Animecor 2023: un homenaje local a la cultura geek internacional
El evento durante los días 1, 2 y 3 de septiembre convocó a 40.000 fanáticos (y no fanáticos) de la cultura pop japonesa a expresarse fuera de las pantallas a través del anime, el manga, el comic, y el cosplay en Montería, Córdoba.
Jorge Agudelo Jiménez (@JorgeRacoon)
En medio de una sensación térmica de 32 grados, y con el sueño de visibilizar las narrativas que tejan comunidades y cuestionen estándares culturales, se le dio apertura a Animecor 2023, el evento que durante los días 1, 2 y 3 de septiembre convocó a 40.000 fanáticos (y no fanáticos) de la cultura pop japonesa a expresarse fuera de las pantallas a través del anime, el manga, el comic, y el cosplay en Montería, Córdoba.
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En medio de una sensación térmica de 32 grados, y con el sueño de visibilizar las narrativas que tejan comunidades y cuestionen estándares culturales, se le dio apertura a Animecor 2023, el evento que durante los días 1, 2 y 3 de septiembre convocó a 40.000 fanáticos (y no fanáticos) de la cultura pop japonesa a expresarse fuera de las pantallas a través del anime, el manga, el comic, y el cosplay en Montería, Córdoba.
La primera conversación inicia en un taxi camino al centro de convenciones (lugar del evento en su segunda edición). En ella, reconozco que los imaginarios emergen a partir del contacto, en este caso, de la cultura geek con la costa colombiana, y me sirve para romper esa idea de lo diferente o lo friki.
- “¿Qué se está realizando en el Centro de Convenciones? porque he traído varios servicios acá… y es fin de semana”, pregunta el conductor, que bien podría llamarse Pedro o Juan.
- “Es Animecor 2023″, respondo.
- “¡Ah, es como un ComicCon!”, responde aludiendo a uno de los eventos internacionales más importantes del mundo.
Debo aceptarlo, fue sorpresivo que este hombre hiciera la relación con la ComicCon, no porque sea imposible, más bien, lo imposible abre espacio a la necesidad, y en este caso, la de seguir suscitando ambientes para culturas diversas en ciudades como Montería, donde solo se piensa a través de las representaciones locales.
Al bajarme del taxi pienso en un término: glocal (acrónimo de global y local), que introduce la idea de que una dinámica global puede existir en lo más rutinario de una localidad y compartir características de ambos contextos. Esta palabra se construye y se fusiona como un atuendo, por ello, considero que el cosplay (y quizá la cultura geek) es un ejemplo de glocalidad, en una pasarela.
La llegada esa tarde al centro de convenciones lo responde: asistentes con una versión postapocalíptica del mundo, escenas inspiradas en Mad Mad: Fury Road (la de George Miller); las armaduras doradas de los Caballeros del Zodiaco en tamaño real; o la presencia de skaters rodando sobre sus tablas, demuestra que la cultura costeña se mimetiza con productos globales.
En medio del apocalipsis nuclear, se erguía como un obelisco el edificio con la pancarta que decía “Animecor 2023: Recreación, cultura y ocio”. Era la segunda edición de un evento que tuvo ‘opening’ con una invitada internacional y doce invitados nacionales.
La cultura geek en Córdoba, una explosión en espera
La recepción era de una alfombra real mitológica que combinaba la existencia de personajes de anime como Mú, Aioros, Aldebarán o Géminis, con las obras artísticas del sombrero vueltiao. Este preludio indicaba la existencia de 15 exhibiciones divididas entre: videojuegos, anime, comic-manga, K-pop, cine, animación y deportes extremos.
Las horas transcurren entre el calor sofocante y pequeñas pausas para una foto que rompían el flujo al andar. Ninguna de las dos incomodaba. Niños, niñas, jóvenes y adultos detenían a los cosplayer para fotografiarlos. Esas capturas serían atesoradas como un pedazo de la infancia en el celular.
Muchos de los asistentes disfrazados estaban participando en el concurso de pasarela cosplay, en el cual entregaron cerca de 15 millones de pesos en premios. Me acerco a Adrian Valerian (Marco Buitrago), a quien confundo con el guasón por su cabello verde y chaleco morado, pero después confirmo que es Rohan Kishibe (JoJo’s Bizarre Adventure). Él, como asesor de una de las atracciones principales de Animecor, comenta el significado de abrir espacios geek en ciudades lejos del centro de Colombia.
Corrían los minutos y las personas comenzaron a subir las escaleras buscando la zona K-Pop. Estaba a punto de comenzar la competencia de baile que se extendería por 3 horas. Me surge la pregunta, ¿qué relación tiene el K-Pop con el anime o los videojuegos?
La respuesta la encontré cuando observé cómo anunciaban los eventos. La zona gamer informaba que comenzaría el concurso cosplay, y el cosplay anunciaba que iniciaría la competencia de K-Pop. Eran diferentes en la estética, pero en lo profundo, se sentía hermandad.
Es usual que un amante del anime le guste el K-Pop, los videojuegos o el cine, y cuando de convención se habla, todos tienen espacio. Se disfrutan entre sí, compartiendo la atención de los visitantes propios o prestados. Así lo expresa Natalia Mercado, líder de K-Power, a quien perseguí por algunos minutos debido a que estuvo al liderando 10 video conciertos y 30 participantes en las competencias de baile K-pop.
Continúo caminando en medio de la multitud, al punto de sentir que me arrastra la inercia de un mercado persa con tintes friki. Los pasillos del lugar albergaron a 70 emprendedores nacionales que montaron su local y lo adornaron con figuras, camisetas, afiches, tarjetas de regalo, e incluso la única réplica en Colombia de la espada Orcrist, usada por Thorin Escudo de Roble en el Señor de los Anillos. Según cifras de los organizadores, esta explosión nacional en pocos metros generó más de 240 millones de pesos en ventas.
La riqueza de la cultura local
El murmullo de la gente comienza a anunciar algo grande. Me dirijo a la tarima principal y siento que asistiré a un concierto musical, pero, por el contrario, la alfombra recibe a la invitada internacional, Isabel Martiñon, quien viajó desde México para compartir su experiencia como actriz de voz en personajes como Naruto Uzumaki, Marceline Abadeer o Ben 10.
Su charla, pensada para una hora, se extendió por más de dos a causa de los centenares de niños, niñas y adolescentes que explotaban de alegría y admiración cuando ella decía “Hola, yo soy Naruto Uzumaki, me gusta la ramen instantánea en tazón”. Los asistentes rodearon a Martiñón en medio del calor que sólo pudo mitigar un sombrero vueltiao, producto típico del departamento que servirá de recordatorio de su visita a los fanáticos colombianos; otro ejemplo de glocalidad.
La noche caía sobre el recinto donde una banda local interpretaba canciones de los openings más populares, entre tanto, las personas se acumulaban para presenciar el cierre del evento: la pasarela cosplay.
Los focos se centraron en los invitados nacionales, en especial, Aoi Akari (Laura Suaza) y Lanat, las cosplayers que representaron a Colombia en el World Cosplay Summit en Emiratos Árabes este 2023. Ellas se acercaban a la tarima porque fueron llamadas como jurados junto a Adrian Valerian.
Akari, en su papel Jinx (Arcane), y después de Shinobu Kocho (Kimetsu No Yaiba), era abordada por fanáticos y no fanáticos que pedían fotografías como si de una estrella de rock se tratara.
Los 10 finalistas de la categoría “mayores de 18 años” tenían 90 segundos de improvisación para que con su carisma recreara una escena particular de su personaje. Algunos fallos técnicos se presentaron al comienzo, pero los concursantes fueron subiendo uno a uno hasta que los aplausos, las barras, y el ruido se apoderaron el lugar.
En tarima, con modestia los jurados aseguraron que el trabajo de elegir era difícil; resaltaron la entrega, la creatividad y la pasión en los asistentes monterianos. Al final, sólo “el hombre más cercano a dios” sería el ganador de la noche. A_uglyduck representando a un dorado, brillante e imponente Shaka de Virgo se llevó el premio de 3 millones de pesos de la noche. El podio lo completó T.tofyy (Daycare Attendant de Five Nights at Freddys) y Seidonno (Siaran de Dark Souls) en segundo y tercer puesto respectivamente.
Los aplausos se hicieron escuchar, las familias saltaron a abrazar a sus ganadores, y los participantes se celebraron entre sí. Sin importar las formas, es un concurso global donde la hermandad es ese sello local.
Los animadores comienzan a despedir el evento agradeciendo la asistencia, que se prolongó hasta altas horas de una noche de domingo. Los roles se rompen, el staff suelta la presión del evento, los organizadores dejan ver sus caras de cansancio y los invitados nacionales se sientan en fila sobre lac tarima para despedir a los últimos asistentes.
Es una imagen tierna. Los grandes exponentes lucen abatidos por 72 horas de trabajo, energía y gestión de múltiples exhibiciones para el público monteriano. Recuerdo las palabras de Aoi quien dijo que “la calidez latinoamericana es única”, esa calidez también aplica para los cosplayers con décadas de trabajo como Reno Cosplay (Andrés González) o JP Cómics (Juan Pablo Castilla), quienes cierran el chuzo dando a la mano y posando para las últimas fotos de la noche.
Así clausura esta historia, la cual comenzó con un taxista que sorprendió por su conocimiento de lo global, y se adorna con la sencillez de personas disfrazadas de sus personajes favoritos. Lo geek se constituye a partir de un manifiesto: celebrar y reconocer los intereses en otras expresiones artísticas, y así dar como resultado un universo donde lo individual se cobija con lo colectivo, generando nuevas versiones de una “identidad”, que para el país tendrá un nuevo nombre en la escena nacional: Animecor 2023.