Dos décadas de actuación
Andrea Guzmán se presenta junto a Jimmy Vásquez y Álvaro Bayona en la obra “Cállate y escribe” dirigida por Víctor Quesada. Para ella la maternidad es el protagónico de su vida.
Redacción Un chat Con...
¿Qué va a encontrar el público en ‘Cállate y escribe’?
Esta es una comedia romántica, la historia de dos escritores. Él es un escritor de literatura y ella una escritora de telenovelas, y se crea una rivalidad porque a él nunca le han publicado un libro, mientras que ella es la más exitosa del país haciendo lo que hace. El personaje de Álvaro Bayona es un agente que esconde un secreto que hace que la pareja siga unida o se separe.
Es la primera vez que trabaja con el director Víctor Quesada. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Estoy muy contenta porque es exactamente como me gusta que me dirijan. Muchas veces uno no se encuentra con directores con los que uno se siente 100% feliz.
¿Y cómo le gusta que la dirijan?
Él es un director que te deja crear, que te da libertad, pero te acompaña en todo el proceso. No deja pasar nada, es muy pulido, le gusta que las cosas estén perfectas, y a mí también me gusta eso.
¿En qué se parece Andrea a Cristina, la protagonista?
Ella es una mujer que adora a su marido, en eso somos idénticas, y que le encanta lo que hace y le va bien. No es una persona muy alejada de mi realidad; trabajamos en el mismo medio.
¿Qué tanto se refleja el machismo de nuestro país?
Muchísimo. Los hombres tienen ese conflicto cuando la mujer gana más plata y muchas veces tratan de opacar a su pareja para no sentir que están por debajo.
¿Cuál fue su motivación para estudiar actuación?
Mi hermana es actriz. Tengo la imagen de verla y querer hacer lo mismo. Cuando ella empezó a estudiar en la Academia Charlot, me llevaban a las clases y me sentaba a verlas. Cuando tenía 13 años, Jaime Botero, que era el director de la academia, me regaló una beca para estudiar porque veía que me gustaba. A los 15 años empecé a trabajar en televisión.
¿Cómo recuerda sus inicios en la televisión?
Empecé hace 20 años, lo primero que hice fue Padres e hijos, en 1994. Arranqué haciendo televisión, pero venía de estudiar teatro. He buscado no dejarlo de lado y he tenido mucha suerte. En mi carrera he hecho varias cosas en teatro, televisión y cine.
La mayor enseñanza de su maestro Jaime Botero.
Le agradezco que me haya dado esa oportunidad. Él siempre nos habló de la parte física al momento de actuar, de lo importantes que son las acciones. Paco Barrero también fue uno de mis grandes maestros. Ellos influyeron en la disciplina y la entrega que tengo en mi trabajo.
¿Qué extraña de la televisión de antes?
Que las historias no sean tan auténticas como antes. Tuvimos una época en que nuestras telenovelas eran la locura afuera, y eso se ha dormido un poco.
¿Cuál es el papel que más retos le ha generado?
Interpretar a Velma Kelly en Chicago, el musical. Siempre he sido actriz; nunca me consideré cantante ni bailarina. Me enfrente a ese monstruo que uno tiene escondido y fui capaz. Trabajé muy duro para hacerlo.
De no haber sido actriz, ¿qué le hubiera gustado ser?
Creo que los seres humanos podemos ser muchas cosas. Siempre estoy inquieta por cosas diferentes. Me gustan el diseño de interiores, la cocina, el baile y lo que tenga que ver con cosas artísticas.
Háblenos de esa faceta como diseñadora de interiores.
Cuando estaba en Londres estudié diseño de interiores; lo mezclaba con la maternidad. Siempre me han gustado la decoración, mezclar colores y texturas y conocer un poco más cómo se hace mejor.
¿Cuál cree que ha sido el momento más difícil de su carrera?
El día que iba a estrenar Chicago enterramos a mi papá y tuve que pararme en el escenario con un dolor tan grande y poder sacar mi trabajo como actriz adelante.
¿Cómo es Andrea en su rol de madre y esposa?
Ese es el protagónico de mi vida, es lo que está en el top de mi lista de prioridades: mi familia, mi esposo y mis hijas. Seguramente tendré mil defectos, pero hago lo mejor posible para que mis hijas tengan todo lo que pueda darles.
Tiene muchas cosas alusivas a Frida Kahlo en su casa. ¿Por qué le gusta tanto?
La historia de esa mujer es una locura, me gustan sus cuadros, su historia de amor con Diego Rivera, su búsqueda por ser mamá y no poder, todo lo que vivió, y aun así siguió intentándolo y luchando. Me parece que era una berraca.
¿Qué va a encontrar el público en ‘Cállate y escribe’?
Esta es una comedia romántica, la historia de dos escritores. Él es un escritor de literatura y ella una escritora de telenovelas, y se crea una rivalidad porque a él nunca le han publicado un libro, mientras que ella es la más exitosa del país haciendo lo que hace. El personaje de Álvaro Bayona es un agente que esconde un secreto que hace que la pareja siga unida o se separe.
Es la primera vez que trabaja con el director Víctor Quesada. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Estoy muy contenta porque es exactamente como me gusta que me dirijan. Muchas veces uno no se encuentra con directores con los que uno se siente 100% feliz.
¿Y cómo le gusta que la dirijan?
Él es un director que te deja crear, que te da libertad, pero te acompaña en todo el proceso. No deja pasar nada, es muy pulido, le gusta que las cosas estén perfectas, y a mí también me gusta eso.
¿En qué se parece Andrea a Cristina, la protagonista?
Ella es una mujer que adora a su marido, en eso somos idénticas, y que le encanta lo que hace y le va bien. No es una persona muy alejada de mi realidad; trabajamos en el mismo medio.
¿Qué tanto se refleja el machismo de nuestro país?
Muchísimo. Los hombres tienen ese conflicto cuando la mujer gana más plata y muchas veces tratan de opacar a su pareja para no sentir que están por debajo.
¿Cuál fue su motivación para estudiar actuación?
Mi hermana es actriz. Tengo la imagen de verla y querer hacer lo mismo. Cuando ella empezó a estudiar en la Academia Charlot, me llevaban a las clases y me sentaba a verlas. Cuando tenía 13 años, Jaime Botero, que era el director de la academia, me regaló una beca para estudiar porque veía que me gustaba. A los 15 años empecé a trabajar en televisión.
¿Cómo recuerda sus inicios en la televisión?
Empecé hace 20 años, lo primero que hice fue Padres e hijos, en 1994. Arranqué haciendo televisión, pero venía de estudiar teatro. He buscado no dejarlo de lado y he tenido mucha suerte. En mi carrera he hecho varias cosas en teatro, televisión y cine.
La mayor enseñanza de su maestro Jaime Botero.
Le agradezco que me haya dado esa oportunidad. Él siempre nos habló de la parte física al momento de actuar, de lo importantes que son las acciones. Paco Barrero también fue uno de mis grandes maestros. Ellos influyeron en la disciplina y la entrega que tengo en mi trabajo.
¿Qué extraña de la televisión de antes?
Que las historias no sean tan auténticas como antes. Tuvimos una época en que nuestras telenovelas eran la locura afuera, y eso se ha dormido un poco.
¿Cuál es el papel que más retos le ha generado?
Interpretar a Velma Kelly en Chicago, el musical. Siempre he sido actriz; nunca me consideré cantante ni bailarina. Me enfrente a ese monstruo que uno tiene escondido y fui capaz. Trabajé muy duro para hacerlo.
De no haber sido actriz, ¿qué le hubiera gustado ser?
Creo que los seres humanos podemos ser muchas cosas. Siempre estoy inquieta por cosas diferentes. Me gustan el diseño de interiores, la cocina, el baile y lo que tenga que ver con cosas artísticas.
Háblenos de esa faceta como diseñadora de interiores.
Cuando estaba en Londres estudié diseño de interiores; lo mezclaba con la maternidad. Siempre me han gustado la decoración, mezclar colores y texturas y conocer un poco más cómo se hace mejor.
¿Cuál cree que ha sido el momento más difícil de su carrera?
El día que iba a estrenar Chicago enterramos a mi papá y tuve que pararme en el escenario con un dolor tan grande y poder sacar mi trabajo como actriz adelante.
¿Cómo es Andrea en su rol de madre y esposa?
Ese es el protagónico de mi vida, es lo que está en el top de mi lista de prioridades: mi familia, mi esposo y mis hijas. Seguramente tendré mil defectos, pero hago lo mejor posible para que mis hijas tengan todo lo que pueda darles.
Tiene muchas cosas alusivas a Frida Kahlo en su casa. ¿Por qué le gusta tanto?
La historia de esa mujer es una locura, me gustan sus cuadros, su historia de amor con Diego Rivera, su búsqueda por ser mamá y no poder, todo lo que vivió, y aun así siguió intentándolo y luchando. Me parece que era una berraca.