Consuelo Gaitán: “Todos los ciudadanos son lectores”

¿Por qué es importante hacer de la lectura un hábito cotidiano?

La lectura nos acerca y nos permite tender puentes de empatía para conectarnos y encontrarnos con los otros. Por eso uno de los propósitos más importantes que tenemos en BibloRed, con nuestro plan de lectura “Leer para la vida”, es hacer de esta una práctica cotidiana. Trabajamos por acercar la cultura escrita a la ciudadanía, entendiendo que no basta con tener solamente los espacios bibliotecarios, sino que es necesario convertirlos en lugares de reflexión, formación, investigación y divulgación cultural.

(Lea también: Paola Suárez, tras la renovación inmobiliaria)

¿Cuál cree que es el papel de las bibliotecas públicas en este proceso?

Las bibliotecas públicas son lugares de encuentro que deben garantizar el libre acceso al conocimiento, al diálogo y la participación. En nuestros espacios de lectura los usuarios y visitantes se sienten seguros y pueden encontrar contenidos cercanos a sus intereses, gustos y necesidades, y acercarlos a ellos y procurar que estos espacios públicos dinamicen las posibilidades de encuentro alrededor del libro es clave en nuestro propósito de hacer de cada ciudadano un creador y un mediador de lectura.

¿Cómo ha sido el proceso de formación de lectores?

Estamos convencidos de que el centro de todo es el lector, y creemos también que todos los ciudadanos son lectores de su entorno, de su realidad y de los cambios sociales, culturales y políticos. Por esta razón lanzamos el año pasado la Escuela de Lectores, un espacio de investigación, formación, reflexión y observación sobre los hábitos y las necesidades de nuestros lectores. Con este proyecto hemos atendido a más de 9.000 personas, estamos brindando seminarios de formación que cuentan con una excelente aceptación. Este año, por ejemplo, iniciamos la agenda académica con una conferencia de la doctora Maryanne Wolf, sobre “La belleza del cerebro lector y sus retos en una cultura digital”.

(Además: Jairo Corrales, líder en vehículos de inversión)

¿Con qué actividades alrededor de la cultura logran cautivar a los nuevos lectores?

La mexicana Teresa Avedoy define las bibliotecas como espacios que deben entenderse desde la autonomía de sus usuarios, desde su intimidad. Es decir, un espacio de circulación de diversidades, en donde cada una pueda encontrar la posibilidad de expresarse libremente. Así que en las bibliotecas les damos a los usuarios y visitantes la posibilidad de encontrarse a través de la palabra, ya sea escrita, narrada, cantada o convertida en movimiento. En todos nuestros puntos ofrecemos actividades de experimentación creativa alrededor de la cultura escrita, presentaciones musicales y teatrales, exposiciones artísticas y espacios de lectura para toda la ciudadanía.

¿De qué manera pueden participar las personas en sus actividades?

Las bibliotecas son espacios de libertad y les pertenecen a todos, por eso las actividades son de entrada libre y la programación siempre está disponible en https://www.biblored.gov.co/, así como en nuestras redes sociales y de forma presencial en las bibliotecas públicas de la Red. Ofrecemos programación y actividades culturales en todos nuestros espacios de lectura, como son las 27 bibliotecas públicas, los 95 Paraderos Paralibros Paraparques, las 12 BibloEstaciones en paraderos y portales de Transmilenio, el Biblomóvil y la Biblioteca Itinerante.

(También: Adriana Betancur dejó atrás un dolor de cabeza)

¿Cómo logra organizar una programación cultural para todo el año, en un contexto en el que la pandemia aún sigue vigente?

Las bibliotecas no son solo un conjunto de paredes que funcionan como depósitos de información, son lugares multidisciplinarios, diversos, universos de infinitas posibilidades. Se trata de espacios que sirven para el encuentro con los otros, para el diálogo, la creación conjunta y, justamente, han sido los usuarios quienes han pedido un retorno progresivo y seguro a los eventos presenciales. En el escenario de cuidado que aún sigue vigente por la pandemia, con las bibliotecas y espacios alternativos de lectura aprovechamos los parques, el espacio público y el aire libre para hacer la mayor cantidad posible de actividades.

¿Cómo ha sido la respuesta de los ciudadanos frente a la Biblioteca Digital de Bogotá?

Esta empezó a funcionar en agosto de 2019. En los primeros meses se trabajó para que las personas afiliadas a BibloRed, y las que no lo estaban, se enteraran de que en la Biblioteca Digital de Bogotá podían encontrar contenidos digitales de todo tipo: títulos de literatura, libros técnicos, partituras, música y recursos de otras entidades como la Biblioteca Nacional, la colección de Libro al viento de Idartes, entre otros. En marzo de 2020, cuando todos tuvimos que volcarnos a la virtualidad, nuestra Biblioteca Digital creció no solo en visitas y acceso a los contenidos que ofrecemos, sino que fue la oportunidad de diseñar una estrategia de mediación que entiende la necesidad de transitar entre lo análogo y lo digital.

(Lea también: Estefanía Borge: los secretos de una vida sana)

¿Con qué finalidad se abrieron las bibliotecas itinerantes y a qué tipo de personas esperan llegar?

La Biblioteca Itinerante es un proyecto que nació con un objetivo muy puntual: apoyar los procesos comunitarios de conformación y consolidación de huertas en la localidad de Los Mártires. En este sentido, su colección, de alrededor de 350 títulos, ha sido curada con un criterio que permite contar con textos y contenidos sobre agricultura urbana, autocultivos y soberanía alimentaria, así como títulos de literatura nacional y universal, tanto para adultos como para niños.

¿Por qué es importante hacer de la lectura un hábito cotidiano?

La lectura nos acerca y nos permite tender puentes de empatía para conectarnos y encontrarnos con los otros. Por eso uno de los propósitos más importantes que tenemos en BibloRed, con nuestro plan de lectura “Leer para la vida”, es hacer de esta una práctica cotidiana. Trabajamos por acercar la cultura escrita a la ciudadanía, entendiendo que no basta con tener solamente los espacios bibliotecarios, sino que es necesario convertirlos en lugares de reflexión, formación, investigación y divulgación cultural.

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¿Cuál cree que es el papel de las bibliotecas públicas en este proceso?

Las bibliotecas públicas son lugares de encuentro que deben garantizar el libre acceso al conocimiento, al diálogo y la participación. En nuestros espacios de lectura los usuarios y visitantes se sienten seguros y pueden encontrar contenidos cercanos a sus intereses, gustos y necesidades, y acercarlos a ellos y procurar que estos espacios públicos dinamicen las posibilidades de encuentro alrededor del libro es clave en nuestro propósito de hacer de cada ciudadano un creador y un mediador de lectura.

¿Cómo ha sido el proceso de formación de lectores?

Estamos convencidos de que el centro de todo es el lector, y creemos también que todos los ciudadanos son lectores de su entorno, de su realidad y de los cambios sociales, culturales y políticos. Por esta razón lanzamos el año pasado la Escuela de Lectores, un espacio de investigación, formación, reflexión y observación sobre los hábitos y las necesidades de nuestros lectores. Con este proyecto hemos atendido a más de 9.000 personas, estamos brindando seminarios de formación que cuentan con una excelente aceptación. Este año, por ejemplo, iniciamos la agenda académica con una conferencia de la doctora Maryanne Wolf, sobre “La belleza del cerebro lector y sus retos en una cultura digital”.

(Además: Jairo Corrales, líder en vehículos de inversión)

¿Con qué actividades alrededor de la cultura logran cautivar a los nuevos lectores?

La mexicana Teresa Avedoy define las bibliotecas como espacios que deben entenderse desde la autonomía de sus usuarios, desde su intimidad. Es decir, un espacio de circulación de diversidades, en donde cada una pueda encontrar la posibilidad de expresarse libremente. Así que en las bibliotecas les damos a los usuarios y visitantes la posibilidad de encontrarse a través de la palabra, ya sea escrita, narrada, cantada o convertida en movimiento. En todos nuestros puntos ofrecemos actividades de experimentación creativa alrededor de la cultura escrita, presentaciones musicales y teatrales, exposiciones artísticas y espacios de lectura para toda la ciudadanía.

¿De qué manera pueden participar las personas en sus actividades?

Las bibliotecas son espacios de libertad y les pertenecen a todos, por eso las actividades son de entrada libre y la programación siempre está disponible en https://www.biblored.gov.co/, así como en nuestras redes sociales y de forma presencial en las bibliotecas públicas de la Red. Ofrecemos programación y actividades culturales en todos nuestros espacios de lectura, como son las 27 bibliotecas públicas, los 95 Paraderos Paralibros Paraparques, las 12 BibloEstaciones en paraderos y portales de Transmilenio, el Biblomóvil y la Biblioteca Itinerante.

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¿Cómo logra organizar una programación cultural para todo el año, en un contexto en el que la pandemia aún sigue vigente?

Las bibliotecas no son solo un conjunto de paredes que funcionan como depósitos de información, son lugares multidisciplinarios, diversos, universos de infinitas posibilidades. Se trata de espacios que sirven para el encuentro con los otros, para el diálogo, la creación conjunta y, justamente, han sido los usuarios quienes han pedido un retorno progresivo y seguro a los eventos presenciales. En el escenario de cuidado que aún sigue vigente por la pandemia, con las bibliotecas y espacios alternativos de lectura aprovechamos los parques, el espacio público y el aire libre para hacer la mayor cantidad posible de actividades.

¿Cómo ha sido la respuesta de los ciudadanos frente a la Biblioteca Digital de Bogotá?

Esta empezó a funcionar en agosto de 2019. En los primeros meses se trabajó para que las personas afiliadas a BibloRed, y las que no lo estaban, se enteraran de que en la Biblioteca Digital de Bogotá podían encontrar contenidos digitales de todo tipo: títulos de literatura, libros técnicos, partituras, música y recursos de otras entidades como la Biblioteca Nacional, la colección de Libro al viento de Idartes, entre otros. En marzo de 2020, cuando todos tuvimos que volcarnos a la virtualidad, nuestra Biblioteca Digital creció no solo en visitas y acceso a los contenidos que ofrecemos, sino que fue la oportunidad de diseñar una estrategia de mediación que entiende la necesidad de transitar entre lo análogo y lo digital.

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¿Con qué finalidad se abrieron las bibliotecas itinerantes y a qué tipo de personas esperan llegar?

La Biblioteca Itinerante es un proyecto que nació con un objetivo muy puntual: apoyar los procesos comunitarios de conformación y consolidación de huertas en la localidad de Los Mártires. En este sentido, su colección, de alrededor de 350 títulos, ha sido curada con un criterio que permite contar con textos y contenidos sobre agricultura urbana, autocultivos y soberanía alimentaria, así como títulos de literatura nacional y universal, tanto para adultos como para niños.