Carolina Ramírez: "Me obsesioné mucho por saber cuántas calorías me comía en el día"
La protagonista de "La reina del flow" habló de la anorexia nerviosa que padeció a los 14 años, cuando quería ser bailarina de ballet.
Redacción Gente
Carolina Ramírez, quien protagoniza la novela "La reina del flow", comentó en el programa La Red de Caracol Televisión que cuando tenía 14 años fue diagnosticada con anorexia nerviosa. En ese entonces, el mayor sueño de la artista era ser bailarina de ballet, por lo que tenía que ser muy delgada. (Le puede interesar: Carolina Ramírez: “Por fin dejé de hacer veinteañeras”).
"La danza clásica tiene una estética muy particular. Yo quería entrar en un molde en que no entraba", dijo la actriz.
Para lograr tener el cuerpo indicado para el ballet, Ramírez acudió a una nutricionista que le recomendó una dieta de 2.000 calorías, pero ella se obsesionó y terminó consumiendo 500 al día.
"Si mi mamá no me pilla a tiempo, no creo que estuviéramos contando aquí el cuento. Comía muy poco, hacía mucho ejercicio, dormía muy poco, y todo me daba culpa: si comía, si no hacía ejercicio, si no sudaba", agregó en la entrevista.
Sobre la anorexia nerviosa, Carolina Ramírez dice que se trata de "enfermedad que puede ser tratada a tiempo y puede ser prevenida", y que es muy difícil de llevar, tanto para quien la padece como para la gente que está alrededor pues, aunque se puede pensar que es fácil comer, es muy difícil luchar contra el cuerpo y la mente que envían mensajes constantemente para que la persona no coma.
La artista superó ese episodio de la mano de su mamá, quien le habló sinceramente y le dijo que no tenía posibilidad de pagar un siquiatra.
"Me compadecí mucho de mi mamá porque siempre estuvo a mi lado y yo le estaba haciendo eso", comentó.
Tras esa dura situación, se radicaron en Bogotá y cambiaron los sueños de Carolina.
Carolina Ramírez, quien también protagoniza la portada de la edición más reciente de la Revista Vea, recordó que "llegar a Bogotá fue muy duro, fue muy hostil el cambio, el frío, lo rudo de la cuidad. Mi papá se demoró en conseguir trabajo, y con lo que mi mamá ganaba a duras penas podíamos vivir".
Con el paso del tiempo empezaron a llegar los personajes y descubrió su otra pasión. (Archivo: “Yo fui La Pola durante un año y ocho meses”: Carolina Ramírez).
"Llegó la actuación y entonces pude ser la intérprete que yo quería ser y para eso no necesitaba pesar 10 kilos menos. Uno tiene que crecer amándose como es, es un asunto de amor propio".
Carolina Ramírez, quien protagoniza la novela "La reina del flow", comentó en el programa La Red de Caracol Televisión que cuando tenía 14 años fue diagnosticada con anorexia nerviosa. En ese entonces, el mayor sueño de la artista era ser bailarina de ballet, por lo que tenía que ser muy delgada. (Le puede interesar: Carolina Ramírez: “Por fin dejé de hacer veinteañeras”).
"La danza clásica tiene una estética muy particular. Yo quería entrar en un molde en que no entraba", dijo la actriz.
Para lograr tener el cuerpo indicado para el ballet, Ramírez acudió a una nutricionista que le recomendó una dieta de 2.000 calorías, pero ella se obsesionó y terminó consumiendo 500 al día.
"Si mi mamá no me pilla a tiempo, no creo que estuviéramos contando aquí el cuento. Comía muy poco, hacía mucho ejercicio, dormía muy poco, y todo me daba culpa: si comía, si no hacía ejercicio, si no sudaba", agregó en la entrevista.
Sobre la anorexia nerviosa, Carolina Ramírez dice que se trata de "enfermedad que puede ser tratada a tiempo y puede ser prevenida", y que es muy difícil de llevar, tanto para quien la padece como para la gente que está alrededor pues, aunque se puede pensar que es fácil comer, es muy difícil luchar contra el cuerpo y la mente que envían mensajes constantemente para que la persona no coma.
La artista superó ese episodio de la mano de su mamá, quien le habló sinceramente y le dijo que no tenía posibilidad de pagar un siquiatra.
"Me compadecí mucho de mi mamá porque siempre estuvo a mi lado y yo le estaba haciendo eso", comentó.
Tras esa dura situación, se radicaron en Bogotá y cambiaron los sueños de Carolina.
Carolina Ramírez, quien también protagoniza la portada de la edición más reciente de la Revista Vea, recordó que "llegar a Bogotá fue muy duro, fue muy hostil el cambio, el frío, lo rudo de la cuidad. Mi papá se demoró en conseguir trabajo, y con lo que mi mamá ganaba a duras penas podíamos vivir".
Con el paso del tiempo empezaron a llegar los personajes y descubrió su otra pasión. (Archivo: “Yo fui La Pola durante un año y ocho meses”: Carolina Ramírez).
"Llegó la actuación y entonces pude ser la intérprete que yo quería ser y para eso no necesitaba pesar 10 kilos menos. Uno tiene que crecer amándose como es, es un asunto de amor propio".