¿Cree que la actuación le permite vivir muchas vidas?
Con la actuación interpreto a muchos y le doy vida a muchos personajes, pero no. Yo solo vivo una vida, la mía, Christian Tappan, esposo, padre, hijo, amigo.
¿Qué fue lo mejor de interpretar a Gonzalo Gaviria?
Este personaje ha sido todo un reto, reencarnarlo, contar la historia como la estamos contando también tiene su compromiso. No podemos callar ni mentir sobre una historia que vivieron muchos colombianos. El reto de Gonzalo es muy grande por donde se mire, además que ha sido muy absorbente con mis tiempos, mi vida, etc. Puedo decir que hasta el momento es el personaje más complejo que he realizado.
¿Qué evaluación hace de estos 30 años en la actuación?
Cada década es distinta. Primero fue el niño, luego el joven que mientras trabajaba le tocaba aprender a vivir. Viene el adulto joven en búsqueda de la verdad de él como profesional, en su propia búsqueda, yo buscándome a mí mismo. Luego el adulto que busca madurez en su profesión y buscando resultados de la misma, no solamente la parte económica y de fama, sino resultados morales, espirituales, respuestas a uno como persona. Cada una ha sido distinta, todas las he sabido valorar y disfrutar al máximo.
¿Cómo califica este momento de su vida?
Uno piensa que madura a los 18 años... mentira. A los 20 años... mentira. A los 30 años... mentira. Uno realmente madura cuando el destino y la vida se lo tienen a uno preparado y madurar es disfrutar todo al 100%. En este momento mi familia, mi carrera, mi trabajo, todo lo disfruto. He llegado a un punto de madurez actoral, me siento completo, pero obviamente tanto en la carrera de la vida como en la carrera profesional aún me falta mucho más por recorrer.
¿Con qué se queda de México?
Definitivamente la comida, es un país muy bonito. Reconozco que nací en México, pero viví 32 años en Colombia y es muy importante no solo donde se nace, sino donde uno se hace. De México tengo recuerdos, nostalgia de infancia, de jugar en la calle fútbol. Pero yo debo mi esposa, mis hijos, mi carrera, a Colombia.
¿Siente que se queda con algo de cada personaje que interpreta?
No, hasta el momento nunca me he quedado con nada de mis personajes. Pero vamos a ver qué pasa con Gonzalo Gaviria.
¿A qué le teme?
A la soledad.
Lo mejor de la TV.
En la televisión colombiana todo es bueno en términos generales. Lo bueno de esto es que se ha vuelto un gran trabajo y que ha llegado gente que le ha dado un sentido en la parte artística.
¿Y lo peor?
La inestabilidad que la actuación misma crea, no solo económica, sino emocional, laboral, profesional. Llega un momento en que es tan efímero esto que uno se cuestiona. Lo otro que odio es que intentan con programas , o un reality crear talentos cuando primero, no hay talento y segundo no hay valores.
Su fobia.
Nunca he pensado en una fobia en especial. Cuando era pelado no le tenía miedo a casi nada, la verdad, pero ahora mi faceta como papá me despertó cautela y miedo por cosas ante las cuales antes no había.
En comparación con México, ¿qué tal ve la actuación en Colombia?
Yo no hablaría de actuaciones colombianas vs. mexicanas, sino de una televisión natural, realista, contada desde el interior.
Si pudiese elegir, ¿con qué papel quisiera ser recordado?
Tengo tres que me gustaría que recordaran: ‘Boliqueso’, el de Vecinos; Roberto Aristizábal en La Promesa, que le está dando la vuelta al mundo, y por este personaje Gonzalo Gaviria.