El rumbo de “Moda Viva”
Campesinos, indígenas y jóvenes urbanos integran el primer espacio dedicado a la identidad múltiple que ofrece el vestuario de los colombianos en el siglo XXI. Una iniciativa de Artesanías de Colombia.
Rocío Arias Hofman*
Las alpargatas que los campesinos de Boyacá fabrican y han usado desde finales del siglo XIX reposan al lado de las alpargatas elaboradas con fique trenzado y teñido a mano que creó este año el joven diseñador citadino Miguel Mesa, ganador en 2015 del Premio Lápiz de Acero (categoría moda) y del Premio Cromos de Moda Nuevos talentos. La distancia geográfica y temporal que existe entre ellos se desdibuja al observar las piezas reunidas en Moda Viva, el nuevo espacio que se ofrece al público hasta el 17 de diciembre en Expoartesanías, la feria anual en Bogotá.
Con la intención de conectar de manera activa el diseño independiente de moda con los oficios artesanales y las tradiciones de vestuario en el país, Ana María Fríes, directora de Artesanías de Colombia encomendó este año a un equipo de personas de la entidad y a quien esto escribe*, la misión de pensar en un espacio físico que abordara este planteamiento. Un reto dado el crecimiento que experimenta desde hace cinco años la industria de la moda en Colombia y la responsabilidad que supone velar por la memoria nacional a través de los oficios y sus artesanos.
Miguel Mesa es uno de los trece creadores de moda invitados a participar y comercializar sus piezas en Moda Viva. Junto a él, Laura Acevedo y Felipe Guerra (Papel de Punto); Danielle Lafaurie; Carolina Vélez (Oropéndola); Cathy Mattos (Doré); Lorena Cuevas y Paola Tarazona (Mulierr); Nicolás Rivero y Vanessa Gómez (A New Cross); Manuela Álvarez (MAZ), Carlo Carrizosa; Carolina Ronderos, Lina Osorio, Natalia Botero (Entreaguas) y Daniel Ramos ofrecen sus líneas de diseño compuestas por piezas hechas a mano, en talleres independientes situados en Bogotá, Cali y Medellín y con una vocación genuina por comprender los orígenes de tradiciones artesanales y simbolismos indígenas.
Este grupo seleccionado de diseñadores son, por tanto, también emprendedores. Acumulan varios de los premios nacionales más importantes en moda y su solidez conceptual viene dada por una formación exhaustiva que han recibido en Colombia y en el exterior.
“Nos interesa posicionar la artesanía colombiana en la industria de lujo internacional. Desarrollamos textiles de la mano de artesanos expertos en telar a partir de materiales naturales como lana y algodón. Finalizamos muchas de las prendas con trabajo manual de puntadas y anudados”, afirma el dúo de A New Cross, que vende sus piezas en Londres, Nueva York, Bogotá, Cartagena, Amsterdam y París. Los mismos diseñadores que acaban de ser invitados por el MOMA para presentar la exploración que entrañan sus procesos creativos.
“Me gustaría sensibilizar al público con el trabajo hecho a mano y que desarrolla el concepto GLOCAL: local+ global. Las piezas que presento son insectos tejidos en palma y luego metalizados con un proceso de electrólisis. Elaborados por artesanos desplazados”, relata la productora creativa de Olga Piedrahíta, Danielle Lafaurie.
“Mi proceso creativo depende mucho del trabajo manual y experimental con materiales, formas y procesos; de un balance entre el mundo de las ideas y el mundo sensorial”, concluye el diseñador Daniel Ramos, ocupado en repartir su tiempo entre la docencia universitaria en diseño y la creación de ornamentos que ahondan en el asunto de los géneros.
¿Cómo expresar sino a través de esta realidad –la de los jóvenes creadores contemporáneos volcados en la tejeduría, en el teñido a mano y en la creación de ediciones limitadas de vestuario dotadas de inmensa calidad de diseño y confección– la conexión real, ucrónica y con enorme potencial que la industria de la moda nacional debería llegar a tener con las comunidades campesinas, indígenas y artesanas del país? Moda Viva indaga en las respuestas a través de esta puesta en escena ejecutada en un área de 115 metros ubicada en el Pabellón 3, primer piso de Corferias.
Mezcladas con las piezas de los diseñadores se exhiben también catorce vestuarios pertenecientes a campesinos y comunidades indígenas vivas. Un préstamo realizado por el Museo de Trajes de Bogotá, fundado en 1973 por doña Edith Jiménez Arbeláez, la primera mujer antropóloga del país y una pionera que el público –y sobre todo los involucrados en la industria de la moda– debería reconocer como una referencia fundamental.
De la convocatoria “Maestros Patronistas” realizada este año por la revista Fucsia, LCI Bogotá, Inexmoda y Club Colombia se presenta también una selección de patrones de vestidos –creados por expertos en moldería de talleres independientes colombianos– para acercarle al público la exigencia de un oficio –el de la moda– que requiere sabiduría manual y creativa al tiempo. Prototipos elaborados en liencillo en las reconocidas firmas Leal Daccarett, Julieta Suárez, Jorge Duque, Diego Guarnizo y Suki Cohen, entre otros.
Esta versión de Expoartesanías, el evento creado hace veinticinco años por la estudiosa y líder del sector Cecilia Duque, enfatiza precisamente en que esta plataforma comercial –para la que se preparan todo el año más de 400 artesanos provenientes de todo el país– se debe a quienes demuestran con su conocimiento y habilidad que sus oficios promueven la paz en el país. “Además, es fundamental resaltar que el diseño de vanguardia en cualquier campo de la creación –arquitectura, artes plásticas, gastronomía, cultura– tiene que estar cada vez más ligado con el saber de nuestros antepasados y que nos transmiten los artesanos a diario”, concluye Ana María Fríes, la arquitecta y exdirectora de la revista Axxis, que se encuentra por primera vez al frente de la entidad.
* Fundadora y editora de la revista digital www.sentadaensusillaverde.com Consultora de Artesanías de Colombia para el desarrollo del Laboratorio de Moda. Participa en la creación de “Moda Viva”.
Las alpargatas que los campesinos de Boyacá fabrican y han usado desde finales del siglo XIX reposan al lado de las alpargatas elaboradas con fique trenzado y teñido a mano que creó este año el joven diseñador citadino Miguel Mesa, ganador en 2015 del Premio Lápiz de Acero (categoría moda) y del Premio Cromos de Moda Nuevos talentos. La distancia geográfica y temporal que existe entre ellos se desdibuja al observar las piezas reunidas en Moda Viva, el nuevo espacio que se ofrece al público hasta el 17 de diciembre en Expoartesanías, la feria anual en Bogotá.
Con la intención de conectar de manera activa el diseño independiente de moda con los oficios artesanales y las tradiciones de vestuario en el país, Ana María Fríes, directora de Artesanías de Colombia encomendó este año a un equipo de personas de la entidad y a quien esto escribe*, la misión de pensar en un espacio físico que abordara este planteamiento. Un reto dado el crecimiento que experimenta desde hace cinco años la industria de la moda en Colombia y la responsabilidad que supone velar por la memoria nacional a través de los oficios y sus artesanos.
Miguel Mesa es uno de los trece creadores de moda invitados a participar y comercializar sus piezas en Moda Viva. Junto a él, Laura Acevedo y Felipe Guerra (Papel de Punto); Danielle Lafaurie; Carolina Vélez (Oropéndola); Cathy Mattos (Doré); Lorena Cuevas y Paola Tarazona (Mulierr); Nicolás Rivero y Vanessa Gómez (A New Cross); Manuela Álvarez (MAZ), Carlo Carrizosa; Carolina Ronderos, Lina Osorio, Natalia Botero (Entreaguas) y Daniel Ramos ofrecen sus líneas de diseño compuestas por piezas hechas a mano, en talleres independientes situados en Bogotá, Cali y Medellín y con una vocación genuina por comprender los orígenes de tradiciones artesanales y simbolismos indígenas.
Este grupo seleccionado de diseñadores son, por tanto, también emprendedores. Acumulan varios de los premios nacionales más importantes en moda y su solidez conceptual viene dada por una formación exhaustiva que han recibido en Colombia y en el exterior.
“Nos interesa posicionar la artesanía colombiana en la industria de lujo internacional. Desarrollamos textiles de la mano de artesanos expertos en telar a partir de materiales naturales como lana y algodón. Finalizamos muchas de las prendas con trabajo manual de puntadas y anudados”, afirma el dúo de A New Cross, que vende sus piezas en Londres, Nueva York, Bogotá, Cartagena, Amsterdam y París. Los mismos diseñadores que acaban de ser invitados por el MOMA para presentar la exploración que entrañan sus procesos creativos.
“Me gustaría sensibilizar al público con el trabajo hecho a mano y que desarrolla el concepto GLOCAL: local+ global. Las piezas que presento son insectos tejidos en palma y luego metalizados con un proceso de electrólisis. Elaborados por artesanos desplazados”, relata la productora creativa de Olga Piedrahíta, Danielle Lafaurie.
“Mi proceso creativo depende mucho del trabajo manual y experimental con materiales, formas y procesos; de un balance entre el mundo de las ideas y el mundo sensorial”, concluye el diseñador Daniel Ramos, ocupado en repartir su tiempo entre la docencia universitaria en diseño y la creación de ornamentos que ahondan en el asunto de los géneros.
¿Cómo expresar sino a través de esta realidad –la de los jóvenes creadores contemporáneos volcados en la tejeduría, en el teñido a mano y en la creación de ediciones limitadas de vestuario dotadas de inmensa calidad de diseño y confección– la conexión real, ucrónica y con enorme potencial que la industria de la moda nacional debería llegar a tener con las comunidades campesinas, indígenas y artesanas del país? Moda Viva indaga en las respuestas a través de esta puesta en escena ejecutada en un área de 115 metros ubicada en el Pabellón 3, primer piso de Corferias.
Mezcladas con las piezas de los diseñadores se exhiben también catorce vestuarios pertenecientes a campesinos y comunidades indígenas vivas. Un préstamo realizado por el Museo de Trajes de Bogotá, fundado en 1973 por doña Edith Jiménez Arbeláez, la primera mujer antropóloga del país y una pionera que el público –y sobre todo los involucrados en la industria de la moda– debería reconocer como una referencia fundamental.
De la convocatoria “Maestros Patronistas” realizada este año por la revista Fucsia, LCI Bogotá, Inexmoda y Club Colombia se presenta también una selección de patrones de vestidos –creados por expertos en moldería de talleres independientes colombianos– para acercarle al público la exigencia de un oficio –el de la moda– que requiere sabiduría manual y creativa al tiempo. Prototipos elaborados en liencillo en las reconocidas firmas Leal Daccarett, Julieta Suárez, Jorge Duque, Diego Guarnizo y Suki Cohen, entre otros.
Esta versión de Expoartesanías, el evento creado hace veinticinco años por la estudiosa y líder del sector Cecilia Duque, enfatiza precisamente en que esta plataforma comercial –para la que se preparan todo el año más de 400 artesanos provenientes de todo el país– se debe a quienes demuestran con su conocimiento y habilidad que sus oficios promueven la paz en el país. “Además, es fundamental resaltar que el diseño de vanguardia en cualquier campo de la creación –arquitectura, artes plásticas, gastronomía, cultura– tiene que estar cada vez más ligado con el saber de nuestros antepasados y que nos transmiten los artesanos a diario”, concluye Ana María Fríes, la arquitecta y exdirectora de la revista Axxis, que se encuentra por primera vez al frente de la entidad.
* Fundadora y editora de la revista digital www.sentadaensusillaverde.com Consultora de Artesanías de Colombia para el desarrollo del Laboratorio de Moda. Participa en la creación de “Moda Viva”.