Borja Vilaseca: “El eneagrama te libera de tu ego”
El escritor y periodista español habla sobre su nuevo libro, “Tú eres lo único que falta en tu vida”, donde da una mirada al eneagrama como herramienta de autoconocimiento y forma de vencer el ego.
¿Cómo encontró el eneagrama?
Vengo de una familia muy disfuncional, tengo varios traumas y sufrí profundos maltratos psicológicos durante toda mi vida. Eso me llevó a tocar fondo a los 19 años, una época en la que me sentía muy escéptico y me metí en la filosofía occidental. Luego de un tiempo, a mis 24 años, apareció el eneagrama y estaba pasando por un momento de oscuridad y dolor tremendos, de mucha ignorancia… pero al mismo tiempo de búsqueda y humildad, porque el sufrimiento te vuelve manso. Leí un libro entero sobre eso y me dejó impresionado, después fui a un curso de fin de semana donde experimenté ese orgasmo emocional que surge cuando descubres tu tipo de eneagrama, y eso se convierte en una obsesión. Empecé a devorar libros, a investigar y a observar, entré en la filosofía oriental, la meditación y a los 25 años dije: “Esto lo tengo que compartir con todo el mundo”, así que monté mi propio curso.
De ese curso nació su primer libro sobre el eneagrama llamado “Encantado de conocerme”…
Sí, Encantado de conocerme habla de una persona que pasa de estar en un lugar muy oscuro, a ver la luz y entender muchas cosas, a ponerse en orden y tener una experiencia sanadora. Fue un punto de inflexión tremendo en mi vida, sobre todo porque en ese momento era periodista y me encantaba compartir, así que quise escribirlo de la mejor manera posible.
Acaba de publicar un nuevo libro sobre el eneagrama llamado “Tú eres el único que falta”, ¿cuál es la diferencia entre el primer y el segundo libro?
Cuando escribí Encantado de conocerme llevaba solo tres años y medio trabajando con el eneagrama, y evidentemente mi madurez espiritual reflejaba eso. Este nuevo libro lo escribí casi 20 años después, y en esas dos décadas mucho ha cambiado. He sido padre de dos hijos, llevo 18 años en mi relación de pareja, he hecho más de 300 cursos presenciales par más de 15.000 personas y online para más de 75.000. He llevado esto del eneagrama a varios ámbitos, porque soy la misma persona, pero a la vez siento que soy otra por lo mucho que he crecido y evolucionado. Todo eso quise plasmarlo en este nuevo libro, y así lo hice.
¿Cuál fue la luz y la comprensión que no estaba antes en su vida y que encontró gracias al eneagrama?
Antes de este despertar estaba convencido de que lo que pensaba era verdad, todas las conclusiones y los pensamientos se basaban en drama, sufrimiento, juicios y percepciones subjetivas y distorsionadas. Eso me llevó a tener una relación muy disfuncional con la realidad, precisamente porque no estaba en contacto con ella, era prisionero de una jaula mental. Luego de ese proceso me dio una especie de ataque de conciencia y les pedí perdón a todas las personas que había dañado en el pasado, fue una lección de humildad, una bofetada que me dejó noqueado.
Pareciera que hoy en día muchas personas son adictas al sufrimiento, ¿cómo aceptar esa “bofetada” y recibir ese cambio?
Uno piensa que el ego es ese falso concepto de identidad, fruto de los pensamientos que desarrollamos desde que se forma la mente, desde que somos niños. Son pensamientos que brotan del subconsciente, entonces, ¿cuál es el pensamiento protagonista? El “yo quiero”, “yo espero”, “yo tengo”, todo gira en torno al “yo”, pero ese “yo” es ilusorio, un falso concepto de identidad que utilizamos para sobrevivir. Pero desde yo no cuestionado, desde esa mente no observada, desde ese ego no integrado, se consolida un personaje, una máscara, una coraza, un mecanismo de defensa que es la personalidad. Es así como desde el ego originamos una sociedad, una religión, unas instituciones religiosas a imagen y semejanza del ego. Creamos una educación, una política, medios de comunicación, etc.
De esta manera el sufrimiento se convierte en un síntoma de un ego que se resiste a ser observado y, por ende, a ser integrado…
Claro, es que es el mismo ego que ridiculiza el autoconocimiento y banaliza la espiritualidad, porque quiere seguir ejerciendo su poder y su autoridad sobre las personas que tiene secuestradas, y, evidentemente, sobre la sociedad. Por lo tanto, el precio que hay que pagar para esta liberación interior es confrontar el ego, lo cual es dolorosísimo, pero si crees que eres el ego, todo el dolor se vive como propio. El eneagrama te pone cara a cara con tus defectos, con tu lado oscuro, tu mediocridad y tu oscuridad. Veo que estamos llegando a una saturación colectiva, un malestar, una crisis, porque las personas están calcinadas por su propio ego, y en lugar de aprovechar ese sufrimiento para cuestionar el ego, se ahogan en él y piden cualquier fuente de evasión para poder soportarlo. En esta sociedad estamos anestesiados por todo tipo de analgésicos tranquilizantes, antidepresivos, que lo que impiden es que la persona se conozca a sí misma.
¿Qué pasa después de que las personas conocen y observan su ego? ¿El autoconocimiento es suficiente para la liberación?
El autoconocimiento solo es el primer paso, y el más doloroso. Después empieza un proceso de transformación con prácticas transformadoras, como la meditación o la alimentación, y que explico al final del libro. Con la práctica vas dejando de reaccionar, vas alimentando aspectos de ti que estaban dormidos y, como consecuencia de este trabajo personal de autoobservación, de transformación, de desarrollo, empiezas a estar en contacto con el ser, la esencia. Te conectas con la espiritualidad y entonces comienzas a manifestar en tu vida, como fruto de una transformación de tu sistema de creencias, de la relación con tu mente, de la conexión con tu cuerpo.
¿Cómo encontró el eneagrama?
Vengo de una familia muy disfuncional, tengo varios traumas y sufrí profundos maltratos psicológicos durante toda mi vida. Eso me llevó a tocar fondo a los 19 años, una época en la que me sentía muy escéptico y me metí en la filosofía occidental. Luego de un tiempo, a mis 24 años, apareció el eneagrama y estaba pasando por un momento de oscuridad y dolor tremendos, de mucha ignorancia… pero al mismo tiempo de búsqueda y humildad, porque el sufrimiento te vuelve manso. Leí un libro entero sobre eso y me dejó impresionado, después fui a un curso de fin de semana donde experimenté ese orgasmo emocional que surge cuando descubres tu tipo de eneagrama, y eso se convierte en una obsesión. Empecé a devorar libros, a investigar y a observar, entré en la filosofía oriental, la meditación y a los 25 años dije: “Esto lo tengo que compartir con todo el mundo”, así que monté mi propio curso.
De ese curso nació su primer libro sobre el eneagrama llamado “Encantado de conocerme”…
Sí, Encantado de conocerme habla de una persona que pasa de estar en un lugar muy oscuro, a ver la luz y entender muchas cosas, a ponerse en orden y tener una experiencia sanadora. Fue un punto de inflexión tremendo en mi vida, sobre todo porque en ese momento era periodista y me encantaba compartir, así que quise escribirlo de la mejor manera posible.
Acaba de publicar un nuevo libro sobre el eneagrama llamado “Tú eres el único que falta”, ¿cuál es la diferencia entre el primer y el segundo libro?
Cuando escribí Encantado de conocerme llevaba solo tres años y medio trabajando con el eneagrama, y evidentemente mi madurez espiritual reflejaba eso. Este nuevo libro lo escribí casi 20 años después, y en esas dos décadas mucho ha cambiado. He sido padre de dos hijos, llevo 18 años en mi relación de pareja, he hecho más de 300 cursos presenciales par más de 15.000 personas y online para más de 75.000. He llevado esto del eneagrama a varios ámbitos, porque soy la misma persona, pero a la vez siento que soy otra por lo mucho que he crecido y evolucionado. Todo eso quise plasmarlo en este nuevo libro, y así lo hice.
¿Cuál fue la luz y la comprensión que no estaba antes en su vida y que encontró gracias al eneagrama?
Antes de este despertar estaba convencido de que lo que pensaba era verdad, todas las conclusiones y los pensamientos se basaban en drama, sufrimiento, juicios y percepciones subjetivas y distorsionadas. Eso me llevó a tener una relación muy disfuncional con la realidad, precisamente porque no estaba en contacto con ella, era prisionero de una jaula mental. Luego de ese proceso me dio una especie de ataque de conciencia y les pedí perdón a todas las personas que había dañado en el pasado, fue una lección de humildad, una bofetada que me dejó noqueado.
Pareciera que hoy en día muchas personas son adictas al sufrimiento, ¿cómo aceptar esa “bofetada” y recibir ese cambio?
Uno piensa que el ego es ese falso concepto de identidad, fruto de los pensamientos que desarrollamos desde que se forma la mente, desde que somos niños. Son pensamientos que brotan del subconsciente, entonces, ¿cuál es el pensamiento protagonista? El “yo quiero”, “yo espero”, “yo tengo”, todo gira en torno al “yo”, pero ese “yo” es ilusorio, un falso concepto de identidad que utilizamos para sobrevivir. Pero desde yo no cuestionado, desde esa mente no observada, desde ese ego no integrado, se consolida un personaje, una máscara, una coraza, un mecanismo de defensa que es la personalidad. Es así como desde el ego originamos una sociedad, una religión, unas instituciones religiosas a imagen y semejanza del ego. Creamos una educación, una política, medios de comunicación, etc.
De esta manera el sufrimiento se convierte en un síntoma de un ego que se resiste a ser observado y, por ende, a ser integrado…
Claro, es que es el mismo ego que ridiculiza el autoconocimiento y banaliza la espiritualidad, porque quiere seguir ejerciendo su poder y su autoridad sobre las personas que tiene secuestradas, y, evidentemente, sobre la sociedad. Por lo tanto, el precio que hay que pagar para esta liberación interior es confrontar el ego, lo cual es dolorosísimo, pero si crees que eres el ego, todo el dolor se vive como propio. El eneagrama te pone cara a cara con tus defectos, con tu lado oscuro, tu mediocridad y tu oscuridad. Veo que estamos llegando a una saturación colectiva, un malestar, una crisis, porque las personas están calcinadas por su propio ego, y en lugar de aprovechar ese sufrimiento para cuestionar el ego, se ahogan en él y piden cualquier fuente de evasión para poder soportarlo. En esta sociedad estamos anestesiados por todo tipo de analgésicos tranquilizantes, antidepresivos, que lo que impiden es que la persona se conozca a sí misma.
¿Qué pasa después de que las personas conocen y observan su ego? ¿El autoconocimiento es suficiente para la liberación?
El autoconocimiento solo es el primer paso, y el más doloroso. Después empieza un proceso de transformación con prácticas transformadoras, como la meditación o la alimentación, y que explico al final del libro. Con la práctica vas dejando de reaccionar, vas alimentando aspectos de ti que estaban dormidos y, como consecuencia de este trabajo personal de autoobservación, de transformación, de desarrollo, empiezas a estar en contacto con el ser, la esencia. Te conectas con la espiritualidad y entonces comienzas a manifestar en tu vida, como fruto de una transformación de tu sistema de creencias, de la relación con tu mente, de la conexión con tu cuerpo.