Andrés Baiz: “Como director soy mucho más riguroso”

Usted es una figura recurrente en los Premios Platino: ha participado con “Roa” y “Narcos”. ¿Cuál es el bagaje que le dejan estos premios?

Es muy satisfactorio cuando tus obras son valoradas a nivel internacional. Sin embargo, independientemente del reconocimiento, lo que me motiva es crear junto a otras personas con identidades artísticas muy sólidas y fortalecidas. Cuando hay una visión arriesgada es cuando más lejos se llega. Si trabajas con actores o directores de fotografía con un talento extraordinario, como en el caso de Narcos: México, puedes acercarte un poco más a la belleza, a lo verdadero, a lo intangible. Ese es el principal objetivo al momento de crear.

Ha estado involucrado con “Narcos” desde que comenzó en Colombia, en 2015. ¿Cómo ha evolucionado su carrera?

Han sido cinco años de mucha evolución, tres en Colombia y dos en México. He podido trabajar con algunos de los mejores actores iberoamericanos y colaborar con directores a quienes admiro profundamente. También me han enseñado muchos directores de fotografía. Aunque no siempre salgan bien las decisiones que tomo, ahora procuro ser más específico a la hora de filmar. Ahora, como director, soy mucho más riguroso y procuro sorprenderme más.

En los últimos años se han difuminado las fronteras entre el cine y la televisión. ¿Cuál cree que es el aporte de la pantalla chica al cine iberoamericano?

Las plataformas de internet han cambiado radicalmente la manera como producimos y consumimos el contenido. Los límites que definen lo que es cine y lo que es televisión son cada vez más difusos, e incluso hemos presenciado las intensas discusiones que plataformas como Netflix generan en los festivales de cine. De todas formas, lo que siempre va a primar es el talento detrás de las producciones. Series o películas que tienen un alto grado de identidad o sofisticación son pocas, y son estas las que deben servir como inspiración. El cine de autor iberoamericano es por lo general muy vigoroso y son las series internacionales las que deben nutrirse de él.

¿Prefiere el cine o la televisión?

No importa, siempre y cuando pueda tener las herramientas para explorar y ser libre a la hora de crear. Pienso que es en la ejecución cuando una serie o una película puede diferenciarse de otras. Siempre y cuando el proyecto represente para mí un reto profesional y pueda tener como director un cierto nivel de control creativo, aunque no siempre es el caso. El cine y la televisión son opciones igualmente viables.

¿Cuándo volveremos a ver una historia de cine suya en la pantalla?

Como realizador tienes que estar siempre en la búsqueda, hay proyectos que nacen y otros que se estancan, pero hay que tener paciencia y ser obstinado. Llevo cinco años sin parar de dirigir y producir una serie muy robusta y exigente. He dirigido 20 episodios de Narcos, que equivalen a dos temporadas completas, que para mí es como haber hecho diez películas. Sin embargo, también quiero contar otro tipo de historias, así que espero poder estar dirigiendo una película el año que viene.

Para usted, ¿en qué radica el éxito de “Narcos”?

En este oficio es difícil definir el éxito. Sin embargo, pienso que gran parte de lo que hace a Narcos exitosa es que es una serie muy complicada de hacer. Hay cierto placer masoquista al realizarla. Siempre hay turbulencia, cierto caos estimulante que nos empuja hacia el límite. La creatividad aflora cuando hay choque de energías, cuando existe agitación. Desde luego existen otros factores que complementan el éxito, en especial el hecho de que la serie sea hablada en dos idiomas, que se filme en escenarios naturales, su estilo narrativo y, lo más importante, el talento de las personas que hay detrás de cada episodio.

Usted es una figura recurrente en los Premios Platino: ha participado con “Roa” y “Narcos”. ¿Cuál es el bagaje que le dejan estos premios?

Es muy satisfactorio cuando tus obras son valoradas a nivel internacional. Sin embargo, independientemente del reconocimiento, lo que me motiva es crear junto a otras personas con identidades artísticas muy sólidas y fortalecidas. Cuando hay una visión arriesgada es cuando más lejos se llega. Si trabajas con actores o directores de fotografía con un talento extraordinario, como en el caso de Narcos: México, puedes acercarte un poco más a la belleza, a lo verdadero, a lo intangible. Ese es el principal objetivo al momento de crear.

Ha estado involucrado con “Narcos” desde que comenzó en Colombia, en 2015. ¿Cómo ha evolucionado su carrera?

Han sido cinco años de mucha evolución, tres en Colombia y dos en México. He podido trabajar con algunos de los mejores actores iberoamericanos y colaborar con directores a quienes admiro profundamente. También me han enseñado muchos directores de fotografía. Aunque no siempre salgan bien las decisiones que tomo, ahora procuro ser más específico a la hora de filmar. Ahora, como director, soy mucho más riguroso y procuro sorprenderme más.

En los últimos años se han difuminado las fronteras entre el cine y la televisión. ¿Cuál cree que es el aporte de la pantalla chica al cine iberoamericano?

Las plataformas de internet han cambiado radicalmente la manera como producimos y consumimos el contenido. Los límites que definen lo que es cine y lo que es televisión son cada vez más difusos, e incluso hemos presenciado las intensas discusiones que plataformas como Netflix generan en los festivales de cine. De todas formas, lo que siempre va a primar es el talento detrás de las producciones. Series o películas que tienen un alto grado de identidad o sofisticación son pocas, y son estas las que deben servir como inspiración. El cine de autor iberoamericano es por lo general muy vigoroso y son las series internacionales las que deben nutrirse de él.

¿Prefiere el cine o la televisión?

No importa, siempre y cuando pueda tener las herramientas para explorar y ser libre a la hora de crear. Pienso que es en la ejecución cuando una serie o una película puede diferenciarse de otras. Siempre y cuando el proyecto represente para mí un reto profesional y pueda tener como director un cierto nivel de control creativo, aunque no siempre es el caso. El cine y la televisión son opciones igualmente viables.

¿Cuándo volveremos a ver una historia de cine suya en la pantalla?

Como realizador tienes que estar siempre en la búsqueda, hay proyectos que nacen y otros que se estancan, pero hay que tener paciencia y ser obstinado. Llevo cinco años sin parar de dirigir y producir una serie muy robusta y exigente. He dirigido 20 episodios de Narcos, que equivalen a dos temporadas completas, que para mí es como haber hecho diez películas. Sin embargo, también quiero contar otro tipo de historias, así que espero poder estar dirigiendo una película el año que viene.

Para usted, ¿en qué radica el éxito de “Narcos”?

En este oficio es difícil definir el éxito. Sin embargo, pienso que gran parte de lo que hace a Narcos exitosa es que es una serie muy complicada de hacer. Hay cierto placer masoquista al realizarla. Siempre hay turbulencia, cierto caos estimulante que nos empuja hacia el límite. La creatividad aflora cuando hay choque de energías, cuando existe agitación. Desde luego existen otros factores que complementan el éxito, en especial el hecho de que la serie sea hablada en dos idiomas, que se filme en escenarios naturales, su estilo narrativo y, lo más importante, el talento de las personas que hay detrás de cada episodio.