Cortesía / Algunos de los trabajos de 'Ojo al Sancocho'.
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Como un festival internacional de cine y video alternativo nació en 2008 la iniciativa comunitaria ‘Ojo al sancocho’ en Ciudad Bolívar, Bogotá. A través del trabajo de la gente y bajo la guía de profesionales realizan actividades gratuitas todos los días. Desde allí se habla de las realidades y problemáticas sociales y se idean los nuevos contenidos.
Según Daniel Bejarano, director del Festival, todos los miembros del proyecto se sienten iguales, “ellos son las estrellas del cine", afirma. Y es que él es un convencido de que este grupo nació bajo la necesidad de democratizar la cultura y la educación audiovisual en Colombia para reencontrarse con un relato nacional, diferente a la violencia, a los estereotipos de vida que se ven a diario, en la televisión y el cine convencional.
“Vemos el cine como mediador, para visibilizar realidades sociales, no solo como una herramienta de entretenimiento”, sostiene Bejarano.
Bajo ese legado se reúnen niños, madres, jóvenes, realizadores y colectivos audiovisuales de los diferentes barrios y se comprometen a resaltar el valor de construir paz desde lo local. Y fue así como se ganaron el reconocimiento “Agentes artísticos y culturales que trabajan la cultura ciudadana y democrática en Bogotá, 2014”, otorgado por la Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá y el Institut Goethe Kolumbien.
De esta manera, también se beneficiaron de una gira por Europa en la que comparten experiencias con agentes y gestores culturales que trabajan desde el arte y la cultura participativa para fortalecer prácticas de convivencia, mejores relaciones socioculturales y como Colombia.
Daniel Bejarano fue el único que viajó y desde allí explicó su proceso con el grupo. Es enfático en decir que Colombia, a punto de entrar al postconflicto, necesita promover escenarios de paz desde la cultura, como estos.
El intercambio que ha tenido con los realizadores de otros proyectos lo cataloga como un aprendizaje mutuo, “el cine comunitario de Colombia es un ejemplo cultural que le apuesta a la construcción de tejidos sociales, más sostenibles y comprometidos, es una experiencia de cine participativo que ha impactado mucho en las experiencias que hemos visitado en Berlín (Alemania), en Nancy y Bourges (Francia)”.
Ya visitó el Arsenal (Institu für film und videokunst e.V.) en donde les proyectaron la película "Nuestra Voz de Tierra Memoria y Futuro 1974 - 1980" de Marta Rodriguez y Jorge Silva. También ha asistido a conferencias donde él, como asesor de políticas culturales y sociales y con su énfasis en comunicación audiovisual alternativa y comunitaria, ha podido transmitir su trabajo. Y narrar cómo se realizan todas las actividades en Ciudad Bolívar, incluyendo datos como que la estadía de sus invitados internacionales que vienen a Bogotá es allá mismo. “Ellos se quedan en casas de familia de estrato cero, uno y dos, esto hace que el festival sea más vivencial”, sostiene Bejarano.
Y es así como está dejando el mensaje de que es un cine que se realiza con la gente de a pie, para la propia gente de este lugar de la ciudad que decidió participar.
Por Catalina González Navarro
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