“Twitter es una hoguera ardiente que está esperando a la próxima víctima”

Este fin de semana, el actor colombiano Andrés Parra anunció el cierre de su cuenta en Twitter, “un sitio lleno de odio, violencia y envidia”. No es la única personalidad que en Colombia abandona la red social luego de que Elon Musk, a quien se le cuestiona por cambiar las políticas de moderación de comentarios, la comprara en octubre de 2022. La actriz Margarita Rosa de Francisco y el presentador Santiago Rivas también abandonaron la red del pajarito azul

Joseph Casañas Angulo
06 de febrero de 2023 - 02:00 a. m.
“Twitter es una hoguera ardiente que está esperando a la próxima víctima”
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Es el efecto Elon Musk. Desde el pasado 28 octubre, cuando el magnate sudafricano compró Twitter por US$44.000 millones, se sigue engrosando la lista de personalidades que abandonan parcial o totalmente la red social del pajarraco azul. Actores de Hollywood, cantantes, productores de televisión y deportistas, entre otros, rechazan los cambios en las políticas de moderación de comentarios y dan el portazo.

La cantante estadounidense Toni Braxton se fue “sorprendida y horrorizada por los discursos de odio” que se exacerbaron desde la llegada de Musk; la modelo Gigi Hadid dijo en Instagram que Twitter se había convertido “en un pozo negro de odio, fanatismo e intolerancia”; Shonda Rimes, creadora de la serie “Grey’s Anatomy”, anunció que cerraba su cuenta porque no se iba a quedar “para lo que sea que Elon haya planeado”; la actriz y comediante Whoopi Goldberg dijo estar “cansada de que ciertas actitudes que se habían bloqueado estén de vuelta”, y Ken Olin, uno de los productores de la serie “This is Us”, se despidió con un mensaje menos cáustico, pero igual de diciente: “Me voy. Sin juicios. Mantengamos la fe. Protejamos nuestra democracia. Intentemos ser más amables. Intentemos salvar al planeta. Tratemos de ser más generosos. Busquemos encontrar la paz en el mundo”.

No todos están inconformes con el aterrizaje de Musk en esta red social. Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, a quien le había sido desactivada su cuenta por incitar a la violencia tras la toma del Capitolio el 6 de enero de 2021, dijo en Truth Social, su propia plataforma social: “Estoy muy feliz de que Twitter esté ahora en buenas manos. Ya no estará dirigido por locos y maniacos de izquierda radical que odian a nuestro país”. Le invitamos a leer: Margarita Rosa de Francisco cuenta por qué desapareció de redes sociales

En noviembre del 2022 la cuenta de Trump fue restablecida luego de que Musk publicara una encuesta preguntando a los usuarios de la plataforma si Trump debería ser reincorporado. La encuesta, que tuvo 15 millones de votos, arrojó un 51,8 % a favor y un 48,2 % en contra de la reactivación de la cuanta del exmandatario. “El pueblo ha hablado. Trump será reincorporado. ‘Vox populi, vox dei’”, trinó el nuevo dueño de Twitter.

El efecto Musk no solo se vive en Estados Unidos. En Colombia ya se evidencian algunos coletazos. El periodista Santiago Rivas, el actor Andrés Parra y la actriz Margarita Rosa de Francisco abandonaron la red social.

Twitter: un desastre llamado Elon Musk

Este fin de semana el actor colombiano Andrés Parra explicó, en su cuenta de Instagram, por qué se fue definitivamente de Twitter. “Fui un tuitero muy intenso y me gustó mucho, pero llegó un momento en el que me di cuenta de que Twitter no es más que una hoguera ardiente que está esperando a la próxima víctima. Eché a mucha gente a esa hoguera y me di cuenta de que alguna vez podría caer allí. También tiene que ver con que no quiero tanta información, no necesito tanta información. ¿Para qué?”.

Según Parra, “Twitter es un sitio de odio, de energía muy bajita, de violencia, de ira, de rabia, de envidia. Creo que es la red social más oscura que existe y yo ando en otra vuelta ahora, quiero un poquito más de paz y de calma. Por eso me abrí. Es una plataforma que sirve para volver mierda a los demás, para hundir a los demás, para juzgar sin preguntar un culo. Espero nunca más volver por allá”.

Lo que dice Parra se evidencia en un estudio del Contagion Research Institute, firma de investigación en redes sociales, que asegura que el uso de las “N-words”, es decir, palabras racistas que se usan en Twitter, es aterrador. Doce horas después de que Musk comprara la red, el uso de esas palabras aumentó un 500 %.

El columnista y presentador Santiago Rivas, quien se fue de Twitter hace un par de semanas, compartió con El Espectador las razones que lo motivaron a tomar esa decisión.

“En los últimos meses Twitter estuvo más violento, agresivo y desolador y eso es porque en estas búsquedas de las tendencias el algoritmo tiende a privilegiar mucho discurso de odio. Y no es que eso sea nuevo. Antes tocaba escarbar en toneladas de basura para encontrar algo valioso, ahora toca buscar entre toneladas, toneladas y toneladas para hallar algo que valga la pena en términos de opinión. Técnicamente, se están privilegiando cosas indefendibles de racismo y clasismo y eso está fuera del debate”.

Para Rivas, tras la compra de Musk, “parece que Twitter nos quisiera sacar más la piedra para que peleemos más y más. Y esas son movidas que se hacen técnicamente para favorecer, por ejemplo, el tiempo de permanencia en la plataforma (…) el mismo Musk es difusor de teorías de conspiración, está acomodado con la ultraderecha que usa las visiones de libertad de expresión que privilegia el discurso de odio”.

De alguna manera, el trabajo de Rivas tiene que ver con el uso de Twitter. En la plataforma encuentra insumos para su trabajo de opinión y crítica de medios, y por eso aún no tiene claro si volverá a abrir su cuenta. “Aproveché que no lo estaba necesitando para sacármelo de encima, Estoy en una pausa a la espera de la renovación de contratos laborales y dependerá mucho de lo que pase en ese sentido. Quizás es el momento para explorar otras plataformas cuya experiencia no esté marcada por el odio”.

En noviembre de 2022 la actriz Margarita Rosa de Francisco, quien desde Twitter participaba activamente en frenéticas conversaciones políticas, de género o religión, cerró su cuenta y en TikTok explicó por qué lo hizo. “Básicamente, porque estaba aturdida con el ruido que yo misma estaba produciendo ahí”.

En enero de este año en una entrevista con la revista Cambio, la actriz amplió sus razones. “Creo que me retiré de las redes porque no soportaba más la reactividad mía y la de los demás. No estoy segura de que vivir en paz sea una meta alcanzable; creo, más bien, en entrenar la capacidad de vivir en el conflicto sin que eso signifique eliminar al otro. Ahora, hay maneras de transitar el conflicto y pilotear las emociones que se generan por cuenta de él. Yo opto por la autoobservación constante y por eso no soy muy buena para pelear con nadie”.

Quizás esta sea una buena excusa para recordar lo que decía el semiólogo y filósofo italiano Umberto Eco: “Las redes sociales les dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un Premio Nobel. Es la invasión de los idiotas”.

Joseph Casañas Angulo

Por Joseph Casañas Angulo

Comunicador social y periodista egresado de la Universidad Los Libertadores con diez años de experiencia en medios de comunicación.@joseph_casanasjcasanas@elespectador.com

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