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Todos recordamos la emblemática película de los 90, Liberen a Willy y por supuesto, al personaje de Jesse, el tierno niño que fue interpretado por el actor Jason James Ritcher.
Ritcher ha vuelto a ser foco de los paparazzi, pero esta vez por protagonizar un caso de violencia doméstica. El incidente ocurrió el pasado lunes en su residencia de Los Ángeles (Estados Unidos), hogar que compartía con su novia, de acuerdo con TMZ, medio de entretenimiento.
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Al parecer, ambos sostenían una discusión en la que el actor le reclamaba a la chica por una supuesta aventura que tuvo con uno de sus colegas y la situación se salió de control. Según el testimonio de la víctima, ella se encerró en el baño, pero Ritcher rompió la puerta y la sacó a rastras hasta la sala.
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Jason enfrentaría un cargo por vandalismo, al romper la puerta del baño, y otro, por agresión sin lesiones. Se estima que de no ser por el alto monto que se pagó por su liberación, el actor tendría que pasar un año en la cárcel.