Fernando Godoy enseña a escuchar la ciudad para experimentar con sonido
El artista sonoro Fernando Godoy se presenta este sábado en un “Concierto a oscuras”, en el auditorio del Parque Explora de Medellín, con creaciones producto de su investigación y en compañía de otros artistas latinoamericanos.
Un Chat Con...
¿Qué es la investigación del sonido?
Es una forma experimental de aproximarse al sonido como materia de creación. Pueden existir muchas formas de investigarlo, desde el trabajo de campo y el registro sonoro de realidades acústicas imperceptibles al oído, hasta aspectos culturales, comunicativos o ecológicos. Pero, en general el sonido puede entenderse como una forma de conocimiento de ciertos aspectos de una realidad.
Usted hace arte sonoro. ¿Qué es?
Es una disciplina que trabaja con la sonoridad como materia de creación, pero que, a diferencia de la música, tiende a ir más allá del sonido en sí mismo. Casi por definición es un campo difuso, ambiguo, donde confluyen artistas de diversos ámbitos y es posible encontrar muchos formatos. Es algo diferente a la música experimental.
¿Cuáles son las prácticas sonoras contemporáneas?
Son muy variadas e incluyen la instalación, la interpretación, el radioarte, la poesía sonora, la intervención sonora, la escultura sonora, el paisajismo sonoro, el arte conceptual, el arte de procesos, etc. La lista podría seguir, pero lo relevante es que las prácticas sonoras contemporáneas son múltiples, además. se cruzan con otros formatos y campos creativos.
¿Qué lo llevó a explorar el sonido?
Desde niño sentí curiosidad por la música, las expresiones más experimentales y la sonoridad en general. Empecé tocando instrumentos, pero luego comenzaron a interesarme el paisaje sonoro, la sonoridad cotidiana, la ciudad y los entornos, para investigarlos y analizarlos. Lo principal ha sido una actitud de continua curiosidad por los fenómenos y su vinculación con la sonoridad y la experiencia.
Habla de analizar el sonido. ¿Escuchar con atención permite explorar la ciudad?
Sí, porque el sonido es una de las formas en que el territorio se expresa. Prestarle atención es comprenderlo un poco más.
¿Cuáles son las posibilidades artísticas de la experimentación con sonido?
Son muy amplias. El sonido, a diferencia de otros sentidos, como la vista, es mucho más ambiguo, difuso y difícil de agarrar. Esta cualidad lo convierte en un potente material de investigación artística, pues la ambigüedad está vinculada con la fantasía y la capacidad de provocar, sugerir y estimular posibles lecturas.
¿Qué se necesita para hacerlo?
Interés, curiosidad y trabajo. Esto no es algo de especialistas, ni se requiere un entrenamiento sistematizado o académico. Hay artistas que provienen de diferentes campos que están trabajando con sonido y, en general, todos los que lo hacemos somos autodidactas.
El arte sonoro es nuevo. ¿Qué ha permitido abrirle escenarios en el país?
En Colombia he trabajado con el colectivo Éter, Camilo Cantor, del Exploratorio de Parque Explora, y Jorge Barco, del Museo de Arte Moderno de Medellín, quienes han permitido abrir escenarios para mostrar nuestro arte. En mi ciudad, Valparaíso, hemos notado un gran interés del público, después de un trabajo de once años con el que despertamos la curiosidad de las personas.
¿La experimentación con sonido es opuesta a la música comercial? ¿Por qué?
Yo veo la experimentación con sonido como una forma de resistencia y de construcción de realidades alternativas al neoliberalismo. Para mí, no tiene nada que ver con la construcción de una industria, la cristalización de un producto o cosas similares. Se trata de asumir riesgos que nacen como un intento de construir algo alternativo al sistema economicista que rige nuestras sociedades.
¿Qué es la investigación del sonido?
Es una forma experimental de aproximarse al sonido como materia de creación. Pueden existir muchas formas de investigarlo, desde el trabajo de campo y el registro sonoro de realidades acústicas imperceptibles al oído, hasta aspectos culturales, comunicativos o ecológicos. Pero, en general el sonido puede entenderse como una forma de conocimiento de ciertos aspectos de una realidad.
Usted hace arte sonoro. ¿Qué es?
Es una disciplina que trabaja con la sonoridad como materia de creación, pero que, a diferencia de la música, tiende a ir más allá del sonido en sí mismo. Casi por definición es un campo difuso, ambiguo, donde confluyen artistas de diversos ámbitos y es posible encontrar muchos formatos. Es algo diferente a la música experimental.
¿Cuáles son las prácticas sonoras contemporáneas?
Son muy variadas e incluyen la instalación, la interpretación, el radioarte, la poesía sonora, la intervención sonora, la escultura sonora, el paisajismo sonoro, el arte conceptual, el arte de procesos, etc. La lista podría seguir, pero lo relevante es que las prácticas sonoras contemporáneas son múltiples, además. se cruzan con otros formatos y campos creativos.
¿Qué lo llevó a explorar el sonido?
Desde niño sentí curiosidad por la música, las expresiones más experimentales y la sonoridad en general. Empecé tocando instrumentos, pero luego comenzaron a interesarme el paisaje sonoro, la sonoridad cotidiana, la ciudad y los entornos, para investigarlos y analizarlos. Lo principal ha sido una actitud de continua curiosidad por los fenómenos y su vinculación con la sonoridad y la experiencia.
Habla de analizar el sonido. ¿Escuchar con atención permite explorar la ciudad?
Sí, porque el sonido es una de las formas en que el territorio se expresa. Prestarle atención es comprenderlo un poco más.
¿Cuáles son las posibilidades artísticas de la experimentación con sonido?
Son muy amplias. El sonido, a diferencia de otros sentidos, como la vista, es mucho más ambiguo, difuso y difícil de agarrar. Esta cualidad lo convierte en un potente material de investigación artística, pues la ambigüedad está vinculada con la fantasía y la capacidad de provocar, sugerir y estimular posibles lecturas.
¿Qué se necesita para hacerlo?
Interés, curiosidad y trabajo. Esto no es algo de especialistas, ni se requiere un entrenamiento sistematizado o académico. Hay artistas que provienen de diferentes campos que están trabajando con sonido y, en general, todos los que lo hacemos somos autodidactas.
El arte sonoro es nuevo. ¿Qué ha permitido abrirle escenarios en el país?
En Colombia he trabajado con el colectivo Éter, Camilo Cantor, del Exploratorio de Parque Explora, y Jorge Barco, del Museo de Arte Moderno de Medellín, quienes han permitido abrir escenarios para mostrar nuestro arte. En mi ciudad, Valparaíso, hemos notado un gran interés del público, después de un trabajo de once años con el que despertamos la curiosidad de las personas.
¿La experimentación con sonido es opuesta a la música comercial? ¿Por qué?
Yo veo la experimentación con sonido como una forma de resistencia y de construcción de realidades alternativas al neoliberalismo. Para mí, no tiene nada que ver con la construcción de una industria, la cristalización de un producto o cosas similares. Se trata de asumir riesgos que nacen como un intento de construir algo alternativo al sistema economicista que rige nuestras sociedades.