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“¡Haga caso!” Álvaro Córdoba o El Tigre, con su lenguaje coloquial y simpático, ha marcado tendencia recientemente en redes sociales con su personaje de un futbolero de barrio, con el que muchos se han sentido identificados en Colombia.
En el marco del lanzamiento de Tercer Tiempo, un innovador gastrobar de fútbol diseñado para ofrecer una experiencia inmersiva alrededor del balón, conozca más de este personaje que ha llegado a ser embajador de Betsson y ha compartido con figuras del balompié colombiano como Mario Alberto Yepes, Faustino Asprilla y Nicole Regnier.
¿Hasta dónde llega El Tigre en Álvaro Córdoba?
El Tigre en Álvaro Córdoba es lo mismo. Yo creo que es esa persona que vive y siente fútbol las 24 horas del día. Lo que pasa es que El Tigre tiene otras formas de expresión que creo que Álvaro, pues no manejaría nunca. Es un tema de conexión con la gente, pero todo lo que pasa, lo que ven en redes sociales es Álvaro Córdoba, literal. Lo que pasa es que tiene unos toques para que sea un poquito más chistoso para poder llegarle a la gente de otra manera... pero es la misma persona.
¿Cómo llegó ese personaje?
Yo me autodenominé un día El Tigre porque decía: “todos los futbolistas tienen apodo: Pelusa, Pulga, Bicho... Tigre. Mi referencia era el Jairo El Tigre Castillo. Él me parecía una fiera, entonces dije: “soy el ‘Tigre’ Córdoba” y empecé a decirle a todo el mundo que yo era El Tigre.
Y un día, jugué dos partidos y me sentí muy cansado. Hace muchos años que no pasaba eso. Ya estoy viejo, un veteranazo de 42 ruedas.
Yo me sentía enfermo. Dos partidos a esta edad es difícil y usted cuando es un veterano tiene un kit de pomadas, de medicamentos y cositas varias para poder seguir adelante en su vida.
Entonces, yo ese día hice un vídeo mostrando todas las pomadas, pastillas, menjurjes y ungüentos que tengo para recuperarme y lo monté. Dije: “no, entonces usted se echa esta pomada de caballo y listo”.
Lo monté y me fui a un concierto. Cuando regresé, era un vídeo que tenía 400.000 vistas. Yo tenía 700 seguidores en TikTok y al otro día ya tenía 20.000 seguidores. Fue un video que tuvo 400 mil vistas. Entonces entendí un poco que pasaba algo y empecé a construir un personaje alrededor de eso que ví que pasó.
¿Sí jugó en el barrio?
Todos los días de mi vida. Yo en el colegio jugaba fútbol. Iba de particular con guayos, no usaba ni los zapatos del colegio, ni nada de esa vaina. Iba con guayos y llegaba a la casa a jugar fútbol en el barrio, todo el santo día. Eso no ha cambiado.
¿Qué aprendió en los barrios en que creció? En Villa del Prado y Pasadena
Mañas de barrio, como nos gusta. Apostar la gaseosa con pan, chao. Cuando usted tiene mañitas sabrosas en la vida, positivas, al final le funcionan... pero lo que siempre le voy a decir a todo el mundo es que el fútbol es como la vida misma. Como usted se comporta en la cancha, usted se comporta en la vida.
¿Qué piensa de la fama y el éxito?
Es algo que a todo el mundo le puede gustar o le puede interesar, pero creo que es un arma doble filo. Hay que saberlo manejar y, sobre todo, hay que saberlo entender. Si no, puede ser algo perjudicial y puede afectarle mucho a la persona que la tenga. No me siento ni famoso, ni mucho menos.
¿Cuál ha sido su mejor goleada en lo laboral?
Fue empezar a trabajar en televisión porque fue un accidente de la vida. Un día me llamaron a hacerme una entrevista de trabajo y, por obra y gracia del Espíritu Santo, quedé como director de arte de uno de los programas más importantes que hay en Colombia que es Master Chef.
Ahí empecé a hacer dirección de arte y me encaminé por la televisión. Entonces, yo creo que la goleada es la suerte que tuve de llegar a un medio que hoy amo y adoro, sin tener ningún tipo de conocimiento por un golpe de suerte.
¿Cómo fue su mejor gol en el amor?
Fue casarme con mi esposa y tener mis dos hijos, que son la razón de mi vida. Yo todos los días me levanto pensando en mis hijos y en construir cosas para ellos.
Lo que pase conmigo a mí no me importa mucho porque vivo en razón de mis hijos y de mi esposa, que son realmente el amor de mi vida.
Y ¿sabe que es lo más importante? A mi esposa me la dio el fútbol. Entonces todo es redondo porque mi esposa es la prima de uno de mis amigos del equipo de fútbol y por mí por mi amigo, en un partido, la conocí. Entonces el fútbol es lo máximo. Me regaló el amor de mi vida y a mis hijos.
Una anécdota con sus hijos y el fútbol
La llevada de Juan Simón al estadio. Juan Simón es mi hijo, tiene nueve años y tiene una condición que es Asperger, y yo, pues con lo futbolero que soy, con el amor que le tengo a Millonarios, yo dije: “no, este man tiene que ir al estadio”.
Le compré la camisa. La mamá le puso 17 chaquetas, como si fuéramos a Rusia... un desastre, y dije: “me voy con Juan al estadio”.
Lo llevé a un Millonarios-Medellín, inolvidable. Minuto uno y me tocó irme al estadio porque no se aguantó el ruido de las barras.
Entonces bueno, pues no pasa nada. Me salí y cuando llegué a la casa, lo primero que me dijo Juan Simón fue: “la pasamos súper bien”.
Volví a hacer el intento, como un año después, y lo único que me dijo Simón es que fuéramos en familia y fuimos Luisa, Luciano, Juan Simón y yo. El tipo se aguantó todo el partido, la pasamos bien y ahora es hincha de Millos.
¿Cuál es la mejor alegría que le ha dado a sus papás?
Yo creo que la mayor alegría que ellos tienen es ver como yo tengo consolidada mi familia, porque para ellos eso es un orgullo. Hoy en día, que hay tantas familias que están rotas y separadas, para mi mamá y mi papá, yo creo que es eso es un motivo orgullo.
¿Cuál es la copa que le hace falta en su vida?
Laboralmente yo creo que lo que me hace falta es poder producir una serie. Yo ya hice la producción de una, pero quiero producir una serie que sea top, que sea una bomba y que la vea mucha gente. Creo que eso está pendiente. Obviamente, sobre fútbol y sobre humor, la tengo más o menos diagrama.
Un jugador de la selección
El jugador que más me gusta la Selección Colombia Radamel Falcao García sin duda lejos sin discusión sin nada, no importa no lo voy a negociar ni discutir con nadie.
Un mensaje para los que ven la vida igual que al fútbol
Sean rigurosos en lo que hacen y que luchen todos los días por construir las cosas que quieren, porque en serio hay que hacer las cosas. El hacer es lo más importante, no el querer.
Usted puede soñar y querer una cosa, pero tiene que hacerla. Construirla día a día, cada segundo, trabajé por lo que usted quiere y cuando eso pase, pues seguramente se va a sentir muy orgulloso.
Es lo que yo le digo, las dos cosas que a mí laboralmente más me emocionan o más me apasionan, llegaron un día por accidente y desde ese momento a mí la vida me cambió y fue por construir, por persistir y por trabajar día a día para que eso pase.