Daniel Gutiérrez, un guerrero climático
Por medio de la adopción de un árbol, la ONG ayuda a comunidades indígenas y permite que las personas entiendan que la crisis climática es el riesgo más importante al que se enfrenta la sociedad.
Es administrador de empresas y psicólogo. ¿Por qué se interesó en enfocar su trabajo en temas ambientales, especialmente en la Amazonia?
El Amazonas es vida pura. Es el ecosistema más importante que tiene el mundo y, como colombiano, es nuestra responsabilidad restaurarlo. Me interesé también porque es la excusa perfecta para unir al mundo bajo una causa, porque tiene una diversidad cultural increíble entre sus comunidades indígenas, así que inmiscuirse en eso desde la psicología es profundamente interesante.
“Saving the Amazon” ofrece la oportunidad de adoptar un árbol en el Amazonas. ¿Por qué lidera esta iniciativa?
El Amazonas es el pulmón del mundo, es el ecosistema más importante para la lucha contra la crisis climática y por eso es que debe ser cuidado desde una perspectiva planetaria. El Amazonas, por su ecosistema y por ser repositorio de carbono, es fundamental para mantener el equilibrio y luchar contra la crisis climática. Además, hay más de 350 grupos indígenas que viven en la pobreza, por lo que brindarles bienestar a estas comunidades, que son las guardianas de nuestro bosque, también es imperativo. Trabajamos con las comunidades, en sus propios territorios de la Amazonia colombiana y brasileña, sembrando árboles en lugares que han sido degradados.
¿Cómo es el proceso de adoptar un árbol?
La idea es que los árboles sean adoptados por personas y empresas alrededor del mundo que quieran empoderarse como guerreros climáticos. Cada árbol es geolocalizado y se le toman fotos semestrales, durante tres años, para supervisar el crecimiento y dar una experiencia especial a los adoptantes. Pero también hacemos otras actividades con las comunidades para brindarles alternativas de vida que les brinden bienestar, como el etnoturismo y el fortalecimiento del trabajo de sus artesanías y varias capacitaciones para fortalecer su gobernabilidad.
¿Cuántas personas se han unido a la causa de adoptar un árbol?
Actualmente hemos sembrado más de 75.000 árboles. Más de 3.000 personas han participado en nuestro proyecto, que busca unir al mundo bajo una causa: la restauración del pulmón del mundo.
¿Personas de qué países se han unido a esta iniciativa?
Por ahora principalmente la adopción de árboles se hace desde países de Latinoamérica, pero desde Europa también recibimos mucho apoyo. Ya se han unido a nuestra causa también empresas de Argentina, Chile, Inglaterra, España, Francia, Estados Unidos y otros países.
¿Por eso generaron la alianza con la Fundación Fucamuva?
Sí. Es la Fundación Casa de la Mujer de Vaupés, ellas son expertas en construir artesanías y son los proyectos en los que quieren desarrollarse. Lanzamos nuestra manilla de Saving the Amazon, tejida por ellas, para dárselas a los socios de la ONG. Así apoyamos el trabajo de 920 familias.
Además de la adopción de árboles, ¿tienen proyectos para que los ciudadanos aprendan a ser más amigables con la naturaleza?
Es muy difícil lograr de la noche a la mañana que deje de haber una deforestación como la que se lleva a cabo en el Amazonas, pues muchas veces esto se relaciona con economías ilegales y grupos armados. Aun así, lo más importante es el cambio cultural que está sucediendo y que la ciudadanía se empodere para exigirles a las empresas y al Estado que les pongan atención a esos territorios tan alejados, que son tan importantes para Colombia y la humanidad. Los cambios se generan mediante proyectos como el nuestro, logrando que la gente entienda las dinámicas de la crisis climática y por qué es el riesgo más importante al que se enfrenta la sociedad.
Es administrador de empresas y psicólogo. ¿Por qué se interesó en enfocar su trabajo en temas ambientales, especialmente en la Amazonia?
El Amazonas es vida pura. Es el ecosistema más importante que tiene el mundo y, como colombiano, es nuestra responsabilidad restaurarlo. Me interesé también porque es la excusa perfecta para unir al mundo bajo una causa, porque tiene una diversidad cultural increíble entre sus comunidades indígenas, así que inmiscuirse en eso desde la psicología es profundamente interesante.
“Saving the Amazon” ofrece la oportunidad de adoptar un árbol en el Amazonas. ¿Por qué lidera esta iniciativa?
El Amazonas es el pulmón del mundo, es el ecosistema más importante para la lucha contra la crisis climática y por eso es que debe ser cuidado desde una perspectiva planetaria. El Amazonas, por su ecosistema y por ser repositorio de carbono, es fundamental para mantener el equilibrio y luchar contra la crisis climática. Además, hay más de 350 grupos indígenas que viven en la pobreza, por lo que brindarles bienestar a estas comunidades, que son las guardianas de nuestro bosque, también es imperativo. Trabajamos con las comunidades, en sus propios territorios de la Amazonia colombiana y brasileña, sembrando árboles en lugares que han sido degradados.
¿Cómo es el proceso de adoptar un árbol?
La idea es que los árboles sean adoptados por personas y empresas alrededor del mundo que quieran empoderarse como guerreros climáticos. Cada árbol es geolocalizado y se le toman fotos semestrales, durante tres años, para supervisar el crecimiento y dar una experiencia especial a los adoptantes. Pero también hacemos otras actividades con las comunidades para brindarles alternativas de vida que les brinden bienestar, como el etnoturismo y el fortalecimiento del trabajo de sus artesanías y varias capacitaciones para fortalecer su gobernabilidad.
¿Cuántas personas se han unido a la causa de adoptar un árbol?
Actualmente hemos sembrado más de 75.000 árboles. Más de 3.000 personas han participado en nuestro proyecto, que busca unir al mundo bajo una causa: la restauración del pulmón del mundo.
¿Personas de qué países se han unido a esta iniciativa?
Por ahora principalmente la adopción de árboles se hace desde países de Latinoamérica, pero desde Europa también recibimos mucho apoyo. Ya se han unido a nuestra causa también empresas de Argentina, Chile, Inglaterra, España, Francia, Estados Unidos y otros países.
¿Por eso generaron la alianza con la Fundación Fucamuva?
Sí. Es la Fundación Casa de la Mujer de Vaupés, ellas son expertas en construir artesanías y son los proyectos en los que quieren desarrollarse. Lanzamos nuestra manilla de Saving the Amazon, tejida por ellas, para dárselas a los socios de la ONG. Así apoyamos el trabajo de 920 familias.
Además de la adopción de árboles, ¿tienen proyectos para que los ciudadanos aprendan a ser más amigables con la naturaleza?
Es muy difícil lograr de la noche a la mañana que deje de haber una deforestación como la que se lleva a cabo en el Amazonas, pues muchas veces esto se relaciona con economías ilegales y grupos armados. Aun así, lo más importante es el cambio cultural que está sucediendo y que la ciudadanía se empodere para exigirles a las empresas y al Estado que les pongan atención a esos territorios tan alejados, que son tan importantes para Colombia y la humanidad. Los cambios se generan mediante proyectos como el nuestro, logrando que la gente entienda las dinámicas de la crisis climática y por qué es el riesgo más importante al que se enfrenta la sociedad.