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El fin de semana J Balvin celebró su cumpleaños número 38 acompañado de Maluma, Ryan Castro, Farina, el exfutbolista Tino Asprilla y otras personas de la farándula nacional, que de alguna forma se vinculan a la escena urbana de antioqueña.
La cita fue en el Museo de Arte Moderno de Medellín (Mamm). Para evento, según reseñó El Colombiano, J. Balvin alquiló la plazoleta y el quinto piso del museo para compartir una fiesta con sus amigos más cercanos y familiares.
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El Mamm, un espacio para la cultura contemporánea antioqueña
En quinto piso es el último del edificio. Hay una terraza con vista hacia el oriente de la ciudad, donde generalmente se hacen reuniones sociales. Debajo está el cuarto, conformado por las exposiciones permanentes y temporales con temas que abordan lo contemporáneo y que se dividen por salas, en donde también hay una terraza con algunas obras para exteriores.
El Mamm se define como “un espacio que cuestiona las tradiciones y tiene una actitud propositiva frente a los asuntos determinantes de la sociedad contemporánea”, razón por la que también se encuentran en el piso tres, películas nacionales e internacionales, que habitualmente no se pueden encontrar en salas de cine comerciales.
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En el segundo están las oficinas y en en el primero piso, está la entrada, la taquilla, una tienda de accesorios y recuerdos. Y al lado, una plazoleta al aire público donde mensualmente proyectan una película al aire libre con acceso libre. Este fue uno de los puntos donde se desarrolló la fiesta del antioqueño J Balvin.
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Los inicios del Mamm
El museo inicia gracias a las donación de nueve artistas contemporáneos que en año 78 deciden conformar la primera exposición del Mamm. La primera sede se ubicó dos años después en el barrio Carlos E. Restrepo, lo que hoy es una sede de la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia.
La primera exposición en la sede se llamó “El arte en Antioquia y la década de los setenta”, que buscaba vincular el arte tradicional antioqueño y las nuevas expresiones artísticas que se estaban gestando en la ciudad. Luego se fue abriendo espacio a los jóvenes menores de 30 años que hicieron disrupción con nuevas narrativas artísticas.
Más adelante, en el 87, la pintora Débora Arango donó 233 pinturas y el fotógrafo Hernando Tejada entregó 480 fotografías a blanco y negro, que fueron agrandado las obras, pero empequeñeciendo el lugar. En 2006, encontraron un nuevo espacio donde se hacen grandes exposiciones y eventos artísticos, pero donde no se habían celebrado cumpleaños de algún famoso.
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