Ana Sofía Henao denuncia a acosador que la persigue desde hace años: “Ayúdenme”
Reconocida como una de las figuras más destacadas del modelaje en Colombia, Ana Sofía Henao enfrenta una preocupante situación que ha afectado su vida personal y profesional.
Ana Sofía Henao ha sido víctima de acoso por parte de un individuo que la ha perseguido incansablemente durante un tiempo prolongado. En 2021, la modelo compartió abiertamente su angustia en las redes sociales, buscando consejo y apoyo de sus seguidores. A pesar de bloquear al acosador repetidamente, este persiste creando nuevos perfiles y enviando mensajes amenazadores a su esposo y a su lugar de trabajo.
(Puede leer: Piso 21 y Gabito Ballesteros lanzan “Me liberé”, un canto a las relaciones tóxicas)
Ella expresó su preocupación de que este hostigamiento virtual pueda escalar y convertirse en una amenaza física para ella y su familia. A pesar de tomar medidas legales y obtener órdenes de restricción, el acosador las ha eludido. “Crea otros usuarios, le escribe a mi esposo y a su trabajo, nos amenaza y amenaza nuestras vidas”, explicó en su momento la modelo antioqueña.
Desesperada por encontrar una solución, la modelo hizo una nueva llamada de auxilio a través de su cuenta de Instagram, buscando consejo de sus seguidores sobre cómo enfrentar esta situación. Ante la aparente ineficacia de las acciones legales, Ana Sofía confía en la solidaridad de su comunidad en redes sociales para encontrar alguna otra forma de frenar este acoso constante.
(Puede leer: El tesoro sonoro de las cuencas hidrográficas de Buenaventura)
¿Qué le pasó a Ana Sofía Henao?
“Esto es una llamada para pedir ayuda... tenemos un acosador y no importa si lo denuncio porque no pasa nada, ya que tiene una orden, pero a cada lugar que me muevo tengo que ir a la estación a decir que él tiene una orden para que me den un papel (una orden de restricción). Se hace un poquito engorroso”, manifestó en sus redes sociales.
El llamado de auxilio finalizó pidiéndoles a sus seguidores que si alguno sabía qué más se podía hacer, no dudara en avisarle.
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Este caso de acoso recuerda otros que hemos registrado, como el de Lina Rezk Rojas, quien tuvo que renunciar a su trabajo, cerrar sus redes sociales, cambiar de número de celular y alejarse de sus amigos, pues el portero del edificio en donde trabajaba, identificado como César Alejandro Vivas Becerra, la acosaba virtualmente por sus redes sociales, manifestando que la mataría.
César creaba perfiles en Instagram para llenar a Lina de mensajes amenazantes, advirtiéndole que fuera su pareja. “Lina, juro que seré una pesadilla en tu vida”, fue el tipo de mensajes que empezó a mandarle desde cerca de 70 perfiles falsos.
En ambos casos, tanto el de Ana Sofía Henao y Lina Rezk Rojas, se han agotado sus opciones legales, y sus victimarios han incurrido en el posible delito de hostigamiento.
Sin embargo, según la organización Karisma, citada en el artículo de Las Igualadas “La mujer que no sale de su casa por culpa de un acosador en Bogotá”, en Colombia, la violencia de género digital aún no está regulada como delito, a pesar de que la “Corte Constitucional la ha reconocido en sentencias relacionadas con la difusión no consentida de imágenes íntimas de una mujer y en la violencia digital que sufren las mujeres periodistas por ataques en redes sociales”.
Ana Sofía Henao ha sido víctima de acoso por parte de un individuo que la ha perseguido incansablemente durante un tiempo prolongado. En 2021, la modelo compartió abiertamente su angustia en las redes sociales, buscando consejo y apoyo de sus seguidores. A pesar de bloquear al acosador repetidamente, este persiste creando nuevos perfiles y enviando mensajes amenazadores a su esposo y a su lugar de trabajo.
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Ella expresó su preocupación de que este hostigamiento virtual pueda escalar y convertirse en una amenaza física para ella y su familia. A pesar de tomar medidas legales y obtener órdenes de restricción, el acosador las ha eludido. “Crea otros usuarios, le escribe a mi esposo y a su trabajo, nos amenaza y amenaza nuestras vidas”, explicó en su momento la modelo antioqueña.
Desesperada por encontrar una solución, la modelo hizo una nueva llamada de auxilio a través de su cuenta de Instagram, buscando consejo de sus seguidores sobre cómo enfrentar esta situación. Ante la aparente ineficacia de las acciones legales, Ana Sofía confía en la solidaridad de su comunidad en redes sociales para encontrar alguna otra forma de frenar este acoso constante.
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¿Qué le pasó a Ana Sofía Henao?
“Esto es una llamada para pedir ayuda... tenemos un acosador y no importa si lo denuncio porque no pasa nada, ya que tiene una orden, pero a cada lugar que me muevo tengo que ir a la estación a decir que él tiene una orden para que me den un papel (una orden de restricción). Se hace un poquito engorroso”, manifestó en sus redes sociales.
El llamado de auxilio finalizó pidiéndoles a sus seguidores que si alguno sabía qué más se podía hacer, no dudara en avisarle.
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Este caso de acoso recuerda otros que hemos registrado, como el de Lina Rezk Rojas, quien tuvo que renunciar a su trabajo, cerrar sus redes sociales, cambiar de número de celular y alejarse de sus amigos, pues el portero del edificio en donde trabajaba, identificado como César Alejandro Vivas Becerra, la acosaba virtualmente por sus redes sociales, manifestando que la mataría.
César creaba perfiles en Instagram para llenar a Lina de mensajes amenazantes, advirtiéndole que fuera su pareja. “Lina, juro que seré una pesadilla en tu vida”, fue el tipo de mensajes que empezó a mandarle desde cerca de 70 perfiles falsos.
En ambos casos, tanto el de Ana Sofía Henao y Lina Rezk Rojas, se han agotado sus opciones legales, y sus victimarios han incurrido en el posible delito de hostigamiento.
Sin embargo, según la organización Karisma, citada en el artículo de Las Igualadas “La mujer que no sale de su casa por culpa de un acosador en Bogotá”, en Colombia, la violencia de género digital aún no está regulada como delito, a pesar de que la “Corte Constitucional la ha reconocido en sentencias relacionadas con la difusión no consentida de imágenes íntimas de una mujer y en la violencia digital que sufren las mujeres periodistas por ataques en redes sociales”.