“Florecita Rockera: el musical”, la Bogotá de los 90 que vuelve con Aterciopelados
La obra de teatro Florecita Rockera: el musical, inspirada en la banda de rock bogotana Aterciopelados y en la década de los 90, se estrena este viernes 15 de noviembre en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán y estará en temporada en el Teatro Astor Plaza.
Mateo Medina Escobar
En 1990 surgió la agrupación de rock que hoy conocemos como Aterciopelados. Inicialmente llamada Delia y los Aminoácidos, la banda conformada por Andrea Echeverri y Héctor Buitrago, recorría los bares de Bogotá. Tres años después de su creación lanzaron su primer álbum Con el corazón en la mano, que, con canciones como Mujer gala, La cuchilla, y Sortilegio, los colocó en el mapa del rock colombiano y latinoamericano.
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En 1990 surgió la agrupación de rock que hoy conocemos como Aterciopelados. Inicialmente llamada Delia y los Aminoácidos, la banda conformada por Andrea Echeverri y Héctor Buitrago, recorría los bares de Bogotá. Tres años después de su creación lanzaron su primer álbum Con el corazón en la mano, que, con canciones como Mujer gala, La cuchilla, y Sortilegio, los colocó en el mapa del rock colombiano y latinoamericano.
Con más de 30 años de trayectoria, tres premios Grammy Latino (el cuarto que obtuvieron anoche), cinco nominaciones a los Grammy y otros galardones, Aterciopelados es unas de las bandas colombianas que más ha destacado en el continente. Con géneros como el Rock progresivo, Rock alternativo, Electrónica, Mariachi, Bolero, Cumbia y Vallenato, la agrupación encontró una forma perfecta de mezclar el rock con el folclor.
Jorge Hugo Marín, actor, director, dramaturgo y gestor cultural, y que creció en la década de los 90, encontró en Aterciopelados una excusa para su nuevo montaje teatral. “El año pasado tuve la fortuna de hacer la adaptación para teatro de La hija del mariachi, un espectáculo que tuvo más o menos 20.000 espectadores y fue una experiencia muy exitosa. Eso fue lo que hizo que este año el mismo equipo de productores me convocaran de nuevo”, explicó Marín en entrevista para El Espectador.
El director recuerda que venía cuestionándose desde hacía un tiempo que, por lo general, los espectáculos de gran formato en Colombia eran adaptaciones de textos extranjeros que han funcionado en otros lados. “Son espectáculos donde los recursos son grandes, involucran muchos artistas y a nivel técnico son mucho más complejos. Es muy poca la gente que asume el riesgo de contar historias propias, Me pareció que el universo de Aterciopelados era un pretexto para contar la Bogotá de los 90, en la que crecí viendo a esos ídolos e iconos del rock latinoamericano”.
Fue así como comenzó la idea para Florecita Rockera: el musical, obra que se estrena hoy en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán. “Al mejor estilo de West Side Story o de Romeo y Julieta, e inspirada en la historia de amor de Andrea y Héctor, dos jóvenes de mundos opuestos y estratos socioeconómicos muy diferentes nos mostrarán cómo la música fue y será siempre el aglutinante que une a cualquier sociedad y que les permite a los jóvenes expresar sus ideas de manera libre y creativa”, se lee en la sinopsis de la obra.
Aunque los personajes principales se llaman igual que los miembros de la banda, son inspiraciones de dos jóvenes de la época. “Es la historia de una chica del barrio Niza y un chico de El Restrepo, que de repente escuchan por primera vez una entrevista que le hacen a una banda nueva que dice llamarse Aterciopelados. Suena por primera vez Mujer gala en la radio y ellos quedan flechados. Cada uno toma el riesgo de irse al centro, huir de sus lugares, para presenciar ese concierto. Se conocen en la fila entrando al evento y ahí comienza una historia de amor, que además nos lleva por un barrido a través de acontecimientos de los años 90″.
Con la obra, Marín regresa a la Bogotá de esa época, que, entre momentos complejos de un país convulsionado por la inseguridad, las bombas y los toques de queda, comienza un auge cultural. “En un acto de rebeldía a través del arte deciden salir a la calle, tomarse los espacios y comienza ese auge en Bogotá de eventos masivos. Nace Rock al Parque, es la edad dorada del Festival Iberoamericano de Teatro y coincide con ese movimiento latinoamericano de bandas de rock”.
El equipo de la obra, junto a los líderes de la banda Andrea Echeverri y Héctor Buitrago, escogieron a los jóvenes actores Michelle Salazar y Víctor Palacios. “Quise hacer un casting para actores y actrices que tuvieran capacidades de canto. Llegaron como 120 personas. Hicimos un primer filtro a través de videos y después llegamos a una etapa final donde se hizo una audición presencial, allí estuvieron Andrea y Héctor. Queríamos que ellos se sintieran involucrados. Ahí aparecieron todo el equipo de actores jóvenes y nos dimos cuenta de la inmensidad de talento que hay en esta ciudad”, explicó Marín.
Al elenco de jóvenes actores los acompañan Ramiro Meneses y Cony Camelo, una elección, que, según el director, obedece a la época de la historia. “Ramiro tuvo una banda de rock, es baterista y en la obra lo van a ver tocando la batería. Cony también ha tenido banda, es cantante. Ellos también se criaron en esa época. Creo que hay una cantidad de elementos que van a hacer que el espectador se sienta identificado”.
Florecita Rockera navega entre la primera década de música de Aterciopelados. “Fue un trabajo muy solitario. Lo que hice, siendo fiel a la propuesta, fue mirar toda la discografía de ellos a lo largo de los años 90, desde cuando nacen ellos hasta el año 2000. Me enfrento a cinco álbumes y la progresión del espectáculo en la historia va marcada también por la progresión de esos álbumes. Van casi en orden. La obra empieza con la primera canción de ellos, que es Mujer gala y termina en el álbum Gozo Poderoso cuando cantan Luz azul”, concluye el director de la obra.
La obra se presentará este viernes 15 y sábado 16 de noviembre en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán. Desde el 21 de noviembre estará en temporada en el Teatro Astor Plaza. Del 26 al 29 de diciembre la obra terminará su recorrido por la ciudad en el Teatro El Ensueño.