De Rosario, Argentina, el señor Fito Páez
Así fue presentado el músico por Coki, líder de la banda ‘The Killer Burritos', la encargada de acompañarlo en el concierto que presentó ‘No sé si es Baires o Madrid' en Bogotá.
Lilian Contreras Fajardo
Cuando uno escucha el nombre de Fito Páez se le viene a la cabeza aquellas canciones en las que el piano es el instrumento predominante. No en vano, es conocido como ‘el hombre del piano'.
Sin embargo, en el show que ofreció el pasado 13 de diciembre en el Coliseo El Campín de Bogotá, el público fue testigo de una de las facetas más rockeras del artista.
En las dos horas del show se le vio versátil, ácido, fresco y lleno de energía, mientras turnaba sus dedos entre las cuerdas de la guitarra y las teclas del piano.
A las 8 de la noche salió al escenario vestido de negro y acompañado de Coki, Tito Barrera, Eloy Quintana y Julian Acuna di Mauricio, integrantes de Coki & the Killer Burritos *.
Saludó a sus fans con una venia mientras escuchaba los aplausos. Cuando a las 8 y 45 interpretó una de las canciones más coreadas, ‘Al lado del camino', ya se habían escuchado ‘Naturaleza sangre' y ‘Ámbar violeta', que cantó con una actitud descomplicada, con las manos en los bolsillos, como si nada más importara, como diciendo que tenía todo bajo control.
Un admirador le tiró una camiseta y como le cayó en la cara a Fito, éste respondió "Si llego a encontrar el que me tiró la camiseta en la cara, lo agarro a trompadas", recibiendo todo el apoyo de la gente.
Esta camiseta, la segunda de la noche, era una copia de la usada por el argentino en el concierto ‘Naturaleza sangre vivo Gran Rex'. La primera fue una del equipo Rosario Central.
"Quiero presentar a una de mis bandas favoritas, Coki & the Killer Burritos", exclamó Páez a la vez que abandonaba el escenario para que sus colegas entonaran ‘El perfume' y ‘Tormenta'.
Luego de esa breve presentación el cantante Coki invitó nuevamente al "hombre del piano". "Me estaba poniendo elegante para la ocasión", confesó a su regreso. ‘Si es amor', ‘Cable a tierra' y ‘Brillante sobre el mic' fueron las escogidas para entonar en compañía del piano.
'11 y 6' fue la encargada de devolver la energía rockera que caracterizó la noche. "Tengo un mareo por la altura y por la borrachera de anoche, che... Igual, esto esta buenísimo", dijo sentado en el piano.
Por segunda vez dejó la tarima a las 9 y 30 dejando a su público coreando por minutos el famoso "Oe, oe, oe, oe, Fito... Fito". Diez minutos más tarde salió nuevamente vestido con un jean, una camiseta y un blazer negro y con la firme intensión de cerrar el recital con la efusividad máxima ofrecida con ‘Dar es dar' y 'Mariposa technicolor'.
* Esta agrupación argentina lo ha acompañado desde el 3 de octubre en la gira latina que ha servido para presentar ‘No sé si es Baires o Madrid', disco grabado en vivo el pasado 24 de abril en Madrid, y en el que se reconcilia con Joaquín Sabina, con quien discutió luego de la grabación de ‘Enemigo Íntimo' en 1998. La producción también cuenta con las colaboraciones de Pablo Milanés, el argentino Ariel Rot y el dúo madrileño Pereza.
Cuando uno escucha el nombre de Fito Páez se le viene a la cabeza aquellas canciones en las que el piano es el instrumento predominante. No en vano, es conocido como ‘el hombre del piano'.
Sin embargo, en el show que ofreció el pasado 13 de diciembre en el Coliseo El Campín de Bogotá, el público fue testigo de una de las facetas más rockeras del artista.
En las dos horas del show se le vio versátil, ácido, fresco y lleno de energía, mientras turnaba sus dedos entre las cuerdas de la guitarra y las teclas del piano.
A las 8 de la noche salió al escenario vestido de negro y acompañado de Coki, Tito Barrera, Eloy Quintana y Julian Acuna di Mauricio, integrantes de Coki & the Killer Burritos *.
Saludó a sus fans con una venia mientras escuchaba los aplausos. Cuando a las 8 y 45 interpretó una de las canciones más coreadas, ‘Al lado del camino', ya se habían escuchado ‘Naturaleza sangre' y ‘Ámbar violeta', que cantó con una actitud descomplicada, con las manos en los bolsillos, como si nada más importara, como diciendo que tenía todo bajo control.
Un admirador le tiró una camiseta y como le cayó en la cara a Fito, éste respondió "Si llego a encontrar el que me tiró la camiseta en la cara, lo agarro a trompadas", recibiendo todo el apoyo de la gente.
Esta camiseta, la segunda de la noche, era una copia de la usada por el argentino en el concierto ‘Naturaleza sangre vivo Gran Rex'. La primera fue una del equipo Rosario Central.
"Quiero presentar a una de mis bandas favoritas, Coki & the Killer Burritos", exclamó Páez a la vez que abandonaba el escenario para que sus colegas entonaran ‘El perfume' y ‘Tormenta'.
Luego de esa breve presentación el cantante Coki invitó nuevamente al "hombre del piano". "Me estaba poniendo elegante para la ocasión", confesó a su regreso. ‘Si es amor', ‘Cable a tierra' y ‘Brillante sobre el mic' fueron las escogidas para entonar en compañía del piano.
'11 y 6' fue la encargada de devolver la energía rockera que caracterizó la noche. "Tengo un mareo por la altura y por la borrachera de anoche, che... Igual, esto esta buenísimo", dijo sentado en el piano.
Por segunda vez dejó la tarima a las 9 y 30 dejando a su público coreando por minutos el famoso "Oe, oe, oe, oe, Fito... Fito". Diez minutos más tarde salió nuevamente vestido con un jean, una camiseta y un blazer negro y con la firme intensión de cerrar el recital con la efusividad máxima ofrecida con ‘Dar es dar' y 'Mariposa technicolor'.
* Esta agrupación argentina lo ha acompañado desde el 3 de octubre en la gira latina que ha servido para presentar ‘No sé si es Baires o Madrid', disco grabado en vivo el pasado 24 de abril en Madrid, y en el que se reconcilia con Joaquín Sabina, con quien discutió luego de la grabación de ‘Enemigo Íntimo' en 1998. La producción también cuenta con las colaboraciones de Pablo Milanés, el argentino Ariel Rot y el dúo madrileño Pereza.