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El hijo mayor de la docente María Ezequiela Urrutia y el boticario Luis Efrén Castro Machado, de Riosucio (Chocó), quería ser médico por emular a su padre, pero terminaría convertido en pionero de los artistas negros en la televisión colombiana.
Egresado del popular y prestigioso colegio Carrasquilla de Quibdó, viajó a Bogotá a los 19 años para seguir estudios superiores, con la financiación de préstamos bancarios que hacía la maestra María Ezequiela. Eran los años 60.
Pronto las noticias que llegaban de la capital sobre Antún Castro preocuparon a la familia. Que llevaba una vida nocturna disipada, decían. Y era cierto, al menos lo de vida nocturna. Su hermana menor, Alina, tiene una explicación: “Tocaba percusión en orquestas para ayudarse económicamente”.
Más de 50 años después, al otro extremo de la línea telefónica, un testigo autorizado lo corrobora. Hugo Sánchez, cantante de un conjunto vallenato del barrio Kennedy, le avisaba a Castro en cuáles bares estarían tocando. Y allá llegaba el joven por su oportunidad para ganarse unos pesos.
Había decidido hacer una licenciatura en filología e idiomas en la Universidad Libre, al tiempo que cultivaba la música por talento y necesidad, y formaba parte del grupo de danzas y cantos folclóricos del Chocó del maestro Antero Agualimpia Mosquera, de la Universidad Nacional de Colombia, le contó Antún Castro a Félix Carrillo Hinojosa hace 20 años.
Esa formación cultural y experiencia artística harían que a los pocos años cambiaran las noticias que recibía su familia en Chocó. El talento lo puso en el camino de Fernando González Pacheco y otros hombres de la televisión, y entonces su familia, que no tenía televisor, iba a una casa vecina a verlo, con natural orgullo.
Sus maravillosos años 70
En palabras de Fernando Fabián Sarmiento, autor de una completa historia de la televisión colombiana, “Antún Castro fue el primer actor afro destacado en la TV colombiana de los 70 con personajes dramáticos y jocosos”.
Como actor de reparto, estuvo en las producciones La ciudad grita (1971), María (1972), Caminos de gloria (1973), El alférez real (1974), Yo y tú (1976), y alcanzaría la mayor popularidad en la comedia Los Pérez somos así (1978), cuyo argumento giraba en torno a un apellido común entre los inquilinos de un mismo edificio.
En septiembre de 1978, la revista Antena puso en portada a Margoth Velásquez, Nohora Perfecta Pereiro y Antún Castro, con el titular “Televisión en blancos y negros: lo último de la moda”. Todavía no había llegado la TV de color a Colombia (1979).
“Sus roles son, en este momento, los únicos que realmente llegan al público televidente. Son sirvientes y, sin embargo, tienen derechos. Esos derechos que les confieren su calidad y cualidades artísticas”, decía la revista a propósito de los personajes Jonatás (Margoth Velásquez), Sofonías (Antún Castro) y Narcisa (Nohora Perfecta), en un momento memorable de la pantalla chica nacional.
Castro seguiría en la televisión de modo intermitente, más dedicado a la música y a la docencia de idiomas en Bogotá, donde se jubiló. Su última actuación recordada fue en la telenovela El inútil (2001).
Conexión musical con sus raíces: Chocó
Su paso por la actuación dejó huella en la televisión nacional, y su rol musical lo ratificó como el gran artista que fue.
Castro Urrutia fue cantante de la orquesta Tropibomba (1972), fundó la orquesta Los Astros, llamados luego Los nada que ver (1977) y, entre otras participaciones en bandas musicales en los 70 y 80, fue autor de las reconocidas canciones Por cuánto me lo das (1990) y Maquerule (2000), además de componer canciones como Nuna llora el negro, La negra que más quiero, Así es Colombia, entre otras, además de conformar su propia agrupación, la misma que les rendía homenaje a los instrumentos de su tierra; La Chirimía de Antún Castro (1981).
Un legado del Chocó
Con su madre, María Ezequiela, cerca de cumplir los 100 años y quien todavía no había recibido la última noticia de su hijo, escribió el libro Apuntes sobre geografía e historia del Chocó (1992), en coautoría con su hermana Arminda.
Antún Castro cumpliría 75 años este 28 de febrero. Tuvo 10 hijos. Uno de ellos se dedica a la música en una orquesta de chirimía.
Adiós de colegas
“Lo conocí cuando empecé a grabar mi primer seriado de televisión, Tiempos difíciles. Recuerdo a Antún (Castro) como un personaje inspirador, alegre y como un maravilloso actor. Fue mi padre en esa serie y es el padre de la presencia negra en las pantallas del país”, anotó Ramsés Ramos.
Bárbara Perea lo recuerda como el “actor de un encanto natural, que supo seducir a la audiencia con su espontaneidad”. Hansel Camacho lo reconoce como un referente al decir que “para ser un actor y cantante, me fijé mucho en él porque era una luz que alumbraba”.
Para Óscar Borda, por su lado, fue “de los pocos afros en la TV colombiana en su época que nos mostró el camino a muchos: multifacético, actor, cantante y compositor”.
* De la Fundación Color de Colombia.