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“Ella no sabía ni mucho menos el italiano, como mi abuelo, que había llegado de Europa huyendo de la violencia de la guerra, entonces fue un choque cultural, pero tú sabes que la magia del amor es la magia del amor, eso no se puede superar, el amor lo puede entender un ciego, un sordo y un mudo, simplemente sabe si siente amor. Eso les pasó a ellos, y así empezaron una vida fantástica”. Es el relato del cantautor colombiano Galy Galiano, al referirse a parte de la historia de amor entre sus abuelos, una historia con un tinte claramente literario: un cuento de esos que maravillan y desconciertan al mismo tiempo. Podría decirse que Galy Galiano es hijo y heredero de esa tradición en la que lo más cotidiano y rutinario para algunas personas resulta ser lo más deslumbrante para otras.
Ahora, el músico de notable trayectoria ha querido contar esa y otras historias en una novela, estrenándose como escritor y lanzándose, por lo tanto, a esa aventura intelectual y artística que es hacer literatura. Llévame contigo, así se titula el libro donde se puede leer, entre otras cosas, los secretos e infidencias que se contaban mutuamente Galy Galiano y su abuela. En entrevista con El Espectador, el músico nacido en Chiriguaná, Cesar, comentó cuáles fueron la génesis y la motivación principal para contar este libro: “Sentí -en un sueño- una cosa un poco extraña, sentí como si mi cuerpo fuera transportado, como se dice por ahí, ‘en cuerpo astral’; algo así, no sé, y fui llevado al mundo de tinieblas donde ella estaba, allí en ese mundo, yo, tal vez en mi interior, me hacía unas preguntas: ¿cómo será ese universo de una persona en estado vegetativo que clínicamente no se ha podido saber si siente, piensa o sueña? Entonces, eso fue lo que me llevó a transportarme y poder descubrir el universo donde ella habitaba, esa oscuridad insoldable donde ella estaba”.
La experiencia onírica, entre sobrenatural e impresionante, claramente marcó un sentimiento y un deseo muy fuerte en él, tanto que lo hizo querer habitar en el mundo de su ser querido instalado en estas circunstancias singulares. Así prosiguió el músico contando cómo fue esta vivencia que tenía a su abuela como protagonista: “Cuando estoy allí me encuentro con una gran rareza: con la muerte, que estaba en un rincón del cuarto con su guadaña afilada esperando la estocada. Me petrifiqué al ver eso, pero en ese momento sentí un crujir en el cuerpo de mi abuela, y de un momento a otro salió una gran mariposa azul, que para mí era su alma que salía volando dejando una estela de polvillos brillantes de sus escamas de colores y se fue por el hilo retrospectivo de su pasado para traer a Elisa -su abuela- los recuerdos y que ella me narrara la historia. Es una historia de principios del siglo pasado que está llena de amor, de aventuras, pero también está tocada por la tragedia”.
Algo o mucho de especial tuvo este pasaje en la vida de Galy Galiano para que entre una vasta diversidad de acontecimientos, sobre todo en su niñez, tuviera esta puntual preferencia a la hora de escoger, cinco décadas después, este hecho como epicentro temático y narrativo de su primera novela.
“Creo que desde la perspectiva del realismo mágico ya es apasionante: llevar a un libro, a una novela una historia que parece de ficción, pero que la muestro como real, ya es apasionante; no es muy común que a uno le sucedan este tipo de cosas, y lo más curioso y lo que más me apasionó es que en todo el relato vi cuán distinta era la muerte, pues uno tiene una percepción general sobre que la gente se muere y esa es la muerte, pero allí me encontré con una cosa muy extraña, que la muerte de cada quien, la muerte se presenta como es la persona y entonces me di cuenta de que la muerte también pensaba, sentía, sufría, amaba; la muerte amó a Elisa, ella se lo preguntó algunas veces. Esto para mí es mágico, y no me pude separar de ahí, de esa impresión. Lo escribí desde adentro, desde ese espacio donde me encontraba para poder exteriorizarlo al mundo”.
Galiano, creador de canciones de mucha recordación popular como Amor de primavera, Miedo del olvido o La llamada, entre otras, sabía que con este nuevo proyecto no la tenía fácil. Acostumbrado a escribir canciones, relatos más bien cortos, concisos, rápidamente se dio cuenta de que este nuevo reto era diferente: que el proceso de escribir una novela iba a tener sus matices y sus complicaciones de creación, tanto de estructura como de tono.
“Hay una similitud entre una cosa y la otra, y es que parten de una historia, una canción es una historia y yo me he caracterizado por hacer pequeñas historias dentro de más de 200 canciones que he escrito. Esto me ha ayudado en mi forma de percibir, en mi manera de crear. Las canciones que he escrito son algunas trágicas, otras románticas, son historias de relaciones entre personas, pero lo que me he encontrado en ambos ejercicios es con una cosa común: una pasión infinita por contar. Ha sido una experiencia maravillosa y lógicamente me ha ayudado mucho el haber escrito tantas canciones para escribir esta novela”.
Otro tema recurrente entre cualquier tipo de narradores es la famosa y “temible” hoja en blanco. Esa zona virgen en la que, en términos formales, todavía no hay nada, únicamente la soledad del escritor en frente de un espacio vacío que espera por las palabras que aún están por ser organizadas o tejidas de la mejor manera posible por aquel que se dispone a contar algo.
De esta manera describió el autor su modo o método para enfrentar este tipo de fantasmas de oficio. “Mi modo de escribir es el siguiente: en las noches o en las madrugadas me llega la avalancha, me llegan las cosas, y en ese momento que despierto, me levanto y empiezo a escribir como loco, a veces cosas sin sentido, luego que ya escribo un buen rato toda la idea que tengo en la cabeza, empiezo desde el principio a organizarla y así voy construyendo todo. De este modo he evitado ese pánico”.
Siempre que un artista decide transitar por un camino distinto al que ha recorrido, surge la duda si se estacionará cómodamente en ese nuevo terreno o retornará con el tiempo a su origen, o sencillamente escogerá alternar estos campos de expresión creativa. “Lo que inicialmente pretendo es que esos tantos amigos, esos millones de amigos porque estamos hablando que ya, más o menos, pueden ser 15 millones de álbumes vendidos que están en las casas de todo el mundo, son mis amigos, personas que me siguen y me quieren. No pretendo más nada. Cuando salió Frío de ausencia , (uno de sus temas más exitosos), esa canción que escribió mi papá antes de que naciera, y la grabé, le puse la música y esa canción, sin esperarlo nadie y mucho menos yo, fue a figurar en la lista de la revista Billboard de Estados Unidos. Estuve allí en el primer lugar. Entonces, para mí sería muy satisfactorio que la gente leyera el libro, que conociera mi experiencia, una experiencia maravillosa. En estos días del lanzamiento tengo sentimientos encontrados: uno de ellos es la alegría de mostrarle al mundo esto, y el otro recordar de dónde vengo, y poder publicar una historia que marcó definitivamente mi vida”, concluyó Galiano.