemáticas hago referencia a temas como abuso sexual, maltrato psicológico y físico, bullying, etc.
Las imágenes con las que se expresan este tipo de escenas en la película estrenada el mes pasado son pesadas, pues su director, Andrés Muschietti quería serle fiel a la obra literaria en ese aspecto, aun así, el libro sigue siendo mucho más terrorífico que cualquiera de los dos filmes.
Hay muchas críticas y opiniones acerca del enfoque que se le dio a esta cinta, algunos argumentan que está demasiado alejada de ser terror, sin embargo, hay que tener en cuenta que está dirigida a un público joven, de un nuevo siglo, al cual ya no le asustan las mismas cosas que asustaban en las décadas de los 80 y 90, comenzando desde los efectos especiales y terminando por la trama. El género del terror ha evolucionado y ha traído propuestas diferentes a las tradicionales, sin que estas necesariamente sean malas, es algo distinto, una propuesta cinematográfica basada más en la parte gráfica y explícita que en el temor.
Volviendo al personaje principal, Pennywise, en los 90 se utilizó una imagen más aterradora, en la actualidad es infantil, pero también algo retorcido. Un cambio acertado, teniendo en cuenta que se buscaba salir de lo convencional, este nuevo payaso logra ser adorable y cruel al mismo tiempo, generando en el espectador la sensación de intriga al no saber qué esperar de él.
Ninguna película que se haya basado en un libro es completamente fiel a la obra, sin embargo, el cine le apuesta a mostrar su contenidos de una manera más moderna, pero no menos valiosa, y en el caso de It, logrando devolverle la vida a ese fantasma que atormentó la infancia de muchos, y ahora, la de unos cuantos más.