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Hace unas semanas Sophie Turner comentó durante una entrevista televisiva acerca de la etapa oscura que había atravesado precisamente en el momento en que había empezado a despegar su carrera al margen de la serie 'Game of thrones' (Juego de tronos), en la que participa desde su adolescencia. (Le recomendamos leer: Cuando Bradley Cooper era rechazado en Hollywood).
Uno de los motivos por los que acabó sumida en una profunda depresión fue, según explicó, la presión que comenzó a recibir por parte de los estudios y productores al ganar peso de forma inesperada.
"He experimentado de primera mano los efectos de las enfermedades mentales y he visto lo que puede hacer a los que rodean a la persona que la sufre. De pronto mi metabolismo se detuvo por completo y empezaron a salirme granos y engordé, y todo esto me sucedía delante de las cámaras", dijo en conversación con la edición australiana de Marie Claire. (Le puede interesar: Sophie Turner y Joe Jonas planean un segundo matrimonio en Francia).
Al parecer, esos críticos no tuvieron en cuenta que una chica de la nobleza en un universo como el de la ficción de HBO, inspirada en un mundo medieval en el que existen los dragones y la magia, porque no tenía lucir abdominales o una silueta de gimnasio y que los poderes de Jean Grey, la mutante a la que dará vida de nuevo en 'Dark Phoenix', se basan en su mente, no en su cuerpo. (Puede leer: Sophie Turner dice que "X-Men: Dark Phoenix" revolucionará las películas de superhéroes).
Su salvación acabó siendo la terapia, que ahora recomienda a cualquiera que quiera escucharla: "Todos necesitamos un terapeuta, en especial si te repiten constantemente que no eres lo suficientemente bueno o guapo. Creo que es muy importante tener alguien con quien hablar, y que te ayude a lidiar con lo que suceda".