Gabriela Olivan reflexiona sobre el futuro de la comunicación
La argentina publicó el libro “Comunicación 5.0: del impacto tecnológico a la colaboración”, cuyo proceso de elaboración se comenzó a gestar en 2019 y para el que habló con más de 30 referentes de la academia, los medios y los negocios.
¿De qué se trata el libro “Comunicación 5.0: del impacto tecnológico a la colaboración”, que acaba de publicar?
Este libro plantea los temas más relevantes de la comunicación periodística, política y corporativa de un momento bisagra. Un tiempo en el que las plataformas y la digitalización han cambiado para siempre la forma en que las personas nos relacionamos, trabajamos y aprendemos. Este cambio de paradigma presenta nuevos desafíos éticos y regulatorios que, por su complejidad, demandan soluciones basadas en la colaboración. El libro se construye a partir de las conversaciones que mantuve con referentes latinoamericanos y norteamericanos del universo de la comunicación.
¿Cómo fue el proceso de creación del libro?
Este libro se comenzó a gestar en 2019, cuando, como becaria de Eisenhower Fellowships, tuve la oportunidad de visitar diez ciudades de EE. UU. para conversar sobre el futuro de la comunicación con más de treinta referentes de la academia, los medios y los negocios. A mi regreso a Buenos Aires, pensé que tenía que compartir estos aprendizajes con colegas, amigos y con los miembros de la Red de Mujeres Periodistas Iberoamericanas, que fundé hace tres años y hoy tiene más de 2.600 integrantes, así que comencé a trabajar en este libro. A los pocos meses, se declaró la pandemia y pensé que ya no tenía sentido reflexionar sobre estos temas, pues la “nueva normalidad” traería otros dilemas. Entonces, retomé el contacto con algunas de las personas a las que había entrevistado y, por el contrario, descubrí que los temas estaban más vigentes que nunca. Que con casi el 100 % de la humanidad en cuarentena, la palabra era más importante que nunca.
(Le recomendamos: A sus 40 años, la multimillonaria Paris Hilton confirma que está embarazada)
¿Cuál es la anécdota que más recuerda de la escritura del libro y por qué?
Recién llegada a EE. UU., tuve una reunión con mi mentor en Washington en la que le conté el interés en conocer distintas perspectivas sobre el futuro de la comunicación y por qué consideraba relevante este tema para Latinoamérica. Al día siguiente, nos reunimos y entonces me entregó un papel con los nombres de unas cuarenta personas que eran parte de su red y que iban a poder orientarme en mi búsqueda. Entendí entonces, cómo funcionaba el networking en ese país y cuál era el verdadero valor de la colaboración.
¿A quién está dirigido “Comunicación 5.0: del impacto tecnológico a la colaboración”?
Está dirigido a expertos, pensadores, periodistas, políticos y empresarios, pero también a cualquier persona que quiera entender el proceso de construcción de la realidad en el que estamos inmersos. En palabras de Thomas Friedman, “nunca, en la historia de la humanidad, las personas habían tenido la posibilidad técnica de comunicarse con otros miles de millones a solo algunos clics de distancia”.
¿Por qué dejar el libro digital y no publicarlo en impreso?
El libro tuvo una edición impresa limitada y, para no demorar la presentación, decidimos lanzarlo al mercado en su versión ePad y digital, que se puede encontrar en Amazon y también descargarse gratis en pdf desde mi web. Este material no tiene fines comerciales; está disponible para todos aquellos que quieran tenerlo y leerlo. Soy una apasionada de la colaboración y este libro es eso: mi humilde contribución para entender mejor el ecosistema comunicacional en el que nos movemos cada día.
¿En qué consiste el concepto de “la comunicación en el laberinto” que desarrolla en su texto?
Esta figura permite comprender la encrucijada en la que nos encontramos. No hay dudas de los enormes beneficios de la tecnología, pero con ella también han llegado nuevos riesgos. El criterio de verdad, por ejemplo. ¿La verdad es patrimonio de algunos o hay un poco de verdad en todos? En cuanto al uso de datos y privacidad, se estima que, en 2020, cada persona generó 1,7 MB de datos por segundo. ¿Quién tiene esta información, cómo la usa? Y los temas de propiedad intelectual, sobre los cuales conversé con Ruth Vitale, directora de Creative Future, en el corazón de Hollywood.
¿Cuál considera que será el desafío de la comunicación para 2022?
Uno de los principales desafíos es generar políticas y regulaciones que permitan ordenar a los grandes gigantes tecnológicos. En este sentido, es interesante el caso del gobierno de Australia, que forzó a FB y a Google a negociar con los medios de comunicación australianos el pago por la indexación de sus contenidos. Y no solo eso, sino que los obliga por ley a informar de cambios en los algoritmos. Este caso, aunque imperfecto, sienta un precedente de articulación entre actores sociales para buscar soluciones a problemas comunes.
¿Qué elementos de su libro le podrían servir a Colombia para analizar las campañas electorales que se están activando este año para 2022?
Considero que el caso de Donald Trump demostró lo caótica que puede ser la comunicación cuando un mandatario abusa de las redes sociales y la falta de intermediación. Estas conductas sostenidas en el tiempo y ya convertidas en “estilo comunicacional” socavan la confianza y, de hecho, según el Edelman Trust Barometer, los políticos han sido los que más confianza han perdido en el último año.
(Le puede interesar: Octavio Escobar y las lecturas para la nueva Colombia desde Manizales)
¿Qué proyectos tiene en producción editorial y académica?
En el corto plazo, mi intención es poder profundizar los temas desarrollados en este libro con la comunidad de WINN, la red de mujeres periodistas iberoamericanas, que nació con la misión de fomentar la fluidez digital, la inteligencia colectiva y la colaboración. La idea es seguir expandiendo la red, aprendiendo y, tal vez, pronto escribir un segundo libro.
¿De qué se trata el libro “Comunicación 5.0: del impacto tecnológico a la colaboración”, que acaba de publicar?
Este libro plantea los temas más relevantes de la comunicación periodística, política y corporativa de un momento bisagra. Un tiempo en el que las plataformas y la digitalización han cambiado para siempre la forma en que las personas nos relacionamos, trabajamos y aprendemos. Este cambio de paradigma presenta nuevos desafíos éticos y regulatorios que, por su complejidad, demandan soluciones basadas en la colaboración. El libro se construye a partir de las conversaciones que mantuve con referentes latinoamericanos y norteamericanos del universo de la comunicación.
¿Cómo fue el proceso de creación del libro?
Este libro se comenzó a gestar en 2019, cuando, como becaria de Eisenhower Fellowships, tuve la oportunidad de visitar diez ciudades de EE. UU. para conversar sobre el futuro de la comunicación con más de treinta referentes de la academia, los medios y los negocios. A mi regreso a Buenos Aires, pensé que tenía que compartir estos aprendizajes con colegas, amigos y con los miembros de la Red de Mujeres Periodistas Iberoamericanas, que fundé hace tres años y hoy tiene más de 2.600 integrantes, así que comencé a trabajar en este libro. A los pocos meses, se declaró la pandemia y pensé que ya no tenía sentido reflexionar sobre estos temas, pues la “nueva normalidad” traería otros dilemas. Entonces, retomé el contacto con algunas de las personas a las que había entrevistado y, por el contrario, descubrí que los temas estaban más vigentes que nunca. Que con casi el 100 % de la humanidad en cuarentena, la palabra era más importante que nunca.
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¿Cuál es la anécdota que más recuerda de la escritura del libro y por qué?
Recién llegada a EE. UU., tuve una reunión con mi mentor en Washington en la que le conté el interés en conocer distintas perspectivas sobre el futuro de la comunicación y por qué consideraba relevante este tema para Latinoamérica. Al día siguiente, nos reunimos y entonces me entregó un papel con los nombres de unas cuarenta personas que eran parte de su red y que iban a poder orientarme en mi búsqueda. Entendí entonces, cómo funcionaba el networking en ese país y cuál era el verdadero valor de la colaboración.
¿A quién está dirigido “Comunicación 5.0: del impacto tecnológico a la colaboración”?
Está dirigido a expertos, pensadores, periodistas, políticos y empresarios, pero también a cualquier persona que quiera entender el proceso de construcción de la realidad en el que estamos inmersos. En palabras de Thomas Friedman, “nunca, en la historia de la humanidad, las personas habían tenido la posibilidad técnica de comunicarse con otros miles de millones a solo algunos clics de distancia”.
¿Por qué dejar el libro digital y no publicarlo en impreso?
El libro tuvo una edición impresa limitada y, para no demorar la presentación, decidimos lanzarlo al mercado en su versión ePad y digital, que se puede encontrar en Amazon y también descargarse gratis en pdf desde mi web. Este material no tiene fines comerciales; está disponible para todos aquellos que quieran tenerlo y leerlo. Soy una apasionada de la colaboración y este libro es eso: mi humilde contribución para entender mejor el ecosistema comunicacional en el que nos movemos cada día.
¿En qué consiste el concepto de “la comunicación en el laberinto” que desarrolla en su texto?
Esta figura permite comprender la encrucijada en la que nos encontramos. No hay dudas de los enormes beneficios de la tecnología, pero con ella también han llegado nuevos riesgos. El criterio de verdad, por ejemplo. ¿La verdad es patrimonio de algunos o hay un poco de verdad en todos? En cuanto al uso de datos y privacidad, se estima que, en 2020, cada persona generó 1,7 MB de datos por segundo. ¿Quién tiene esta información, cómo la usa? Y los temas de propiedad intelectual, sobre los cuales conversé con Ruth Vitale, directora de Creative Future, en el corazón de Hollywood.
¿Cuál considera que será el desafío de la comunicación para 2022?
Uno de los principales desafíos es generar políticas y regulaciones que permitan ordenar a los grandes gigantes tecnológicos. En este sentido, es interesante el caso del gobierno de Australia, que forzó a FB y a Google a negociar con los medios de comunicación australianos el pago por la indexación de sus contenidos. Y no solo eso, sino que los obliga por ley a informar de cambios en los algoritmos. Este caso, aunque imperfecto, sienta un precedente de articulación entre actores sociales para buscar soluciones a problemas comunes.
¿Qué elementos de su libro le podrían servir a Colombia para analizar las campañas electorales que se están activando este año para 2022?
Considero que el caso de Donald Trump demostró lo caótica que puede ser la comunicación cuando un mandatario abusa de las redes sociales y la falta de intermediación. Estas conductas sostenidas en el tiempo y ya convertidas en “estilo comunicacional” socavan la confianza y, de hecho, según el Edelman Trust Barometer, los políticos han sido los que más confianza han perdido en el último año.
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¿Qué proyectos tiene en producción editorial y académica?
En el corto plazo, mi intención es poder profundizar los temas desarrollados en este libro con la comunidad de WINN, la red de mujeres periodistas iberoamericanas, que nació con la misión de fomentar la fluidez digital, la inteligencia colectiva y la colaboración. La idea es seguir expandiendo la red, aprendiendo y, tal vez, pronto escribir un segundo libro.