Camila Zuluaga: “Este no es un programa de debate”
“Mañanas Blu 10:30″, programa dirigido por la periodista Camila Zuluaga, cumple cinco años de estar al aire. El formato ha logrado posicionarse como número uno en varias zonas del país. Un espacio que le apuesta por los temas de género y actualidad.
La periodista Camila Zuluaga tomó el timón de Mañanas Blu 10:30 en 2018. Tanto ella como su equipo de trabajo, conformado por Ana Cristina Restrepo, Claudia Palacios, Óscar Montes, Hugo Mario Palomar, Gonzalo Lazzari y Sebastián Nohra, se unen a diario para poner en marcha un formato que visibiliza las regiones de Colombia, las problemáticas que no pasan solo en Bogotá y la voz de las mujeres en la mesa.
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La periodista Camila Zuluaga tomó el timón de Mañanas Blu 10:30 en 2018. Tanto ella como su equipo de trabajo, conformado por Ana Cristina Restrepo, Claudia Palacios, Óscar Montes, Hugo Mario Palomar, Gonzalo Lazzari y Sebastián Nohra, se unen a diario para poner en marcha un formato que visibiliza las regiones de Colombia, las problemáticas que no pasan solo en Bogotá y la voz de las mujeres en la mesa.
Cinco años después, el programa ha logrado posicionarse como número uno en audiencia en Cali, Barranquilla y Medellín. Ha ganado dos premios Simón Bolívar de Periodismo y ha demostrado que no se necesita estar en el prime time para conquistar e informar a los oyentes. En entrevista para El Espectador, Zuluaga habla de los retos que ha enfrentado el formato en este quinquenio, sus aciertos, desaciertos y logros.
¿Cómo recuerda los inicios de “Mañanas Blu 10:30” hace cinco años?
Cuando me imaginé este proyecto comencé a gestarlo e imaginarme cómo quería que fuera. En radio sucede que a medida que va pasando el tiempo, ese proyecto se va ajustando por sí solo y va teniendo cambios que uno no se espera. Mañanas Blu se ha consolidado como un programa de voces de mujeres fuertes; tenemos como agenda clara y abierta el tema de la equidad de género. Trabajamos mucho en esos temas y lo hacemos evidente. Queremos hablarle a nuestra audiencia sobre esos temas que a veces parecen vedados y que deberíamos trabajar.
¿Qué papel desempeñan las regiones de Colombia en este programa?
La presencia regional sigue estando ahí. Mi mesa de trabajo está en Medellín, Cali, Barranquilla, Bogotá y nuestro editor internacional está en Panamá. Seguimos con ese espíritu de que las regiones tengan voz a nivel nacional, porque normalmente es Bogotá la que define todo, pero aquí no. En este programa tenemos a las ciudades como parte central de la mesa de trabajo. Además, quiero resaltar que le hemos apostado mucho a la gente joven, varios periodistas comenzaron conmigo hace cinco años y ahora están consolidados de manera importante.
¿Y las mujeres?
A la gente a veces le choca mucho el tema de género en el programa, incluso dentro e mi propio equipo tenemos esas discusiones y hay gente que nos dice “es que ustedes son muy radicales, demasiado exageradas”. Ha sido un proceso de pedagogía con mi equipo, hemos aprendido mucho y lo decimos al aire. Es duro, a los oyentes a veces les molesta, pero es algo que nos ha hecho evolucionar mucho en estos cinco años, gracias a que hemos puesto ese tema sobre la mesa, además, este es el momento de la voz de las mujeres. Somos el 51 % de la población colombiana y no tenemos mayor representación en el mundo laboral. Que esto esté sucediendo en un medio de comunicación me parece importante.
Hablemos de los retos que “Mañanas Blu 10:30” ha enfrentado en estos cinco años al aire...
El primer reto es el horario. El prime time en radio es de 6:00 a.m. a 10:00 a.m. y nosotros no estamos en esa franja. Aun así hemos logrado conquistarlo y se ha vuelto importante en términos de opinión, a pesar de no estar en ese horario. Vamos al aire de 10:30 a.m. a 1:00 p.m. y en términos de opinión somos un programa referente en Colombia. Pudimos demostrarle al mundo de la radio que a las diez de la mañana no hay que hablar de recetas de cocina; al contrario, la gente puede seguir informada y podemos seguir teniendo una agenda robusta. Recuerdo que cuando empezamos lo hicimos de manera digital haciendo streaming, en ese momento nadie hacía eso en Blu. Hoy en día ya tiene 13 horas al aire en ese formato. Es un reto enorme, pero hemos logrado compaginar lo digital con la antena.
¿Cómo es la relación con su equipo de trabajo?
Otro de los retos más grandes es mantener una buena convivencia como equipo, nos la llevamos muy bien y estamos muy consolidados; creo que eso tiene que ver con el ADN del programa, porque acá la directora es una mujer, y nosotras tenemos una tendencia fuerte a abrazar las cosas y generar una especie de familia. Tenemos posiciones muy diversas, todos pensamos distinto y los consejos de redacción a veces son muy tensos, pero en esas discusiones tenemos que llegar a acuerdos a pesar de nuestras diferencias. Soy de una generación que cree que la autoridad y la forma de liderazgo no tienen que ser piramidales; creo que piensan mucho más cinco cabezas que una sola y las decisiones las tomamos democráticamente.
Para los oyentes es importante que en el programa haya espacio para la discusión de ideas, ¿cómo se maneja esto?
La deliberación es muy importante en cualquier democracia y en cualquier sociedad. La idea es que podamos convivir así pensemos distinto, además podemos enriquecer nuestro conocimiento en la medida en que podamos escuchar diferentes voces y puntos de vista; eso es lo que tratamos de hacer. Yo no tengo un programa de debate, Mañanas Blu 10:30 no es un programa para eso, no tengo panelistas debatiendo, tengo periodistas que participan en todo el programa, que esgrimen opiniones y están formados para poder hablar sobre la realidad nacional, o cualquier tema. La discusión no es porque queramos imponer formas de pensamiento a los oyentes, sino para evidenciar que en este país tenemos la posibilidad de pensar distinto y de manera respetuosa.
¿Cómo se arma el programa?
Nosotros salimos del programa a la una de la tarde y tenemos consejo de redacción, donde hablamos y discutimos sobre cómo debemos cubrir un tema o no. Como en cualquier consejo cada uno trae sus temas, los propone, y definimos entre todos qué vamos a hacer al día siguiente y cuáles son los temas que vamos a trabajar a largo plazo. Durante toda la tarde estamos estructurando el programa para el día siguiente, y cuando nos sentamos, ya sabemos exactamente todo lo que va a pasar.
Volviendo a la parte regional del programa, ¿cree que ha ido evolucionando con el tiempo?
El hecho de que las figuras que están en las regiones tengan tanta visibilidad en el programa ha hecho que esas voces tengan relevancia nacional. Que una voz de la costa Caribe tenga relevancia en todo el territorio era muy extraño, que tuviéramos pensamientos y voces que no necesariamente estuvieran concentrados en Bogotá casi no pasaba. Eso nos ha llevado a ser número uno en Cali, Medellín y Barranquilla... eso obedece a que tenemos presencia de gente representativa de esas regiones en la mesa de trabajo.
Hay muchos programas matutinos en radio, ¿qué hace que “Mañanas Blu” sea diferente al resto?
El tema de la mujer es muy importante. Hacemos mucho énfasis sobre equidad de género con una sección dedicada específicamente a hacer pedagogía en torno a cosas que ya no debemos normalizar que se llama: “No es normal, es acoso sexual” y es muy distintivo porque somos los únicos que lo hacemos en radio de manera explícita y abierta. Estamos pendientes de no buscar solo fuentes masculinas y eso marca la diferencia, al igual que nuestro tema regional y la planeación del programa.
¿Hay algún programa que la haya marcado?
Varios. Abiertamente considero que la prostitución no es un trabajo, es explotación, y un día tuvimos a víctimas de trata de personas y explotación sexual de diferentes zonas del país, escuchamos sus historias porque justo habían venido a Bogotá a explicarle al Congreso por qué razón la prostitución no se puede considerar un trabajo... Ese programa fue muy duro porque era escuchar esas historias desgarradoras de esas mujeres que están intentando recuperarse del trauma de haber sido explotadas sexualmente. También recuerdo el primer Simón Bolívar que nos ganamos gracias a la entrevista que le hicimos a Gabriel Gilinski, dueño de Semana, y la otra que me marcó mucho fue con uno de los condenados por el tema de Reficar, que después terminó siendo inocente y nos contaba cómo su vida se había dañado por ese escándalo. Fueron momentos muy difíciles al aire.