Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Del 2 al 4 de diciembre, Medellín vivirá la primera edición de la Feria del Millón, un evento que nació en 2013 en Bogotá con el objetivo de democratizar y descentralizar el arte, que generalmente se exhibe en museos o galerías.
(Lea también: Expobar 2021 celebra su octava edición con la noche como producto turístico)
Durante estos años ha logrado consolidarse como una plataforma que apoya a los artistas emergentes, no necesariamente novatos, sino a los que no tienen representación de un galerista; el mediador oficial en el circuito del arte.
La Feria del Millón apuesta por la circulación de obra. Lo más singular y disruptivo del evento es que el público tiene la posibilidad de conversar con los artistas para conocer de primera mano los procesos de trabajo. Este diálogo fresco y espontáneo entre artista y espectador es fundamental en el arte contemporáneo, pues a veces es difícil descifrar el concepto de la obra por sí mismo.
En la Feria del Millón Medellín participan 40 artistas con obras que se pueden adquirir por un valor cercano al $1 millón, una cifra que en Colombia es significativa, pero que no lo es tanto en el mercado del arte.
(Además: Murió el diseñador Virgil Abloh, diseñador de Louis Vuitton y creador de Off-White)
Para quienes quieren empezar a coleccionar arte o aumentar su número de piezas con obra de artistas emergentes —que no es lo mismo que novatos—, El Espectador recomienda tres nombres de artistas que, seguramente, en unos años estarán valorizados.
Aurea Oliveira
Aunque nació en Brasil, esta artista de 68 años ha vivido más de tres décadas en San Andrés y Providencia, por lo que con la pintura, el mural y la artesanía narra la historia cultural del Caribe.
(Lea también: Hernán Orjuela, embajador de colombianos en el exterior)
Recientemente participó en la Feria del Millón Bogotá y prepara la exposición que presentará en la primera edición de la Feria del Millón Medellín: una serie de dibujos a plumilla que realizó en 1985 y 1986 donde rinde homenaje a la arquitectura original de San Andrés y Providencia, que se ha perdido debido a la gentrificación.
Aurea Oliveira no es un nombre desconocido en el circuito de las artes plásticas, pues en 2019 participó en el 45° Salón Nacional de Artistas con “Nuestra imagen histórica: reimaginando el pasado de Naguasá a North End (De lo local a lo universal 500 años de historia del archipiélago de Naguasá a North End y Free Town)”, una larga pintura horizontal que plantea una línea de tiempo que permite comprender la superposición de fases y versiones de la historia regional, derivada de un ejercicio minucioso de investigación llevado a la práctica artística para confrontar la historia del archipiélago, convencionalmente construida desde la plataforma continental y en sintonía con los intereses del Estado nación.
(También: Jesús Aguais: 25 años salvando vidas una a una)
“Nuestra imagen histórica” también fue seleccionada en “Imagen regional – Territorios guardianes”, que se pudo ver hasta hace poco en el Museo de Arte Miguel Urrutia (MAMU), del Banco de la República de Bogotá.
Lucas Gallego & Carolina Borrero Colectivo
Carolina Borrero, quien fue una de las diez finalistas del Premio Arte Joven 2021, reflexiona sobre el cuerpo como acto de transformación, partiendo del hecho de que cuando el ser humano transforma un territorio también transforma su propio cuerpo. Por su parte, Lucas siente especial interés por la intervención humana en el planeta en el marco de la globalización.
Como colectivo, estos artistas, que están en sus treintas, reflexionan sobre temáticas territoriales y socioculturales en torno a la transformación de elementos naturales que se convierten en testigos silenciosos de nuestro transitar sobre el planeta.
(Le recomendamos: “Trilogía del amor y muerte”, una charla con Javier Correa Correa)
Lucas Gallego & Carolina Borrero han expuesto en el Jardín Botánico de Bogotá y recientemente fueron ganadores de la intervención de la fachada de la Galería La Cometa de Medellín y Bogotá.
Valentina Grisales
Esta artista plástica tiene 21 años, vive y trabaja en Manizales partiendo de la memoria. Sin embargo, es la memoria vinculada a los hechos cotidianos de la vida misma —no a lo social o político— la que inspira la serie “Ausencias”, esculturas que aluden al juego de niños en el que siempre hay una silla menos que el número de participantes.
La problemática de la memoria surge en el trabajo de Valentina Grisales porque es olvidadiza, algo que se volvió un tema complejo en el día a día por olvidar o extraviar cosas importantes. Por eso, se enfoca en trabajar la silla como un objeto de símbolo y poética, porque el juego de niños es también una metáfora sobre la vida, en la que no sabemos cuándo va a parar la música y faltará una silla.
(Además: Murió Stephen Sondheim, una leyenda de Broadway)
Es así como en cada una de sus obras estudia cómo el concepto de las ideas olvidadas puede hacer entender su relación con el mundo desde la colectividad de la memoria.