Andrés Ramírez habla sobre los riesgos del positivismo tóxico
El conferencista socio de Plurum Consultores, habla sobre lo importante de permitir sentir emociones ‘negativas’ para encontrar un equilibrio con la paz y serenidad interna.
Desde hace algunos años, Andrés Ramírez junto a su equipo se han dedicado a realizar conferencias sobre espacios de trabajo saludables en entornos corporativos.
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Con el lanzamiento de sus libros “La Felicidad es un Electrocardiograma” publicado en 2018 y “entre rodaderos y escaleras” publicado en 2020, Ramírez busca brindar a líderes empresariales y a trabajadores herramientas para poder llevar a cabalidad su trabajo de forma saludable.
En esta ocasión, Andrés Ramírez habló con El Espectador para hacer frente al llamado ‘positivismo tóxico’, qué es y cómo abordarlo de una manera inteligente emocionalmente.
1. ¿Qué es el positivismo tóxico?
Esta necesidad de imponernos como sociedad el imperativo de estar “bien” de aparentar estar en modo “fantástico”, en donde las redes sociales juegan un papel enorme, porque lo que vemos de otros es un pedazo muy pequeño y muchas veces teatral, de lo que verdaderamente es su vida.
Es la necesidad de negar la existencia del mal, de señalar algunas emociones como “negativas”, como si el miedo, la rabia o la tristeza no nos hubiesen permitido sobrevivir como especie. Existe tanta vida en un momento de dolor, como en uno de alegría, y todo es es la vida y todo eso es felicidad.
2. ¿Cuáles son las consecuencias del positivismo tóxico?
Todavía creo que no lo tenemos muy claro, pero algunos temas de salud mental que hoy se viven son a causa de este positivismo tóxico, necesitamos tener los ojos abiertos y no permitir que se manipulen cifras y ojalá hacer una verdadera investigación frente a qué está pasando con nuestros hijos al criarlos de alguna manera indefensos.
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Debemos de proveerles una “agresividad sofisticada” como me gusta llamarle, en donde tengan el coraje de enfrentar la vida, el mal, en donde entiendan que la desigualdad existe y es una condición de la naturaleza, pero que debemos enfrentarla, en donde se preparen para salir de ese gran espacio de seguridad protegido donde todos ganan, todos pasan.
Deberíamos enseñarles que no vivimos en un mundo seguro, que más bien está lleno de catástrofes. Deberíamos educarnos en el desacuerdo, en el debate, en el coraje y por supuesto en el amor, pero en ese que no permite que nadie pase por encima y que tampoco pasar por encima de nadie.
3. ¿Según el positivismo tóxico lo único correcto es ser felices? ¿Qué es la felicidad?
Tal vez la palabra no sería felicidad, sería tranquilidad, alegría, placidez, un lugar utópico donde se canta ‘hakuna matata’ y los leones no se comen a los jabalíes, pero que el mundo real, se está destruyendo y todos a quienes amamos se mueren de hambre. Esa es la verdadera historia del “Rey león”, una lucha entre el bien y el mal, pero nos quedamos sin entender la lección.
La felicidad tiene muchas definiciones, tal vez, tantas como seres humanos existimos, sin embargo, todos coincidimos en que queremos ser felices, el cómo es el que nos separa muchas veces.
Confundimos placer con felicidad y nos sumergimos en los placeres inmoderados, lo que Dante define como el infierno. La felicidad no es el sexo, las compras, las sustancias psicoactivas. La felicidad me gusta abordarla desde un concepto simple y es que nuestra felicidad se define por: la calidad de las relaciones que construimos a lo largo de nuestras vidas. Con nosotros, con los otros y con nuestro entorno.
4. ¿Por qué el positivismo deslegitimiza las emociones y pensamientos negativos?
Para empezar muchas personas hablan de emociones “positivas” y emociones “negativas”, no de emociones. Claro, algunas se perciben incomodas en el cuerpo, pero lo que debemos es aprender a identificar la emoción, aceptarla y gestionarla desde el consciente y no permitir que el inconsciente sea quien reaccione a su antojo.
No gestionar nuestras emociones conscientemente nos vuelve esclavos de ellas, pues perdemos libertad. Los pensamientos son la locura de la casa, el 70% de lo que imaginamos nuca jamás sucede, el 80% tienen una connotación negativa y el 90% de nuestros miedos son inventados, reales, porque los sentimos físicamente en nuestro cuerpo, pero producto de la imaginación.
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5. ¿Cuál es la delgada línea que limita la psicología positiva y el positivismo tóxico?
La cantidad de charlatanes que se aprenden un par de frases y que solo conocen la superficie de su propia vida, pretendiendo así, poder acompañar a otros en su viaje.
La psicología positiva trae muchas cosas buenas, otras sobre las que he sido muy crítico, pero lo bueno es que nunca antes se había identificado el enorme poder de la gratitud, del perdón, de abrazar, el afecto, de la apreciabilidad de muchas cosas que psicológicamente también hacen parte de nuestras vidas, solo se había abordado desde las patologías.
Aquí hay un gran aporte, pero desafortunadamente es un negocio de billones de dólares anuales y en donde algunos de sus mayores exponentes han manipulado cifras y privilegiado el negocio sobre la investigación.
Esta es una disciplina muy reciente, de poco más de 30 años y en donde nos falta mucho por entender y no segregar al humano entre lo positivo y lo negativo, la mejor imagen que nos define es el ying y el yang, en donde somos todo, lo bueno, lo malo y es una rueda dinámica, no estática.
6. ¿La incapacidad de gestionar las emociones puede llevar hacia el positivismo tóxico?
No necesariamente, la incapacidad de gestionar las emociones nos lleva a enfermarnos físicamente de muchas cosas, hoy existe un estrecho vínculo entre el resentimiento y la enfermedad.
7. ¿Cuál es el verdadero positivismo?
El que hace todo lo posible para que las cosas salgan bien, el que cree genuinamente y hace coherentemente con esa creencia, pero sin ingenuidad. No se puede ser positivo e ingenuo.
Y cuando se hizo todo y las cosas no salieron bien, somos capaces de cargar con el fracaso y lo volvemos a intentar, hasta que lo logramos o entendimos que no era el camino. El pesimista solo requiere manifestar su pesimismo, no hacer nada y esperar que todo salga mal. Así la vida es muy fácil.
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Invocaría a Gramsci para que con “el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad” estemos dispuestos a hacer lo posible para que todo salga bien, lo que esté en nuestras manos y estar dispuestos a asumir nuestro fracaso.
8. ¿Por qué no se deben bloquear los sentimientos negativos?
Porque estas emociones nos permiten sobrevivir. El miedo nos alerta sobre un potencial peligro, la tristeza con la perdida y la rabia con la injusticia. Las emociones, todas, están para contarnos cosas, debemos aprender a escucharlas.
9. ¿Qué pasa cuando se es positivo en exceso?
No existe el exceso de positivismo, pero si es posible volverlo tóxico cuando se desconoce el mal.
10. ¿Cuál es la importancia del reconocimiento de los jóvenes talentos para no caer en el positivismo tóxico?
Generar entornos de verdadero bienestar corporativo, en donde se reconoce aquellas personas que se están preparando para construir una sociedad con verdadero bienestar, donde las personas pueden ser felices y productivas.
11. ¿Cuál es la importancia del reconocimiento de las emociones en los jóvenes y para qué sirven?
La misma que en cualquier otra ser humano, pero que desde muy temprana edad nos enseñaran a emocionar, comunicarnos mejor y relacionarnos de formas más saludables.
12. ¿Cómo nacen los premios HR NEXT GEN?
HR Next GEN Awards, es un concepto creado en Colombia, pero una iniciativa latinoamericana. Nace como una plataforma cuya misión es reconocer y exaltar públicamente a los jóvenes talentos del área de Recursos Humanos, normalmente los reconocimientos son para las empresas o directivos como tal, y estos jóvenes que suelen pasar desapercibidos son los que están detrás de grandes iniciativas encontrando nuevos caminos para impulsar el bienestar de las personas en sus organizaciones.
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Aunque su rol no sea de dirección, poseen habilidades blandas que permiten el conocimiento y relación con los demás, la resolución eficiente y creativa de problemas y otras cualidades enfocadas en la autonomía y excelencia.
13. ¿Por qué apostarle a ser disruptivos en el esquema de bienestar organizacional?
Más que disruptivos, diría estratégicos, porque si creemos que le bienestar es costoso, deberíamos cuantificar el malestar cuanto nos cuesta. Cuanto nos cuesta hoy la falta de confianza en los equipos de trabajo dentro de nuestras organizaciones, el ausentismo y el presentismo que podría ser aún peor.
La mejor apuesta que una empresa puede hacer hoy en día es trabajar por generar entornos de bienestar estratégicos, con gente que se relacione de forma saludable y que no perdamos el foco de la productividad.
Pero es que tratar bien a las personas, pagar lo justo y ser productivos no son excluyentes, deberían ir siempre de la mano, más en un mundo que habla de sostenibilidad, de experiencia, de diversidad, de bienestar… ahora ¿Cuánto hacemos en cada uno de estos temas? Hoy creo que hablamos más de lo que hacemos y nunca deberíamos lanzar nuestras palabras donde nuestras acciones no puedan alcanzarlas.
Desde hace algunos años, Andrés Ramírez junto a su equipo se han dedicado a realizar conferencias sobre espacios de trabajo saludables en entornos corporativos.
(Lea también: Monja que ganó “La voz” dejó los hábitos y tuvo un radical cambio de ‘look’)
Con el lanzamiento de sus libros “La Felicidad es un Electrocardiograma” publicado en 2018 y “entre rodaderos y escaleras” publicado en 2020, Ramírez busca brindar a líderes empresariales y a trabajadores herramientas para poder llevar a cabalidad su trabajo de forma saludable.
En esta ocasión, Andrés Ramírez habló con El Espectador para hacer frente al llamado ‘positivismo tóxico’, qué es y cómo abordarlo de una manera inteligente emocionalmente.
1. ¿Qué es el positivismo tóxico?
Esta necesidad de imponernos como sociedad el imperativo de estar “bien” de aparentar estar en modo “fantástico”, en donde las redes sociales juegan un papel enorme, porque lo que vemos de otros es un pedazo muy pequeño y muchas veces teatral, de lo que verdaderamente es su vida.
Es la necesidad de negar la existencia del mal, de señalar algunas emociones como “negativas”, como si el miedo, la rabia o la tristeza no nos hubiesen permitido sobrevivir como especie. Existe tanta vida en un momento de dolor, como en uno de alegría, y todo es es la vida y todo eso es felicidad.
2. ¿Cuáles son las consecuencias del positivismo tóxico?
Todavía creo que no lo tenemos muy claro, pero algunos temas de salud mental que hoy se viven son a causa de este positivismo tóxico, necesitamos tener los ojos abiertos y no permitir que se manipulen cifras y ojalá hacer una verdadera investigación frente a qué está pasando con nuestros hijos al criarlos de alguna manera indefensos.
(Lea también: Paola Jara se lanza como diseñadora de modas con su proyecto “PJfitwear”)
Debemos de proveerles una “agresividad sofisticada” como me gusta llamarle, en donde tengan el coraje de enfrentar la vida, el mal, en donde entiendan que la desigualdad existe y es una condición de la naturaleza, pero que debemos enfrentarla, en donde se preparen para salir de ese gran espacio de seguridad protegido donde todos ganan, todos pasan.
Deberíamos enseñarles que no vivimos en un mundo seguro, que más bien está lleno de catástrofes. Deberíamos educarnos en el desacuerdo, en el debate, en el coraje y por supuesto en el amor, pero en ese que no permite que nadie pase por encima y que tampoco pasar por encima de nadie.
3. ¿Según el positivismo tóxico lo único correcto es ser felices? ¿Qué es la felicidad?
Tal vez la palabra no sería felicidad, sería tranquilidad, alegría, placidez, un lugar utópico donde se canta ‘hakuna matata’ y los leones no se comen a los jabalíes, pero que el mundo real, se está destruyendo y todos a quienes amamos se mueren de hambre. Esa es la verdadera historia del “Rey león”, una lucha entre el bien y el mal, pero nos quedamos sin entender la lección.
La felicidad tiene muchas definiciones, tal vez, tantas como seres humanos existimos, sin embargo, todos coincidimos en que queremos ser felices, el cómo es el que nos separa muchas veces.
Confundimos placer con felicidad y nos sumergimos en los placeres inmoderados, lo que Dante define como el infierno. La felicidad no es el sexo, las compras, las sustancias psicoactivas. La felicidad me gusta abordarla desde un concepto simple y es que nuestra felicidad se define por: la calidad de las relaciones que construimos a lo largo de nuestras vidas. Con nosotros, con los otros y con nuestro entorno.
4. ¿Por qué el positivismo deslegitimiza las emociones y pensamientos negativos?
Para empezar muchas personas hablan de emociones “positivas” y emociones “negativas”, no de emociones. Claro, algunas se perciben incomodas en el cuerpo, pero lo que debemos es aprender a identificar la emoción, aceptarla y gestionarla desde el consciente y no permitir que el inconsciente sea quien reaccione a su antojo.
No gestionar nuestras emociones conscientemente nos vuelve esclavos de ellas, pues perdemos libertad. Los pensamientos son la locura de la casa, el 70% de lo que imaginamos nuca jamás sucede, el 80% tienen una connotación negativa y el 90% de nuestros miedos son inventados, reales, porque los sentimos físicamente en nuestro cuerpo, pero producto de la imaginación.
(Le recomendamos: Chris Hemsworth, actor de Thor, pausa su carrera por grave enfermedad)
5. ¿Cuál es la delgada línea que limita la psicología positiva y el positivismo tóxico?
La cantidad de charlatanes que se aprenden un par de frases y que solo conocen la superficie de su propia vida, pretendiendo así, poder acompañar a otros en su viaje.
La psicología positiva trae muchas cosas buenas, otras sobre las que he sido muy crítico, pero lo bueno es que nunca antes se había identificado el enorme poder de la gratitud, del perdón, de abrazar, el afecto, de la apreciabilidad de muchas cosas que psicológicamente también hacen parte de nuestras vidas, solo se había abordado desde las patologías.
Aquí hay un gran aporte, pero desafortunadamente es un negocio de billones de dólares anuales y en donde algunos de sus mayores exponentes han manipulado cifras y privilegiado el negocio sobre la investigación.
Esta es una disciplina muy reciente, de poco más de 30 años y en donde nos falta mucho por entender y no segregar al humano entre lo positivo y lo negativo, la mejor imagen que nos define es el ying y el yang, en donde somos todo, lo bueno, lo malo y es una rueda dinámica, no estática.
6. ¿La incapacidad de gestionar las emociones puede llevar hacia el positivismo tóxico?
No necesariamente, la incapacidad de gestionar las emociones nos lleva a enfermarnos físicamente de muchas cosas, hoy existe un estrecho vínculo entre el resentimiento y la enfermedad.
7. ¿Cuál es el verdadero positivismo?
El que hace todo lo posible para que las cosas salgan bien, el que cree genuinamente y hace coherentemente con esa creencia, pero sin ingenuidad. No se puede ser positivo e ingenuo.
Y cuando se hizo todo y las cosas no salieron bien, somos capaces de cargar con el fracaso y lo volvemos a intentar, hasta que lo logramos o entendimos que no era el camino. El pesimista solo requiere manifestar su pesimismo, no hacer nada y esperar que todo salga mal. Así la vida es muy fácil.
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Invocaría a Gramsci para que con “el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad” estemos dispuestos a hacer lo posible para que todo salga bien, lo que esté en nuestras manos y estar dispuestos a asumir nuestro fracaso.
8. ¿Por qué no se deben bloquear los sentimientos negativos?
Porque estas emociones nos permiten sobrevivir. El miedo nos alerta sobre un potencial peligro, la tristeza con la perdida y la rabia con la injusticia. Las emociones, todas, están para contarnos cosas, debemos aprender a escucharlas.
9. ¿Qué pasa cuando se es positivo en exceso?
No existe el exceso de positivismo, pero si es posible volverlo tóxico cuando se desconoce el mal.
10. ¿Cuál es la importancia del reconocimiento de los jóvenes talentos para no caer en el positivismo tóxico?
Generar entornos de verdadero bienestar corporativo, en donde se reconoce aquellas personas que se están preparando para construir una sociedad con verdadero bienestar, donde las personas pueden ser felices y productivas.
11. ¿Cuál es la importancia del reconocimiento de las emociones en los jóvenes y para qué sirven?
La misma que en cualquier otra ser humano, pero que desde muy temprana edad nos enseñaran a emocionar, comunicarnos mejor y relacionarnos de formas más saludables.
12. ¿Cómo nacen los premios HR NEXT GEN?
HR Next GEN Awards, es un concepto creado en Colombia, pero una iniciativa latinoamericana. Nace como una plataforma cuya misión es reconocer y exaltar públicamente a los jóvenes talentos del área de Recursos Humanos, normalmente los reconocimientos son para las empresas o directivos como tal, y estos jóvenes que suelen pasar desapercibidos son los que están detrás de grandes iniciativas encontrando nuevos caminos para impulsar el bienestar de las personas en sus organizaciones.
(Lea también: Anuel y Yailin serán papás y lo anunciaron con excéntrico video)
Aunque su rol no sea de dirección, poseen habilidades blandas que permiten el conocimiento y relación con los demás, la resolución eficiente y creativa de problemas y otras cualidades enfocadas en la autonomía y excelencia.
13. ¿Por qué apostarle a ser disruptivos en el esquema de bienestar organizacional?
Más que disruptivos, diría estratégicos, porque si creemos que le bienestar es costoso, deberíamos cuantificar el malestar cuanto nos cuesta. Cuanto nos cuesta hoy la falta de confianza en los equipos de trabajo dentro de nuestras organizaciones, el ausentismo y el presentismo que podría ser aún peor.
La mejor apuesta que una empresa puede hacer hoy en día es trabajar por generar entornos de bienestar estratégicos, con gente que se relacione de forma saludable y que no perdamos el foco de la productividad.
Pero es que tratar bien a las personas, pagar lo justo y ser productivos no son excluyentes, deberían ir siempre de la mano, más en un mundo que habla de sostenibilidad, de experiencia, de diversidad, de bienestar… ahora ¿Cuánto hacemos en cada uno de estos temas? Hoy creo que hablamos más de lo que hacemos y nunca deberíamos lanzar nuestras palabras donde nuestras acciones no puedan alcanzarlas.