"Antes de morirme me gustaría estar a paz y salvo": Luis Eduardo Motoa
La Revista Cromos habló con el actor a propósito de su nuevo papel en la película ‘La Rectora’.
Cromos
Aunque gran parte de su carrera artística estuvo marcada por el papel de “Charlie” en la serie Padres e Hijos, su vida transcurre en medio de muchos otros proyetos. Uno de ellos es ‘la granja del bosque’, un lugar a las afueras de Subachoque donde el actor se ha dedicado por años a enseñar a los niños sobre el cuidado de la naturaleza a través del arte. Pero en el campo actoral, está ocupado por estos días con La rectora, la nueva película del director Mateo Stiverberg en donde interpreta a Francisco Charry.
Francisco Charry, un hombre de 55 años, intelectual, exitoso y rector de una prestigiosa universidad, no ha logrado recomponer su vida tras la muerte de su esposa, 7 años atrás. Sin embargo, los días de este académico toman un giro drástico cuando conoce a Barbara Gaos, una seductora bailarina española que llega a Bogotá a cambiar su suerte. A través de su encanto, la mujer logra seducir y enamorar perdidamente al rector, convirtiéndolo en un hombre vulnerable y manipulable que encaminará su vida de una manera insospechada.
Con esta historia que retrata cómo una persona pasa del amor al compromiso y del compromiso a la verdad, Luis Eduardo Motoa llega al cine colombiano, prometiendo una película que enganchará al público desde el primer minuto y cuyo final dejará muchos interrogantes que el espectador tendrá la tarea de responder.
Una palabra para definir a Colombia.
Tolerancia.
Un recuerdo
El olor de la madera cuando se corta y ver a mi papa, que era un artesano, en su taller.
Una adicción
Los árboles.
¿Qué lo inspira?
La sonrisa de satisfacción de alguien cuando ha logrado algo por lo que se ha esforzado.
Una canción favorita
Gracias a la vida de Mercedes Sosa.
Un director de cine
Mateo Stivelberg.
Una película favorita
La quimera de oro.
Un actor
Derek Jacobi.
Una actriz
Julianne Moore.
¿Realidad o ficción?
Realidad.
¿Quién es su héroe de ficción?
El hombre nuclear.
En el cine, ¿prefiere a los héroes o a los villanos?
A los villanos.
¿Qué no le gusta de la televisión colombiana?
Los realities porque exhalan los antivalores de la sociedad.
Una parte del cuerpo que aseguraría
Ahora, ¡la barriga! (risas).
Un momento que le gustaría repetir
Cuando cumplí 50 años. Me hicieron una fiesta sorpresa de traje y cada uno llegó con lo que podía hacer con sus manos.
Lo mejor de su profesión
El reconocimiento del público.
¿Y lo peor?
Los tumultos.
¿A quién no le daría el teléfono?
A los vendedores que me preguntan por teléfono: ¿Cómo se encuentra usted el día de hoy? ¡Me producen malestar! (risas)
¿Cuándo fue la última vez que lloro?
Hace tres años cuando después de 17 años fui consiente de mirar como brotaban las bellotas de los robles que había plantado.
¿Cuál es el secreto para ser un gran actor?
Ser inteligente.
¿Qué momento de su vida borraría?
Ninguno.
¿Qué lo mantiene alerta?
Vivir en el campo.
¿Cuál ha sido la peor crítica que le han hecho?
¡¿Cuándo por fin se acaba ese hueso de programa?! (risas)
¿Qué le saca la piedra?
El tráfico de influencias.
¿Qué lo aburre?
Tener que esperar.
¿Qué lo entretiene?
Mi trabajo en la granja pedagógica.
¿Qué cambiaría de usted?
No nada, ¡ya eso se fue así! (risas)
¿Qué cambiaría de Colombia?
La clase dirigente.
¿Qué no cambiaría del país por nada del mundo?
La pasión del colombiano.
¿Qué es lo primero que haría si se gana la lotería?
¡Ay no! No quiero ganármela.
¿Qué grosería repite con frecuencia?
Hijodetutreintaveces…
Un plan para el fin de semana
Cine en casa.
¿A qué le tiene miedo?
A morir en el intento.
¿Qué es lo último que le gustaría hacer antes de morir?
¡Estar a paz y salvo! (risas)
¿Qué hace antes de ir a dormir?
Hago una reconsideración del día.
Aunque gran parte de su carrera artística estuvo marcada por el papel de “Charlie” en la serie Padres e Hijos, su vida transcurre en medio de muchos otros proyetos. Uno de ellos es ‘la granja del bosque’, un lugar a las afueras de Subachoque donde el actor se ha dedicado por años a enseñar a los niños sobre el cuidado de la naturaleza a través del arte. Pero en el campo actoral, está ocupado por estos días con La rectora, la nueva película del director Mateo Stiverberg en donde interpreta a Francisco Charry.
Francisco Charry, un hombre de 55 años, intelectual, exitoso y rector de una prestigiosa universidad, no ha logrado recomponer su vida tras la muerte de su esposa, 7 años atrás. Sin embargo, los días de este académico toman un giro drástico cuando conoce a Barbara Gaos, una seductora bailarina española que llega a Bogotá a cambiar su suerte. A través de su encanto, la mujer logra seducir y enamorar perdidamente al rector, convirtiéndolo en un hombre vulnerable y manipulable que encaminará su vida de una manera insospechada.
Con esta historia que retrata cómo una persona pasa del amor al compromiso y del compromiso a la verdad, Luis Eduardo Motoa llega al cine colombiano, prometiendo una película que enganchará al público desde el primer minuto y cuyo final dejará muchos interrogantes que el espectador tendrá la tarea de responder.
Una palabra para definir a Colombia.
Tolerancia.
Un recuerdo
El olor de la madera cuando se corta y ver a mi papa, que era un artesano, en su taller.
Una adicción
Los árboles.
¿Qué lo inspira?
La sonrisa de satisfacción de alguien cuando ha logrado algo por lo que se ha esforzado.
Una canción favorita
Gracias a la vida de Mercedes Sosa.
Un director de cine
Mateo Stivelberg.
Una película favorita
La quimera de oro.
Un actor
Derek Jacobi.
Una actriz
Julianne Moore.
¿Realidad o ficción?
Realidad.
¿Quién es su héroe de ficción?
El hombre nuclear.
En el cine, ¿prefiere a los héroes o a los villanos?
A los villanos.
¿Qué no le gusta de la televisión colombiana?
Los realities porque exhalan los antivalores de la sociedad.
Una parte del cuerpo que aseguraría
Ahora, ¡la barriga! (risas).
Un momento que le gustaría repetir
Cuando cumplí 50 años. Me hicieron una fiesta sorpresa de traje y cada uno llegó con lo que podía hacer con sus manos.
Lo mejor de su profesión
El reconocimiento del público.
¿Y lo peor?
Los tumultos.
¿A quién no le daría el teléfono?
A los vendedores que me preguntan por teléfono: ¿Cómo se encuentra usted el día de hoy? ¡Me producen malestar! (risas)
¿Cuándo fue la última vez que lloro?
Hace tres años cuando después de 17 años fui consiente de mirar como brotaban las bellotas de los robles que había plantado.
¿Cuál es el secreto para ser un gran actor?
Ser inteligente.
¿Qué momento de su vida borraría?
Ninguno.
¿Qué lo mantiene alerta?
Vivir en el campo.
¿Cuál ha sido la peor crítica que le han hecho?
¡¿Cuándo por fin se acaba ese hueso de programa?! (risas)
¿Qué le saca la piedra?
El tráfico de influencias.
¿Qué lo aburre?
Tener que esperar.
¿Qué lo entretiene?
Mi trabajo en la granja pedagógica.
¿Qué cambiaría de usted?
No nada, ¡ya eso se fue así! (risas)
¿Qué cambiaría de Colombia?
La clase dirigente.
¿Qué no cambiaría del país por nada del mundo?
La pasión del colombiano.
¿Qué es lo primero que haría si se gana la lotería?
¡Ay no! No quiero ganármela.
¿Qué grosería repite con frecuencia?
Hijodetutreintaveces…
Un plan para el fin de semana
Cine en casa.
¿A qué le tiene miedo?
A morir en el intento.
¿Qué es lo último que le gustaría hacer antes de morir?
¡Estar a paz y salvo! (risas)
¿Qué hace antes de ir a dormir?
Hago una reconsideración del día.