“Despacito” es el nuevo pop
Para el cantante puertorriqueño, su último éxito es un abrebocas de lo que viene ahora en su música. Aunque es un artista pop, considera que la experimentación con diferentes géneros es lo que les da una identidad a sus canciones.
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¿Esperaban el impacto que ha tenido la canción “Despacito”?
Cada vez que uno escribe una canción, sueña con que cada lanzamiento se convierta en un fenómeno, pero definitivamente ha sido una sorpresa la rapidez con la que ha pasado, ver cómo al segundo día del lanzamiento de la canción, ya ocupaba los primeros lugares en varios países y el video fuera viral. Hoy a dos meses estamos a más de 2.600 millones de vistas y está rompiendo récords por todos lados como la canción latina más escuchada en plataformas con Apple Music y Spotify. Es increíble ver cómo está atravesando fronteras e idiomas.
¿Cómo fue la construcción musical de “Despacito”?
Nació en una sesión de composición con una amiga panameña, Érika Ender. Ese día me levanté con una idea que sonaba a medio cumbia y la palabra despacito. Así empezó el juego del ito, del Puerto Rico, del ay bendito y de todo este juego de rimas. Mis canciones suelen ser más románticas, pero el cuerpo me pedía moverme un poco más y celebrar mi cultura y mi país. Al reunirme con mis productores colombianos Andrés Torres y Mauricio Rengifo “El Dandee”, ellos le pusieron esta combinación que es el pop, la música latina y el género urbano. Cuando la estábamos terminando me di cuenta de que la canción necesitaba un momento explosivo y ahí es que pensamos invitar a un cantante urbano que lleve la canción a otro nivel y busqué en mi lista de artistas favoritos de ese género a Dadee Yankee.
¿Cómo fue esa relación?
Es un gran amigo con el que he trabajado en otros proyectos, pero creo que lo que más me sorprende de él es que sabe adaptarse a cada canción de una manera diferente y es un experto haciendo colaboraciones. Cuando le mostré, la elevó a otro nivel. En ese trabajo tratamos de hacer un homenaje a Puerto Rico con ese cuatro en la introducción. Al fin es lo que une lo urbano con esta melodía latina o el pop, que mezclan estos dos mundos.
¿Cómo lograron acoplar los géneros?
Creo que en este tiempo que estamos viviendo el pop está más unido al género urbano que nunca. Para mí, Despacito es el nuevo pop. No es un reguetón tradicional, porque es una canción cantada por un artista pop, escrita en una guitarra y basada en una melodía y letra con un ritmo muy sabroso, que es el camino que creo ha tomado el pop. Es un género que necesita de los otros géneros y que, dependiendo de lo que estemos viviendo, va cambiando y en este momento es el ritmo que necesitamos. Muchos reguetoneros les han metido más melodías a sus temas y ahora están cantando más que nunca. Ya pueden salir con una guitarra no más. Además, ahora los artistas cada vez que nos encontramos con otro músico, luego de felicitarnos, nos preguntarnos cuando vamos a hacer algo juntos. Hace 20 o 30 años los músicos eran un poco más celosos con lo que hacías, hoy no es así, ahora el propósito es unir fuerzas, mezclar géneros y hacer cosas diferentes y eso es algo que me alegra mucho porque soy fanático de las colaboraciones.
¿Esta canción es un abrebocas de lo que será Luis Fonsi este año?
Despacito es como esa puerta que se abre y dice: este es el nuevo disco de Fonsi. Cada producción es un nuevo comienzo y mi disco ya casi está terminado. Estoy en los detalles finales, cuadrando una que otra colaboración más, pero las canciones ya están elegidas, grabadas y producidas. Hay muchas canciones similares a Despacito, en el sentido de que son fusiones con lo latino, lo urbano y el pop, e inclusive hay baladas. Yo como artista y compositor siempre he tratado de hacer cosas nuevas, nunca he sido tradicional, y de hecho me siento un poco más rockero. Trato de aventurar un poco en lo que mi voz me deja hacer.
¿En su infancia en San Juan qué escuchaba?
De joven escuchaba a Menudo. Ya cuando fui creciendo, en la radio para los ochenta era la época de Guns and Roses, Def Leppard y de estos grandes grupos que mezclaban un poco del power rock balance. Después me mudé a Orlando y empecé a escuchar música mucho más R&B y a estudiar la música de Stevie Wonder, de Boys to Men, y además estaba en un grupo de capela a cuatro voces, pero siempre el denominador común era la música latina y la salsa que escuchaba mi papá y los grandes baladistas que siempre sonaban en mi familia. Tengo un gusto sumamente amplio y quizás por eso soy tan inquieto. A nivel musical escucho de todo y eso me ha ayudado a ver la música latina desde otro punto de vista, a enamorarme más de ella.
¿En algún momento pensó en irse por el rock?
No, creo que tenía muy claro dónde sonaba mejor mi voz y dónde me identificaba como cantante y no como fanático de la música. Siempre tuve esa parte muy melódica y romántica en mí y también rítmica en el baile, pero si me dan una guitarra ahora mismo y una hora para escribir una canción, voy a hacer una balada, porque es lo que más fácilmente me sale y lo que siento, entonces nunca llegué a ese momento de ¿qué hago?, porque siempre lo tuve claro.
¿De qué manera convergen sus roles de músico, compositor y productor?
Mi vida en la música comenzó como cantante, que era lo que hacía cuando era joven y cantaba en las clases de coro sin tener ni idea de composición ni de producción. En mi primer disco yo no escribí una canción, llegué al estudio y grabé en diez días. En el segundo le dije al productor que escuchara algunas canciones que había escrito y quedó una que se llama Mi sueño y eso me dio más seguridad de escribir, y así poco a poco me involucré un poco más creciendo como productor y compositor, poniéndole un sello personal.
¿Qué permanece de Luis Fonsi y qué ha cambiado?
Hay cosas que nunca cambian, como esa incertidumbre al lanzar un nuevo producto al mercado, porque al final del día uno no sabe cómo reaccionará el público. Esos nervios y esa emoción de escuchar una canción en la radio. Todavía siento la misma emoción que hace 19 años cuando escuché mi primera canción en la radio AM de Orlando. El respeto que le tengo al escenario tampoco va a cambiar, esos dos minutos antes de salir al escenario son de una ansiedad y emoción por el respeto que le tengo al público. Cambia que la música es más mía y la defiendo con más orgullo porque es mi creación completa, eso no lo sabía hacer al comienzo, pero gracias a lo que me han ido enseñando he podido avanzar a través de mis canciones.
¿Cómo se sobrepone a un mal momento?
Uno tiene que atravesar malos momentos para crecer, no conozco a nadie que haya tenido una vida perfecta y hasta cierto punto uno tiene que sufrir para que cuando lleguen los momentos buenos los aprecie más. En mi vida agradezco que hayan sido pocos esos momentos, pero creo que han sido importantes y no me arrepiento de nada, porque esos errores endurecen la piel y hacen apreciar lo que uno tiene.
¿Esperaban el impacto que ha tenido la canción “Despacito”?
Cada vez que uno escribe una canción, sueña con que cada lanzamiento se convierta en un fenómeno, pero definitivamente ha sido una sorpresa la rapidez con la que ha pasado, ver cómo al segundo día del lanzamiento de la canción, ya ocupaba los primeros lugares en varios países y el video fuera viral. Hoy a dos meses estamos a más de 2.600 millones de vistas y está rompiendo récords por todos lados como la canción latina más escuchada en plataformas con Apple Music y Spotify. Es increíble ver cómo está atravesando fronteras e idiomas.
¿Cómo fue la construcción musical de “Despacito”?
Nació en una sesión de composición con una amiga panameña, Érika Ender. Ese día me levanté con una idea que sonaba a medio cumbia y la palabra despacito. Así empezó el juego del ito, del Puerto Rico, del ay bendito y de todo este juego de rimas. Mis canciones suelen ser más románticas, pero el cuerpo me pedía moverme un poco más y celebrar mi cultura y mi país. Al reunirme con mis productores colombianos Andrés Torres y Mauricio Rengifo “El Dandee”, ellos le pusieron esta combinación que es el pop, la música latina y el género urbano. Cuando la estábamos terminando me di cuenta de que la canción necesitaba un momento explosivo y ahí es que pensamos invitar a un cantante urbano que lleve la canción a otro nivel y busqué en mi lista de artistas favoritos de ese género a Dadee Yankee.
¿Cómo fue esa relación?
Es un gran amigo con el que he trabajado en otros proyectos, pero creo que lo que más me sorprende de él es que sabe adaptarse a cada canción de una manera diferente y es un experto haciendo colaboraciones. Cuando le mostré, la elevó a otro nivel. En ese trabajo tratamos de hacer un homenaje a Puerto Rico con ese cuatro en la introducción. Al fin es lo que une lo urbano con esta melodía latina o el pop, que mezclan estos dos mundos.
¿Cómo lograron acoplar los géneros?
Creo que en este tiempo que estamos viviendo el pop está más unido al género urbano que nunca. Para mí, Despacito es el nuevo pop. No es un reguetón tradicional, porque es una canción cantada por un artista pop, escrita en una guitarra y basada en una melodía y letra con un ritmo muy sabroso, que es el camino que creo ha tomado el pop. Es un género que necesita de los otros géneros y que, dependiendo de lo que estemos viviendo, va cambiando y en este momento es el ritmo que necesitamos. Muchos reguetoneros les han metido más melodías a sus temas y ahora están cantando más que nunca. Ya pueden salir con una guitarra no más. Además, ahora los artistas cada vez que nos encontramos con otro músico, luego de felicitarnos, nos preguntarnos cuando vamos a hacer algo juntos. Hace 20 o 30 años los músicos eran un poco más celosos con lo que hacías, hoy no es así, ahora el propósito es unir fuerzas, mezclar géneros y hacer cosas diferentes y eso es algo que me alegra mucho porque soy fanático de las colaboraciones.
¿Esta canción es un abrebocas de lo que será Luis Fonsi este año?
Despacito es como esa puerta que se abre y dice: este es el nuevo disco de Fonsi. Cada producción es un nuevo comienzo y mi disco ya casi está terminado. Estoy en los detalles finales, cuadrando una que otra colaboración más, pero las canciones ya están elegidas, grabadas y producidas. Hay muchas canciones similares a Despacito, en el sentido de que son fusiones con lo latino, lo urbano y el pop, e inclusive hay baladas. Yo como artista y compositor siempre he tratado de hacer cosas nuevas, nunca he sido tradicional, y de hecho me siento un poco más rockero. Trato de aventurar un poco en lo que mi voz me deja hacer.
¿En su infancia en San Juan qué escuchaba?
De joven escuchaba a Menudo. Ya cuando fui creciendo, en la radio para los ochenta era la época de Guns and Roses, Def Leppard y de estos grandes grupos que mezclaban un poco del power rock balance. Después me mudé a Orlando y empecé a escuchar música mucho más R&B y a estudiar la música de Stevie Wonder, de Boys to Men, y además estaba en un grupo de capela a cuatro voces, pero siempre el denominador común era la música latina y la salsa que escuchaba mi papá y los grandes baladistas que siempre sonaban en mi familia. Tengo un gusto sumamente amplio y quizás por eso soy tan inquieto. A nivel musical escucho de todo y eso me ha ayudado a ver la música latina desde otro punto de vista, a enamorarme más de ella.
¿En algún momento pensó en irse por el rock?
No, creo que tenía muy claro dónde sonaba mejor mi voz y dónde me identificaba como cantante y no como fanático de la música. Siempre tuve esa parte muy melódica y romántica en mí y también rítmica en el baile, pero si me dan una guitarra ahora mismo y una hora para escribir una canción, voy a hacer una balada, porque es lo que más fácilmente me sale y lo que siento, entonces nunca llegué a ese momento de ¿qué hago?, porque siempre lo tuve claro.
¿De qué manera convergen sus roles de músico, compositor y productor?
Mi vida en la música comenzó como cantante, que era lo que hacía cuando era joven y cantaba en las clases de coro sin tener ni idea de composición ni de producción. En mi primer disco yo no escribí una canción, llegué al estudio y grabé en diez días. En el segundo le dije al productor que escuchara algunas canciones que había escrito y quedó una que se llama Mi sueño y eso me dio más seguridad de escribir, y así poco a poco me involucré un poco más creciendo como productor y compositor, poniéndole un sello personal.
¿Qué permanece de Luis Fonsi y qué ha cambiado?
Hay cosas que nunca cambian, como esa incertidumbre al lanzar un nuevo producto al mercado, porque al final del día uno no sabe cómo reaccionará el público. Esos nervios y esa emoción de escuchar una canción en la radio. Todavía siento la misma emoción que hace 19 años cuando escuché mi primera canción en la radio AM de Orlando. El respeto que le tengo al escenario tampoco va a cambiar, esos dos minutos antes de salir al escenario son de una ansiedad y emoción por el respeto que le tengo al público. Cambia que la música es más mía y la defiendo con más orgullo porque es mi creación completa, eso no lo sabía hacer al comienzo, pero gracias a lo que me han ido enseñando he podido avanzar a través de mis canciones.
¿Cómo se sobrepone a un mal momento?
Uno tiene que atravesar malos momentos para crecer, no conozco a nadie que haya tenido una vida perfecta y hasta cierto punto uno tiene que sufrir para que cuando lleguen los momentos buenos los aprecie más. En mi vida agradezco que hayan sido pocos esos momentos, pero creo que han sido importantes y no me arrepiento de nada, porque esos errores endurecen la piel y hacen apreciar lo que uno tiene.